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Tercera novela. (Fandom: Tokio Hotel/ HIATUS)

24 sept 2010

Cap.3 Hermosa puesta de sol

Tom
En ese momento no supe que decir. Baje mi mirada tratando de entender todo lo que estaba pasando.
Mejor se acostó con un imbécil sin pensarlo dos veces y conmigo ¡lo duda! La tranquilidad se había ido completamente y el enojo y la confusión habían llegado a mi cabeza. No entiendo. ¿Por qué? ¿Por qué conmigo no quiere y con ese estúpido no lo dudo? ¡¿Por qué?!
-¿Cómo se llama? –Preguntó seriamente. Mi voz estaba completamente ronca.
-Alberto –Musitó bajando la mirada.
-Sabes, era mejor no saberlo –Susurré frunciendo el ceño- Por qué se siente feo que me restriegues en la cara que tú, ya fuiste de alguien más –Solté molesto levantándome, eso hizo que la silla retrocediera bruscamente.
-¡No te estoy restregando nada Tom! –Me gritó- Te lo quise decir para así, ya no ocultarte nada. No quiero que en nuestra relación haya secretos, porque de los secretos, vienen las mentiras y es a lo que no quiero llegar ¡Así es como he vivido toda mi vida, en mentiras! Solo quiero que esto acabe –Era como si… me estuviera reclamando algo. Algo que todavía no sabe, pero presiente ¿Acaso eres adivina Debany? ¿Sabes lo que te estoy haciendo? Volví a sentarme y la mire fijamente anonado. Sus ojos se comenzaron a llenar de lágrimas. Odio verla llorar.
-Perdón por comportarme así –Dije por lo bajo- pero es que… no te imagino con otro y esto, me sorprendió mucho –Me levanté avergonzado y la abracé lo más fuerte que pude. Debany recargo su cabeza en mi hombro y me susurró-:
-Solo… no me lastimes por favor.
Eso hizo que mi alma se quebrara poco a poco. Ella me tiene confianza y yo como le pago ¿Ahora como le explico todo?
En ese momento había un molino de sentimientos en mi: Enojo, confusión, decepción, culpa, tristeza ¡Siento que estallaré!
-¿Y tú? –Su voz me sacó de mi sufrimiento- ¿No tienes algo que contarme? –Se me hizo un enorme nudo en la garganta. Esta era mi perfecta oportunidad.
Lo siento… no puedo. Metí la pata desde un principio.
-Por el momento no –Respondí muy apenas esbozando una falsa sonrisa.




Los dos salieron del restaurante y pasearon por toda la ciudad para seguir con sus planes. Debany, disfrutaba cada momento a lado de Tom.
Al principio, después de lo que le confesó al guitarrista, se sintió incomoda. Pero al ver que Tom ya no estaba molesto, se le quitaron los nervios…
Pero las apariencias engañan. El de rastas seguía enojado y confundido, pero no quería seguir tocando ese tema, así que se lo guardo retorciéndose en el fondo.
Ya estaba anocheciendo y después de haber pasando un maravilloso día juntos, iban rumbo a su hogar.
-Tom… ¿Podemos ir a ver la puesta de sol?
-Claro, ya pronto llegaremos a la casa –Le respondió sin verla.
-Es que no es en la casa. En estos últimos días, he salido y descubrí un parque que, aunque no tiene muchas cosas, para mí es hermoso y siempre voy a ver el sol caer.
-¿Queda lejos? –Preguntó despegando unos momentos la vista del camino.
-No –Respondió esbozando una sonrisa
-Está bien Deb, dime por donde...
Al fin llegaron. El parque estaba dividido en el área de juegos, otro de patinaje, otro para caminar y convivir con tus seres queridos y la última, que estaba apartado de todo: habían tres bancas rodeadas por muchos árboles excepto la última banca. Estaba hecha exclusivamente para ver el paisaje de la ciudad, en este caso, para ver el sol caer con la persona que mas amas.
Debany y Tom, se sentaron. Ella cruzo su pierna y observaba atentamente al sol caer con esos hermosos colores que se combinan: amarillo, anaranjado y celeste.
El guitarrista, mientras observaba la puesta, dio un suspiro. Ese hermoso espectáculo que daba el cielo hizo que se sintiera al fin tranquilo. Por primera vez, sus pensamientos, se fueron por un momento dándole un respiro a su alma.
-Esto es algo… espectacular –Admitió apoyando sus manos sobre sus piernas. Voltea a ver a la chica- ¿Y cómo lo descubriste?
-La verdad no tengo idea. Estaba aburrida y empecé a caminar y a caminar hasta que llegue aquí. La verdad fue muy raro –Respondió riendo tímidamente.
-¡Andabas de curiosa! –Dijo riéndose.
-Ya sabes que no puedo estar quieta –Sonrió de medio lado- Sabes… ahora la puesta de sol esta más hermosa…
-¿Si? –Hablo interrumpiéndola- Pues la verdad es que hoy es la primera vez que le pongo atención así que no te puedo decir si sí o no –Término esbozando una sonrisa.
-No me dejaste terminar –Musito.
-¡Oh, perdón! –Dijo avergonzado- Tú has de cuenta que no dije nada –Dijo poniendo sus manos detrás de la cabeza. Debany soltó una pequeña risa
-La puesta de sol está más hermosa porque estoy con mi lindo novio y aparte, cuando estas acompañada, se disfruta más.
La chica se acerco al guitarrista y lo besó, mientras que el sol se ocultaba completamente y empezaban a salir las primeras estrellas. Solamente se escuchaban las hojas que se las llevaba el viento y el delicado soplo de éste.
La hora de ver a Annkatrin se acercaba. El guitarrista se sentía más confundido y nervioso, lo único que hizo en esos momentos fue besar a Debany con una intensidad con la cual nunca había hecho. Aun estando molesto, sentía la necesidad de besarla, abrazarla y acariciarla como si fuera el último día del mundo. En cada beso se decían con una ternura “Te amo”

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