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Tercera novela. (Fandom: Tokio Hotel/ HIATUS)

28 dic 2010

Cap. 33 Ich Bin Da

Marcela seguía contándole todo lo paso con ella y Debany en España en el cuarto del vocalista. Bill la escuchaba con atención, lo que más le asombraba es que Marcela le confesaba a Bill cada minuto que lo sentía cerca de ella igual que Debany con Tom.

Bill empezó a analizar cuando se la pasaba encerrado en su cuarto, cuando Marce no estaba a su lado, el también sentía la presencia de ella cuando se sentía asfixiado, cuando creía que el ya no iba a hacer el mismo de antes, y es por eso que el también salió adelante.
-Hubieras escuchado mi pronunciación del es...–Se interrumpió ante un trueno que hizo que se exaltara. La pareja volteó hacia le ventana y se percataron de que empezaba a llover. Un relámpago iluminó el cielo y unos minutos después vino otro trueno. Marcela puso sus manos en sus oídos para no escucharlo.
-¿Te asustan los truenos? –Le preguntó tomándola entre sus brazos.
-Desde niña –Le respondió nerviosa- Me encanta que llueva, pero los truenos, no los tolero.
La pareja observaba a la lluvia caer. Cuando se avecinaba un trueno Marcela se acurraba a él como una niña chiquita a su madre, a Bill eso le causaba ternura y daba unas cálidas sonrisas.
La chica moría de sueño ya que, aunque el viaje solo duró horas, la noche anterior no pudo dormir bien por los nervios, así que se fue acomodando en el pecho del vocalista, cerró los ojos y se quedó dormida. Bill se dio cuenta de eso y besó la cabeza de Marcela. Se sentía mejor al tenerla a su lado, por fin había vuelto a él y eso lo hacía muy feliz.
El vocalista trataba de dormir pero no podía, algo en su interior le decía que en ese momento tenía que hacer algo más, pero no sabía que hasta que vino el recuerdo de cuando estaba con Marcela en el lago.
Flash Back
-Sí –Musitó esbozando una sonrisa- Aunque a veces no los aguantaba pero, ¿Sabes cómo salía adelante?
-¿Cómo? –Preguntó curioso.
-Con tu voz Bill, ponía todas las noches su disco y me refugiaba en tu hermosa voz.
-Aún estando lejos, nunca te deje sola –Dijo anonado.
-No, nunca lo hiciste.
Termina Flash Back
¡Eso era! Al fin tenía la idea para esa canción en la cual batallaba, esa canción que quería que significara todo lo que vivieron su gemelo y él con sus respectivas parejas.
Se levantó con cuidado para no despertar a Marcela y se dirigió hacia uno de los cajones, sacó su libreta donde tenía anotadas todas las canciones desde que nació hasta la fecha, agarro una pluma y se puso a escribir. Cada vez que avanzaba una línea, más ideas venían a su cabeza.
Pasaron horas pero al fin había acabado la canción. No evito dar una enorme sonrisa de satisfacción, después dios un gran bostezo. Colocó sus manos sobre el escritorio y ahí recargo su cabeza y tan pronto se quedo dormido.







El sol brillaba como nunca, hasta parecía que en el día anterior jamás llovió. Debany abrió poco a poco los ojos sintiendo los brazos de Tom cubriéndola, volteó y ahí vio a su guitarrista profundamente dormido. Ella besó su frente y se levantó con cuidado para no despertarlo. Agarró su ropa y se metió a bañar.
Cuando salió Tom ya no estaba, tal vez estaba abajo, así que bajó las escaleras y todo estaba en silencio, no había rastro del de rastas eso la desconcertó. Volvió a subir hasta la habitación pero antes de entrar escuchó ruidos extraños
– ¿Tom?- Preguntó extrañada. Dio un suspiro y entró. No había nadie– ¿Tom? Le volvió a llamar- ¿Dónde estás? ¡Esto ya no es gracioso! -Dijo preocupada y molesta.
Seguía escuchando esos ruidos, provenían del baño, así que se dirigió hasta ahí y abrió la puerta. Debany abrió los ojos como platos y empezó a gritar, al fin había encontrado a su guitarrista, pero no como hubiera querido: estaba tirado a un lado de la bañera bañado en sangre. Debany retrocedió hasta topar con algo… o con alguien.
–Mi-¿miguel? –Preguntó con la voz temblorosa.
-Ahora te toca a ti –La giró bruscamente y le clavó el cuchillo con furia.







Debany gritaba. Tom se despertó asustado por el grito, volteó hacia Debany y agarró sus brazos ya que empezaba a manotear.
-Debany, ¡Despierta! –Le suplicó.
-¡No! ¡No me hagas daño!
-Soy Tom, despierta ¡Debany! –Con ese grito logró que ella al fin abriera los ojos. Cuando lo vio, no pudo evitar lanzarse contra él- Tranquila, fue una pesadilla –Trataba de calmarla mientras acariciaba su cabello.
-La sentí tan real –Le dijo con la voz quebradiza.









