-

-
Tercera novela. (Fandom: Tokio Hotel/ HIATUS)

31 ene 2011

Cap. 32 Encubrimiento, ruptura y una mala noticia.

Más y más confusiones. Malditas pesadillas ¿Por qué ella? ¿Qué quieren decir esos sueños? Todos los sueños que ha tenido tienen algo en común y ese algo tiene que ver con los Kaulitz, Kathia y con ella misma. Sea lo que sea, Ashley ya no bajara la guardia, esas pesadillas quieren decirle algo, suena estúpido, pero al parecer es la verdad.






-Ashley, paso algo con Kathia y Travis.
-¿Qué? –Preguntó asustada. Dejo el vaso con agua arriba de la mesa y esperó respuesta de su mamá, pero ella se quedó callada- Mamá no me asustes, ¡dime que paso! –Ordenó alterada.
-¡No me grites! –La regañó- tenemos que ir al Hospital, golpearon a Travis, y al parecer esta grave.
-¡¿Qué?! –Gritó- ¿Cómo, cuándo donde, porque? –Preguntó desesperada.
-¡No lo sé! Flor ya se adelanto para el hospital. –Dio media vuelta y caminó hacia la barra y agarró sus llaves- corre por tu suéter Ashley.
-Espera deja me cambio. No me iré así –Avisó esto último señalando su pijama. Corrió hacia las escaleras y su mamá hacia la puerta.
-¡No hay tiempo! Ve por tu maldito suéter, yo por mientras encenderé la camioneta.
Ashley solamente asintió. Subió a su cuarto y tomó el primer suéter que vio. Corrió hacia fuera y entró a la camioneta, su mamá arrancó la camioneta dirigiéndose lo más pronto al hospital.
















