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Tercera novela. (Fandom: Tokio Hotel/ HIATUS)

30 jun 2010

Cap. 24 Plan de Bill & Marcela

Marcela
Bill y Tom se callaron y hubo un eterno silencio. Solamente se escuchó el movimiento del teléfono y después oí un suspiro:
-Necesito que… que le digas a Debany que vaya a tu casa para yo pasar por ella. Necesito platicar, de sus besos, de su comprensión, de ella…

Tom
Necesito de ella y mucho. Cuando dije eso Bill volteó a verme con una sonrisa y una expresión de asombro; y yo sé el por qué de ese gesto, porque al fin llego el día en que su hermano ama en verdad a una mujer.
-No te preocupes Tom, yo le digo lo más pronto posible.
-Muchas gracias Marcela, déjame te paso a Bill…
Me fui de la habitación, dejando a Bill hablando en paz con Marcela. Me acosté en la cama con mucho cuidado para poder hacer lo único que puedo en estos momentos: Descansar para recuperarme pronto de mis heridas.
Después de estar meditando un poco, escuche que abrían la puerta y vi a Bill entrar.
-¿Qué pasó? –Pregunté indiferente
-En verdad la quieres ¿cierto? -Musitó sentándose en la cama.
-¿Qué te hace pensar eso? –Pregunté sarcástico y revoleando mis ojos.
-Por muchas cosas –Respondió, creo que no captó que fue sarcasmo- ¡Oh, vamos Tom! Soy tu hermano… más que eso ¡tú gemelo! Se lo que piensas y todavía mejor, lo que sientes.
-Pues si Bill, la amo –Solté al fin- por fin se que es ese sentimiento que siempre presumías.
-Me da mucho gusto hermano. –Bill extendió sus brazos, yo medio sonreí. Me senté con dificultad y accedí a su cálido abrazo.

Debany
Cuando baje del taxi, camine con cuidado para no lastimarme más mis cortadas, toqué el timbre varias veces y espere a que Marce abriera la puerta
-¡Debany! –Soltó aliviada y automáticamente me abrazo.
-Marcela –Musité feliz. Parecía que no la había visto en años.
-Pasa –Soltándome- ¿Quieres algo de tomar?
-No gracias. –Respondí mientras que la puerta se cerraba detrás de mí.
Las dos comenzamos a platicar. Yo le conté todo lo que me había pasado ayer, se me hizo difícil, ya que con cada palabra que pronunciaba, se me formaba un nudo en la garganta y me entraba un sentimiento horrible. Quería llorar, quería desahogarme, pero no podía. No sé, sentía que ella no era la persona indicada para hacerlo.
-Debany, enserio, ¡No le creas nada a Miguel! Ósea…él siempre te ha dicho mentiras ¿Por qué crees que esta vez sería la excepción?
-No sé… -Contesté anonada viendo hacia la nada- es que hubieras escuchado la seguridad que tenía en su voz ¡Ay Marce, ya no sé que pensar! –Admití poniendo mis manos sobre la cabeza y bajándolas lentamente hacia mi cuello.
Marcela musitó algo pero no la entendí bien ya que en ese momento sonó el timbre, yo voltee a verla confundida.
-¿Esperas a alguien? –Se quedó callada, no sabía que contestarme.
-Iré a ver quién es –Dijo al fin con una sonrisa nerviosa. Se levantó y abrió la puerta, era Bill.
Marcela, al verlo saltó de felicidad hacia él y lo llenó de besos, yo no pude evitar sonreír, la verdad hacían una linda pareja. Cuando se separaron, voltearon a verme y los dos al mismo tiempo sonrieron ¿Qué se traen esos dos? Me levanté del sillón y camine hacia ellos, no quería hacer un mal tercio.
-Bueno chicos, los dejos solos para que hagan sus ‘cositas’ a gusto –Dije levantando mis cejas.
-Nop, tú no vas a ningún lado –Contestó Marcela.
-Así es señorita –Con tono divertido- ya que he venido aquí ¡para secuestrarlas! Muahaha –Al escuchar su risa ‘malévola’, Marcela y yo soltamos una carcajada.
-¡Hay Bill! Que chistosito –Dije tratando de no reírme.
-Haha lo sé, lo sé. Bueno chicas, hablando enserio ¿Listas para salir?
-¿Salir? –Preguntó Marcela extrañada- ¿A dónde?
-Ya verán, ya verán
De la nada, Bill se llevó cargando a Marcela y ella estaba que se moría de la risa.
Ya en el auto, ellos se fueron adelante y yo atrás. En todo el camino nos la pasamos platicando y riendo de todo lo que se le ocurría a Marcela ¡Es tan ocurrente!
Bill se estacionó enfrente de una casa enorme y muy bonita, lo cual nos sacó de onda a nosotras.
-¿Y esta casa? –Preguntó Marcela.
-Aquí es donde vivimos Tom y yo –Contestó orgullosamente.
-Es hermosa –Dije.
-Que bueno que les gustó –Respondió alegre- Vamos adentro, es que se me olvidaron unas cosas.
Al entrar, mis ojos se iluminaron ¡La casa era más hermosa por dentro!- Acompáñenme a la cocina –Las dos asentimos. Cuando llegamos Bill comenzó a guardar cosas como para un día de campo. Empezó a buscar algo por todos lados, pero por su cara, no lo encontró-¡Ah! –Tronando los dedos- ya sé donde está… Debany, ¿Serías tan amable de ir arriba por un encendedor?
-Ah…pues…
-Por fa, hazme ese favor –Rogó yo me encogí de hombros.
-Okey –Accedí al fin- aamm… ¿Arriba? –Pregunté dudosa.
-Si, mira es por el pasillo en la 3° puerta.
-Okey –Respondí asintiendo con la cabeza mientras trataba de memorizar la indicación- ya vuelvo.
Fui a donde me indicó Bill. Abrí la puerta despacio, soy una completa desconocida en esta casa… me siento como una ladrona jaja. En un mueble logré ver el encendedor, entre al cuarto y había un competo desorden: ropa, revistas, lápices, plumillas de guitarras, gorras… ya entiendo todo Sonreí para mis adentros, se perfectamente a quien le pertenece esta habitación. Esto se lo voy agradecer a Marce y a Bill. Camine con cuidado para no hacer ningún ruido, lentamente fui quitando las sábanas y me acerque a su oído…
-Tom… despierta.

Continuara***
ESTOII FEELIZ! PASE A LA PREPA QUE QUERIIA :')

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