La pareja se había bañado y dejaron la casa como se la habían recibido. Entregaron la llave a la señora que los había atendido y de nueva cuenta le dieron las gracias.
Ahora se dirigían a la casa de Fernanda por las cosas de Debany. En el camino, Tom pudo notar que algo raro le pasaba a Debany, estaba ida.
Ella seguía en su pesadilla, ya eran dos veces que soñaba a Miguel, dos veces que la quería matar en dos días seguidos. Algo no marchaba bien, eso no era normal.
-¡Debany.
-¿Mande? –Murmuró reaccionando.
-¿Te pasa algo? –Le preguntó preocupado. Ella volteó a verlo y negó con la cabeza.
-Estoy bien, no te preocupes –Ayer pasó una noche genial y no lo iba a arruinar por una estúpida pesadilla.
Tomó la mano de Tom y sonrió, él le respondió de la misma manera. Pero todavía no se sentía tranquilo, la conocía muy bien, sabía que algo la inquietaba.
Volvieron a la ciudad, en cada semáforo en rojo aprovechaban para besarse. Los conductores desesperados siempre les avisaban cuando cambiaba a verde, Debany no evitaba reírse ante el acto de ellos.
Ante otro semáforo en rojo, la chica pudo observar en una tienda un gran oso de peluche, era blanco y su pancita era forma de corazón. Tom vio el oso y sonrió.
-¿Lo quieres? –Preguntó curioso.
-Ah… no –Le respondió avergonzada. –Él estacionó el auto enfrente de la tienda. Se bajó y luego le abrió la puerta a Debany.
-Si lo quieres –Dijo con una sonrisa. Se colocó sus lentes de sol y Debany se enrojeció.
Los dos entraron a la tienda y le dijeron a la chica del mostrador cual oso querían, la chica se los dio pero antes le pidió un autógrafo al guitarrista. Salieron de la tienda y Tom puso el gran oso en el asiento trasero.
-Gracias –Le dijo abrazándolo. El guitarrista acercó sus labios a los de Debany y empezaron a besarse en pleno público, varias chicas lo reconocieron ¿pero que más podían hacer? Era la felicidad de su artista, si él era feliz ellas también. Cuando se separaron los dos sonrieron, subieron al carro y partieron a casa de Fernanda, pero hay algo en que los dos no se percataron, en ese momento había pasado un “viejo amigo” y admiro toda la escena, sonrío para sus adentros y se fue de ahí pasando por desapercibido entre la gente.







Marcela se había despertado y notó que Bill no estaba en la cama, pero vio que estaba dormido en el escritorio. Se levantó y se dirigió hacia donde estaba él y le dio un cálido beso en la mejilla. El abrió los ojos y empezó a estirarse.
-¿por qué te quedaste dormido aquí? –Preguntó extrañada.
-¿He? –Eso lo confundió, pero después vio el escritorio y lo entendió todo- No lo sé –Respondió agarrando su libreta- Léelo –Le pidió ansioso. Marcela tomó la libreta y confundida hizo lo que Bill le pidió.
-Es una canción –Le dijo con una sonrisa.
-Sí, es una canción ella para ti y para Debany.
-¡Es hermosa! –Gritó emocionada abrazándolo. Algo los desconcentró, era la voz de Tom llamándolos desde abajo.
Los dos bajaron, Marcela no había soltado la libreta.
-¿Qué traes ahí? –Preguntó Debany viendo el objeto.
-Mi libreta, Debany… escribí una canción para ustedes –Le respondió Bill.
-¿Enserio? –Marcela le pasó la libreta.
En el encabezado de la hoja decía ‘Ich bin da’. Debany empezó a leerla con mucha atención, parecía que Bill sabía con exactitud cómo se sentía antes, antes de conocerlos, se sintió muy identificada con la letra de la canción.
-Solamente le falta la música –Dijo Bill viendo a su gemelo.
-¡Voy por mi guitarra!







El había llegado a su casa y se dejó caer en el sillón. Dio un suspiro y después una sonrisa, volteó con su amigo, el lo miraba confundido
– ¿Y ahora? ¿Porque estas tan feliz? ¿Acaso ya encontraste a una mujer estúpida para que te tolere?-Preguntó su amigo sarcástico.
-No estoy feliz por mí ¡sino por ti! –Le aclaró
- ¿Por mi? ¿Y porque por mi? –Preguntó confundido, no podía creer que su amigo fuese tan estúpido.
-¿Adivina quien apareció después de que la tierra se la tragó? –Le preguntó poniendo su brazo detrás del sillón.
-¿Debany? –Preguntó atónito y se levantó- Ernesto ¿Era Debany?
-Sí y sigue con ese ¿Crees que venga por la herencia Miguel?
-¡Claro que lo creo! Y si es así, tengo que adelantarme. Ernesto localiza a Raúl y ha Bruno, necesito que la vigilen día y noche al igual que a Tom y a Marcela.
-¿Qué planeas hacer? –Preguntó esperando lo mejor.
-Nada.
-¿Nada? –Eso lo tomó de sorpresa.
-Es hora de que Debany sepa toda la verdad –Dijo con una sonrisa.
-¿Solamente harás eso? –Preguntó decepcionado.
Miguel volteo a verlo con una sonrisa llena de maldad, Ernesto lo entendió parecía que le había leído la mente y ya.


Continuara***
Apartir de aquí subire tres o dos capitulos(:  Faltan poco para que se termine esta fic! Espero & disfruten los tres capitulos que dejé! Los quiero <3

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