-¿Kathia estás bien? –Preguntó Ashley ofreciéndole un vaso con refresco. Se sentó a lado de ella y espero una respuesta de su amiga.
-Hubieras visto como lo golpeó –Respondió completamente ida.
-¿Fueron golpes? –Preguntó sorprendida. Kathia asintió.
-Jamás pensé que Bill fuera capaz de eso –Dijo volteando a verla.
-¿¡Bill?! –Gritó y se puso de pie por la impresión- ¿Bill hizo eso? ¡No te creo! –Dijo atónita abriendo los ojos como platos.
-¡Cállate! –Ordenó asustada. Se levantó y le tapó la boca. Volteó hacia todos lados, al parecer nadie de la cafetería había escuchado- Ashley por favor, no levantes la voz –Le rogó y quitó sus manos de la boca de su amiga.
-Es que –Comenzó a decir un poco más calmada- no lo creo… bueno ¿Ya le dijiste a la policía?
-No ¡Y no grites! –Dijo rápidamente al ver que Ashley lo iba a volver hacer- no quiero hacerlo –Respondió convencida y se volvió a sentar para tomarse su refresco.
-¿Por qué? –Preguntó sin entender nada.
-No lo sé –Y dicho eso recargó su cabeza en la mesa.
-Kathi –Susurró.
-Ashley… Aún así, no quiero que metan a Bill a la cárcel, no quiero verlo encerrado ¿Sabes lo qué significa eso? –Preguntó sin levantar su cabeza.
-No –Respondió sentándose a lado de su amiga- ¿Qué significa?
-¡Que no lo volvería a ver por mucho tiempo! –Al decirlo rompió a llorar en el hombro de su amiga.
Ashley no dijo absolutamente nada ¿Kathia estaba loca? ¿Ver como golpearon a Travis le afecto el cerebro? Al parecer sí…
La chica de cabello negro observó a la hermana menor de Travis caminar hacia ellas.
-Hola Dany –Logró saludar Ashley.
-Es mejor que vayan hacia la sala de espera. El doctor saldrá con noticias de Travis. –Contestó con un nudo en la garganta. Kathia volteó a ver a Dany y se limpió las lágrimas rápidamente.
-Kathi… ¿Quién fue? –Preguntó entre dientes. Ashley paseó la mirada con Dany y después con Kathia. Es mejor que Kathia diga la verdad, pensó.
-Fue… -Se quedó callada- fueron unos pandilleros –Contestó Kathia sin pensarlo- querían asaltarnos y Travis me defendió. –Ashley dio un suspiro y agachó su cabeza.
-¿Segura? –Cuestionó Dany encarnando una ceja. Kathia volteó a ver a su mejor amiga y después a Dany-:
-Sí –Respondió en un tono muy débil. Dany fijó su mirada al piso y negó con la cabeza.
-Eso espero Kathia –Su tono parecía de decepción. Dio me dio media vuelta y se fue dejándolas solas.
-No digas nada –Le rogó Kathia.
-Kathi, esto está mal. –Respondió Ashley nada convencida.
-Lo sé –Contestó levantándose- Realmente no sé porque protejo a Bill –Confesó- pero esta es mi decisión –Dijo firme- Confío en ti –Terminó volteando a verla.
-¿Lo perdonarás? –Preguntó molesta.
-No. Y tampoco a mi –Respondió con un nudo en la garganta. Se marchó de la cafetería dejando a Ashley con un gran signo de interrogación en su frente. Ella no quería ser parte de esto ¿Dónde quedo la cordura de Kathia? Esa no era su amiga ¿Qué le han hecho?
-¿Ryan? –Sí, era él. Estaba al final de la cafetería sentado solo en una mesa jugando con su gorra- Hola –Musitó. Ya estaba a un lado del chico skater. Ryan la miró pero no por mucho ya que la ignoró y siguió jugando con su gorra- Ryan… Travis se pondrá bien, ya lo…
-¿Vienes sola? Pensé que te acompañaría Kaulitz –Dijo de golpe.
-…Verás –Terminó la frase- ¿Qué dijiste? –Preguntó extrañada. Ryan se colocó su gorra y volteó a verla.
-Los vi –Dijo fríamente- ¿Recuerdas? Yo iba a ir a tu maldita casa –Le recordó entre dientes. Se levantó y se puso en frente de ella –Los vi besándose -Ashley no dijo nada, solamente agachó su cabeza. Había olvidado por completo que Ryan iba a ir a su casa, sinceramente, se había olvidado de todo y de todos en ese momento- Si, yo también me quedaría callado.
-Déjame explicarte –Contestó con un nudo en la garganta.
-No quiero saber nada. Pensé que estabas muy enferma, al parecer te atendió muy bien –Dijo cínicamente. Ashley lo miró molesta y le dio una bofetada que resonó por toda la cafetería, los pocos que estaban ahí voltearon a ver el espectáculo. Ryan solamente agarró su mejilla.
-No soy ninguna puta, que te quede eso bien en claro –Contestó seriamente- Sabes Ryan, estas últimas semanas he estado considerando si seguir o no con esta relación por el simple hecho de no lastimarte.
-¿No te has dado cuenta? ¡Ya lo hiciste! –Gritó molesto.
-¡Lo sé y te pido perdón! -Respondió con lágrimas en los ojos- no es justo lo que te hice ¡No es justo nada de lo que te estoy haciendo! Tú fuiste el primero en darme tu amistad, te agradezco mucho lo que has hecho por mí pero… –Hizo una breve pausa- lo de nosotros fue muy rápido y me he dado cuenta que…no te quiero.
Ryan solamente se quedo callado ¿Aunque para qué? Su mirada lo decía todo: estaba destrozado. Primero su mejor amigo grave en el hospital y después esto, hoy no fue su día.
-Nada de esto fue muy rápido y estoy seguro de mis sentimientos hacia ti –Caminó y se detuvo a un lado de ella- Que disfrutes tu vida a lado de Kaulitz –Susurró en su oído, caminó y cuando estaba un poco alejado concluyó-: no te durará mucho el gusto.
Ashley solamente se encogió de hombros y lloró en silencio, Ryan la ama y Tom… también. Su corazóns olamente le corresponde a uno de los dos y ese es: Tom ¿Cómo lo sabe? Ja, ni ella obtiene la respuesta. Pero algo muy dentro de ella le dice que él es el chico correcto, pero algo más le dice que será su perdición.





















-¡No! –Gritó soltando un sollozo Sandra. Dany y Kathia rompieron a llorar -¡Mi hijo no!
-Lo siento mucho, señora, haremos todo lo posible para que despierte. Con permiso.
Strify se acercó con Kathia y la abrazó con todas sus fuerzas. Travis había quedado en coma.
-Tranquila, despertará ya lo verás –Ella no respondió simplemente seguía llorando.
-Kathi tranquilízate por favor –Suplicó su madre- vamos a fuera por un poco de aire fresco –Comentó tomándola de los hombros.
-¡No! –Gritó- no quiero moverme, ¡no quiero, no quiero! –Repitió una y otra vez. Strify se separó de ella y le limpió las lágrimas. Kathia se estremeció ante el contacto. Estaba frío, al igual que Bill.
-Okey, no te muevas. Yo acompañare a tu mamá por un vaso de agua ¿Si? –Kathia asintió.
Él y Flor desaparecieron por ese gran pasillo. Kathia se recargó en la pared y veía como Dany y Sandra entraban a la habitación de Travis. En el momento en que abrieron la puerta Kathia lo pudo observar: Mejilla y ojos hinchados, su cabeza vendada, su labio partido. Rápidamente cerró sus ojos, no quería ver más, no tenía el valor.
Agachó su cabeza mientras rompía en llanto otra vez. Se escuchó el eco de una puerta, ella volteó a todos lados para ver de dónde provenía y ahí vio al pequeño Kaulitz salir de la puerta de las escaleras y caminar hasta la salida. Kathia pudo sentir como el coraje invadía su cuerpo y sin pensarlo dos veces, salió a perseguirlo.

Continuara***
Disfrutenlo <3

30 ene 2011

Cap. 31 Te veré en otra vida

-¿Qué quieres? –Preguntó. Ese feo gato se transformó en una hermosa muchacha de tez morena, alta, delgada, cabello café, sus ojos eran grandes y de color agua.

-Tommy, Tommy ¿Volverás a dejarme por ella? –Preguntó sensualmente.
-Eso no es de tu incumbencia –Respondió e hizo que se le borrara la sonrisa del rostro a la chica.
-Ya todos saben que están aquí. –Contestó fríamente.
-Las defenderemos…
-¿Cómo lo han hecho antes? –Cuestionó encarnando una ceja.
-No cometeré el mismo error una vez más. –Dijo entre dientes- ¡Más te vale no acercarte a ella porque juro que te matare!
-Eso lo veremos.

Las pesadillas volvían con Ashley…


-¡No! ¡Tom ayúdame! –Gritaba. No quiero, ¡no quiero morir!- ¡Tom! –Grité lo más fuerte que pude.
-¡Suéltame maldito, Suéltame! –Gritaba mi hermana. Yo solamente vi como él la aventaba contra la pared y mordía su cuello- ¡Ahh! –Dio un grito desgarrador, yo ya no pude ver más. Cerré mis ojos lo más fuerte que pude y las lágrimas salían sin control.
-Son unos desgraciados –Dije entre dientes. Yo se que ellos vendrán por nosotras ¡Yo lo sé!, tendré que hacer tiempo, eso es todo.
-¡Ja! –Su risa resonó por toda la habitación, o bueno, creo que estamos en una- Ven preciosa, quiero que veas esto. –Susurró en mi oído.
Agarró mi cabello y me llevó hasta donde estaba mi hermana con Strify. Hacia fuerza para tratar de zafarme, no podía. Era como si un millón de cadenas gruesas me tuvieran amarrada. Cada vez que me movía me lastimaba más y más, pero no me debo de rendir, debo de luchar por mí y por mí hermana.
¿Dónde están chicos? ¿Por qué no vienen por nosotras?
No veía nada, mis lágrimas me impedían ver. Los latidos de mi corazón los sentía ya en mi garganta. Morir es mi gran miedo. No quiero, no quiero ¡No quiero! Tom por favor… ven por mí.
Cuando me di cuenta estaba de rodillas enfrente de Kathia y Strify. Yo lloraba al no más poder ¿Tendré que rogar por nuestras vidas ó rezar por nuestro eterno descanso?
-¡No llores Ashley! –Escuché a mi hermana decir- ¡No les des el gusto, no llores! Repetía eso una y otra vez. No me podía detener, el simple hecho de pensar como y a manos de quien íbamos a morir, me destrozaba por dentro. Pero más me destrozaba al sentir que Tom y Bill nunca vendrán- ¡No Ashley, detente! No llores más por favor, no llores más –Escuche como su voz se quebraba.
-Si Ashley, no llores –Dijo Strify afán de burla- Ya no llores –Esta vez lo dijo como si estuviera llorando. Él y Kiro rompieron a reír.
-¡Mira a tu hermana! –Me ordenó Kiro. Yo solamente negué con la cabeza- ¡Maldita!, ten el valor suficiente y ¡mírala! –Sentí como agarraba mis cabellos y de un jalón hizo que levantara mi cabeza.
-¡Ah! ¡No quiero! –Respondí con quejidos, realmente más lastimada no podemos estar ¿o sí? Cerré mis ojos rápidamente. No aguantaría ver a mi hermana en ese estado- ¡Suéltame Kiro! –Rogué entre sollozos.
-No hasta que la mires, ¡Mírala! –Volvió a jalar mi cabello. Cada vez me salían más y más lágrimas. De tanto llorar ya me falta el aire.
-¡Ya lo hago! Pero suéltame por favor –Abrí mis ojos lentamente y lo que vi no le gustó nada a mi corazón ni a mi alma. El cuello de Kathia estaba completamente lleno de sangre, su rostro golpeado por Strify, igual que el mío por Kiro. Su largo y castaño cabello cubierto por lodo y hojas de árboles, sus ojos rojos por el llanto y su ropa rasgada y sucia de cuando tratamos de escapar. Algo más había en su mirada, en su cuello tenía una gran mordida, Strify lo había desgarrado, su mirada… la mirada de Kathia parecía que…
-¡No! ¡Kathia por favor no cierres los ojos! –Suplique con un grito ahogado.
-No te preocupes, estaremos bien –Me contestó casi en susurro. Strify y Kiro se burlaron.
-Que inocente eres Kathia –Dijo Strify y la aventó hacia mí. Yo la abracé con todas mis fuerzas. Observé como Kiro se ponía a un lado de su compañero y se recargaba contra la pared. Yo fije mi mirada a mi hermana y con mi mano trate de pararle el sangrado.

-Ellos están cerca. –Me avisó en susurró.
-Vendrán por nosotras ¿Verdad? –Pregunté sollozando. Kathi asintió.
Mi hermana una vez más tuvo razón. Escuchamos como la puerta se abría bruscamente y como unos pasos se acercaban hacia donde estábamos nosotros. Kiro sonrió de lado y después enseñó sus dientes con esos malditos colmillos.
-¡Llegaron los Kaulitz! –Alardeó Kiro aplaudiendo- Al fin comenzara la fiesta ¡Yeah! –Gritó golpeando el hombro de Strify.
-La comida esta lista –Respondió Strify fijando la mirada en nostras. Yo, asustada, volteé hacia atrás. ¡Gracias a dios! Al fin están aquí ¿Cómo pude dudar de ellos?
-Tom –Sentí como en mi rostro se dibujaba una sonrisa. Tom no hizo gesto alguno, solamente me veía. Y
Bill hacia lo mismo con Kathia.



-Mírame, mírame –Decía la chica de cabello negro entre sueños.



-¡No! ¡Nos mintieron, nos mintieron! –Gritó como pudo mi hermana. Yo solamente veía a Tom atónita ¿Qué es lo que acaban de decir? Es una pesadilla, todo es una pesadilla.
-¿Seguros? –Preguntó Strify.
-Si –Respondió Bill agachando su cabeza- no nos importa.
-Bill cuando decías que me amabas y que siempre me ibas a proteger ¿Mentías? ¿Por qué Bill? ¡¿Por qué?! –Preguntó Kathia caminando casi a rastras hacia él.
-Tenía que ganar tu confianza muchacha ilusa –Respondió fríamente. Lo desconozco, él no es así ¿Qué pasa?- ¡Nosotros jamás las amamos!
-¿Cómo las podríamos amar? ¡Ni siquiera son personas! Son solamente un instrumento para todos nosotros –Contestó Kiro a nuestras espaldas.
-Solamente alimento… -Dijo Tom, Tom, la persona más importante para mí.
-¡Eres un desgraciado Tom Kaulitz! –Grité lo más fuerte que pude- ¡Tú y tu hermano son los seres más repugnantes que he visto en mi vida! ¡Ojala y se pudran en el puto infierno! ¡Muéranse, muéranse! –Grité una y otra vez llorando más y más fuerte.
De la nada ya tenía a Tom arriba de mí sosteniéndome mis brazos
- Muérete –Dije entre dientes.
Él respiraba rápidamente y apretaba cada vez mis brazos, sentía como uno de mis huesos se rompían uno a uno. Pero eso no me dolió, ya no me dolía nada. Mi alma murió al momento de conocerlos ¿Cómo no me di cuenta de eso antes?
-Tú no sabes nada –Me aseguró entre dientes. Sus ojos se llenaron de lágrimas y se pusieron rojos.
-Quítate –Le ordené comenzando a moverme.
-Jamás me perdonare esto, jamás. Te amo –Cerré mis ojos lentamente.



-Yo también te amo –Contestó la chica.



-¿Quién va primero Bill? –Escuche decir a Strify. Abrí mis ojos y vi que levantaba a Kathia y la aprisionaba contra la pared. Bill agachó su cabeza y pude notar como pequeñas lágrimas se escapaban por sus ojos. Se acercó a Kathia y le dijo algo a su oído. Después bajó hacia su cuello y…
-No mires –Suplicó Tom volteando mi rostro para verlo a él- no mires nada –Dijo tristemente.
-¿Por qué nosotras Tom? –Pregunté dejando caer las últimas lágrimas que derramaría en esta vida. Él no respondió, de seguro no supo que decirme. Sentí sus rastas sobre mi cuello y después sus labios. Los labios donde me sentía segura aún siendo la boca de un asesino, los labios que me encantaba besar aún sabiendo lo que han hecho. Esos labios iban a quitarme la vida ¿Qué más podía pedir?
-Te veré en otra vida –Susurró en mi oído.



-Eso lo sé –Dijo la chica con sus mejillas completamente mojadas.



Me dejó un corto beso en mi cuello y después entreabrió sus labios. Pude sentir sus colmillos sobre mi delgada piel y después de eso un pulsante dolor…



Ashley se levantó completamente exaltada. Sudaba y las lágrimas seguían rodando por sus mejillas ¿Ese sueño lo causó la fiebre? Se tocó la frente para averiguar. No, todo estaba en orden. Hace mucho que no tenía esas pesadillas, esta vez, no olvido nada.

 
Continuara <3
Ojalá y hayan tenido un buen fin de semana(: Gracias por leer, cualquier duda o pregunta, no duden en decirme(:

29 ene 2011

Cap. 30 ¿La verdadera cara de Bill?

-Ya le hable a mi mamá y me dijo que sí –Avisó Kathia agarrando la mano de Travis.

-¡Genial! Bueno, si queremos llegar temprano tenemos que irnos ya –Kathia asintió.
-Ryan, ¿No vas a ir con Ashley? –Preguntó Dany.
-Claro –Respondió fríamente.
-Bueno, entonces yo me voy contigo –Dijo Dany con una sonrisa. Ryan no hizo ningún gesto.
-¿Y ahora a él que le pasa? –Le preguntó Travis a Kathia en su oído.
-No lo sé –Respondió extrañada mientras observaba como se retiraba de ahí junto con Dany.
-Nunca lo había visto así -Confesó preocupado.
-¿Nunca? –Preguntó Kathia volteando a verlo. Travis solamente negó con la cabeza- Espero que no sea nada grave.
-Sí, yo también. Ven –Dijo abrazándola- tenemos que llegar temprano a nuestras casas.
Kathia y Travis pasaron un día completo en el centro. Casi cumplían un mes de estar juntos, así que Travis fue a ver qué regalo le podría dar a Kathia.
El trato que Kathia hizo con su mamá para que la dejara ir al centro era regresar temprano a casa ¡Que regaño le iba a dar! 10: 30 de la noche y ellos aún disfrutando del día, o lo que quedaba de él.
-Pasado mañana –Susurró Travis en el oído de su novia. El chico la traía abrazada y caminaban hacia la parada de autobuses. Kathia dio una sonrisa ante el comentario.
-Todavía no lo puedo creer, el mes se me paso muy rápido –Confesó cerrando sus ojos.
-Conmigo no pudo ser así, cada momento a tu lado siento que el mundo se detiene completamente para nosotros dos. –Se lo dijo dándole un beso en la mejilla.
-¡Lleve una rosa! ¡Lleve una rosa! -Gritó un vendedor ambulante.
-Espérame aquí –Kathia asintió. Travis se separó de ella y fue hasta donde estaba el vendedor.
Kathia dio un suspiro y vio que en frente de ella estaba una banca. Caminó hasta ahí y se sentó para esperar a su novio.
En la noche siempre comenzaba a refrescar, la chica se abrazó a sí misma para calmar un poco el frío. Volteaba a ver a los comerciantes que cerraban sus puestos y estaban listos para irse, todos cerraban a esa hora, sin excepción.
Solamente una seguía abierta, era la tienda ‘favorita’ de Ashley.
-Raros –Musitó Kathia sin importancia.
Agachó su mirada y se puso tensa ante el repentino cambio de ambiente, más pesado, esa sensación ya la había sentido antes ¿pero en donde?... ¡Claro! El primer día cuando llegaron al bosque.
Se pudo apreciar movimiento en ese local, tal vez Strify y los demás ya estaban por salir. Pero al único que logro ver fue al pequeño de los Kaulitz.
-¿Bill? –Preguntó para ella misma ladeando su cabeza.
En efecto, era él y por lo que se veía no estaba nada bien. Cuando salió del local caminaba torpemente y se tambaleaba. Se apoyó en la pared, pero al parecer no pudo más y se dejó caer al piso.
-¡Bill! –Gritó asustada y corrió hacia él. La chica quedó aterrorizada por su aspecto, no parecía el chico bueno y risueño que ha visto antes. Sus ojos, que veían al suelo, estaban completamente dilatados y al rededor de ellos parecía que las venas se les habían saltado, respiraba agitadamente y su boca… en su boca traía ¿Sangre? ¿Acaso lo habían golpeado?
-¡Bill, Bill mírame! –Suplicó agarrándolo de los hombros.
-¡Suéltame! –Rugió. Kathia inmediatamente hizo lo que ordenó. Esa no era la voz de Bill, estaba más grave y realmente daba miedo escucharla.
Kathia sacudió su cabeza, no lo podía dejar todo ‘lastimado’ en la calle.
-Bill –Susurró asustada. Se dejó caer de rodillas y trató levantar su cara pero Bill aventó su mano.
-¡No me toques! –Gritó sin verla. Bill comenzaba a tiritar y gritaba entre dientes.
-¡Bill por dios, necesitas ayuda! –Gritó desesperada volviéndolo a tomar por los hombros.
-¡Tú eres la que necesitará ayuda, aléjate de mi mujer! –Gritó furioso.
-¡Por dios Bill! ¿Qué rayos estás diciendo? –Preguntó exaltada. Solamente veía las gotitas de sangre caer desde su boca hasta el suelo.
-Lo hice, no debí de hacerlo, no debí de hacerlo –Comenzó a sollozar mientras tiritaba cada vez más. Sus brazos se doblaban, en cualquier momento se dejaría caer.
-¿Qué hiciste? –Preguntó confundida- ¿Quién te golpeó? Dime Bill ¿Quién te hizo esto? –Preguntó tratando de sonar calmada.
-No debí de hacerlo –Seguía repitiendo eso una y otra vez.
-¡Mírame Bill! –Gritó desesperada. Tomó su rostro entre sus manos y lo obligó a verla. Bill volvió a quitar las manos de Kathia. Ésta lo agarró fuertemente de las manos, el chico estaba completamente helado. Por dios, tal vez se esté muriendo en este momento.
-Mírame Bill soy yo, Kathia, soy Kathi, mírame ¡Mírame Bill! –Ordenó estrujando sus brazos para que reaccionara.
-Ka… ¿Kathi? –Preguntó con un nudo en la garganta.
-Sí, soy yo –Volvió a repetir.
-¡Kathia, Kathia! –Gritó sorprendido. La chica pudo observar como las venas ya no estaban y los ojos de Bill volvían a la normalidad. Bill abrió los ojos y rápidamente se limpió la sangre.
-¿Quién te hizo esto Bill? –Le cuestionó. Bill seguía limpiándose su boca- Okey, creo que ahorita lo más importante es llevarte a un hospital –Volteó hacia atrás y visualizó a su novio- ¡Travis! –Lo llamó. Travis fue corriendo hasta donde estaban ellos.
-¿Qué haces aquí? –Preguntó Bill exaltado.
-Vine con Travis a comprar algo –Respondió extrañada. Bill agarró las muñecas de Kathia y se levantaron los dos.
-No debemos de estar aquí –Dijo comenzando a apretar sus muñecas.
-¿P-porque? –Preguntó asustada.
-Tenemos que irnos –Ordenó y la jaló para que comenzará a caminar. Kathia se detuvo y lo miro confundida.
-¿Irnos a donde? –Preguntó extrañada.
-¡No hay tiempo Kathia tenemos que irnos! –Su expresión volvía a cambiar.
-Me asustas Bill. Suéltame por favor –Rogó- por favor suéltame –Bill no la escuchó. Lo que hizo fue voltear hacia el local de Strify y Kiro.
-Nos vamos –Dijo firme.
-¡No Bill, ni siquiera se dé que me hablas! –Comenzó a asustarse más de lo que estaba.
-Kathia tenemos que irnos ya –Ordenó molesto y apretó sus muñecas.
-¡No! –Dijo empezando a sollozar- Déjame por favor. –Tratando de zafarse.
-¿¡No escuchaste!? ¡Suéltala! –Gritó Travis furioso y le propinó un puñetazo en la quijada. Bill no hizo movimiento alguno sobre el golpe. Lentamente soltó a Kathia, ella retrocedió aterrorizada. Todo eso era muy extraño.
-Estúpido –Murmuró Bill entre dientes. Volteó a ver a Travis, el cual estaba furioso de la forma en que trató a Kathia.
El pequeño de los Kaulitz volvía a tener esa extraña expresión en el rostro. Caminó hacia Travis y al igual que él le dio un fuerte golpe en la cara, pero esta vez, en la mejilla haciendo que cayera al suelo.
-¡Travis! –Gritó Kathia con un sollozo.
Bill comenzaba a golpearlo sin control, parecía que en ese mismo momento lo iba a matar.
-¡No, no, no! ¡Por favor alguien ayúdenme! –Llorando desesperadamente- ¡Déjalo Bill! ¡Déjalo!
Parecía no escuchar, el seguía con su trabajo: golpearlo hasta morir. Kathia logró ver que Strify salía del local. Corrió hasta él y lo agarró del brazo.
-¿Qué pasa? –Preguntó confundido.
-Ayúdame por favor –Suplicó ahogándose con sus propias lágrimas. Strify pasó su mirada al ‘show’ que estaba ofreciendo Bill en medio de la calle.
-Mierda –Musitó apresurado y corrió hasta donde estaban.
De un jalón lo quitó de encima del pobre chico. Lo aventó contra la pared y tomó sus brazos para que no se pudiera ir.
Kathia corrió hasta donde estaba Travis semiconsciente. Lo abrazó fuertemente y comenzó a sollozar.
-¡Lárgate Bill! ¡Lárgate! –Ordenó Kathia destrozada. Volteó a ver al menor de los Kaulitz. Otra vez parecía volver en sí.
-Yo… ¿yo hice eso? –Preguntó asustado. Se zafó de Strify y caminó hacia Kathia.
-¡No! –Dio un gritó ahogado- ¡No te acerques, no te acerques! ¡Lárgate, no te quiero ver me das miedo! ¡Lárgate! –Gritó desesperada.
Bill se detuvo en seco. Primero vio a Travis, ensangrentado de la cara, temblando de dolor y después vio a Kathia, su expresión era de miedo y coraje. Vio sus manos, también llenas de sangre.
-¡¿Qué?! –Gritó Bill poniendo sus manos en su rostro y dejándose caer de rodillas en frente de ellos. Comenzó a llorar y entre sollozos golpeaba el piso-: ¡Perdón Kathia perdón!
-Lárgate –Dijo fríamente- lárgate.
-Es mejor que te vayas –Sugirió Strify poniéndose a un lado de él. Bill se levantó y se acercó al chico rubio.
-Me las pagaras Strify.
-Vete –Volvió a repetir. Bill volvió a ver a Kathia y después de eso se marchó- hay que llamar a una ambulancia.

Continuara***
espero que les haya gustado(:

28 ene 2011

Cap.29 Por favor, no me alejes de ti.

Solamente hubo un incómodo silencio de respuesta. Ashley bajó su mirada y cerró sus ojos. Sintió como Tom se acercaba a ella colocándose a sus espaldas, estaba tan cerca, solamente rozaban sus ropas. Pero aún así, no le puso una mano encima, procuró nunca tocarla. A la chica se le erizó la piel al sentir su respiración en su nuca.
-Desde la primera vez que te vi -Susurró en su oído.
-¿Cómo lo sabes? Cómo… ¿cómo sabes si lo que sientes por mi es amor? –Preguntó con un hilo de voz.
-Solo lo sé. No necesito a nadie más que a ti para sentirme vivo –Confesó.
-Entonces, ¿Por qué quieres que me aleje de ti? ¿Por qué cuando te hablo actúas indiferente? ¿Por qué me tratas mal? –Preguntó sin entender nada.
-No sabes nada de mí, de mi pasado y prefiero que siga de ese modo. Soy así porque quería alejarte de mí, quería alejarme de ti –Corrigió- Sabía que si tenía algún contacto contigo no me podría detener, nunca me alejaría de ti y eso… eso traería consecuencias y no quiero eso…
-¿Consecuencias? –Preguntó sin verlo. Seguía observando hacia al frente al igual que Tom- ¿Qué consecuencias? –Él solamente se quedó callado.
-No preguntes más, no te responderé y lo sabes. –Finalizó. Ella asintió.
-Eres raro –Soltó una pequeña risa. Aún sabiendo que él la amaba, no se sentía incomoda, todo lo contrario- Otra pregunta, tal vez se parezca a la primera pero ¿Cómo sabes lo que es el amor? –Dando media vuelta para quedar frente a frente. Tom solamente sonrió.
-Lo experimente hace mucho con una mujer igual a ti, ella me hizo sentir sensaciones que nadie más ha logrado y cuando te vi, volví a sentir esas y más sensaciones recorrer mi cuerpo.
Lo dijo con una hermosa sonrisa que Ashley no lo pudo evitar y sonrió también. Nunca se imaginó que lo vería sonreír de esa manera con ella presente.














-¿Lloverá? –Preguntó Ashley viendo hacia el cielo. Espantosas nubes negras lo cubrían por completo.
-No lo sé, yo no doy el clima –Bromeó. Ella solamente volteó a verlo y revoleó los ojos- pero por intuición común, creo que sí –Contestó también mirando al cielo. Ashley hizo una mueca y se detuvo.
-¿Qué? ¿No te gusta que llueva?
-No es eso, yo amo que llueva. Lo que pasa es que ya no aguanto más el sueño –Contestó bajando su mirada. Tom se quedó callado un momento.
-Yo sé como se puede arreglar –Avisó soltando una sonrisa. De la nada, Ashley ya estaba en los brazos de Tom.
-¡Suéltame! –Gritó asustada comenzando a patalear.
-Tranquila –Le pidió riéndose.
-¡Bájame! –Ordenó haciendo un puchero- No me gusta que me carguen.
-No te preocupes que no te voy a soltar. Te cargue para que te duermas. –Dijo con una tierna sonrisa.
-Ah…no, qué vergüenza ¿Cómo me voy a dormir en…?
-Por mí no hay ningún problema –Contestó sin dejarla terminar la pregunta. Ashley solamente asintió.
El feo gruñido de un gato logró que los dos se estremecieran. Voltearon hacia el otro lado de la calle y debajo de una camioneta estaba ese animal: grande, gordo, de color blanco y con ojos color amarillos, realmente era horrible.
-Es mejor apresurarnos –Dijo Tom seriamente observando al gran gato de ahí. El chico de trenzas comenzó a caminar y Ashley observó que ese animal los seguía con la mirada.
La chica ni si quiera se dio cuenta pero, al abrir sus ojos, ya estaban enfrente de su casa. Se había quedado dormida. Tom observaba atentamente la puerta con ella todavía en brazos.
-¿Tom? ¿Qué tienes? –Preguntó extrañada ante como miraba la entrada de la casa.
-¿Hm? –Volteando a verla- Oh… nada –Bajándola con cuidado. Ashley buscó en su bolsa las llaves la casa. Abrió la puerta y entró.
-No puedo creer que me haya quedado dormida en todo el camino –Confesó atónita poniendo las llaves en la barra de la cocina- ¿No te cansaste…Tom? –Finalizó confundida. Él no había entrado con ella- ¿Tom? –Volvió a preguntar. Salió de la cocina y lo vio recargado en el marco de la puerta con los brazos cruzados, realmente se veía hermoso cuando estaba así- ¿Qué haces ahí? –Preguntó con una sonrisa.
-Nada, solamente veía… lo hermosa que eres –Contestó naturalmente. Ashley pudo sentir que se sonrojaba ante el comentario.
-Pasa, no te quedes ahí afuera –Lo invitó retrocediendo. Tom dio una gran sonrisa enseñando sus perfectos dientes blancos y asintió.
Puso su pie adelante del otro y así comenzó a caminar hasta la chica de cabello negro, hasta quedar frente a frente con ella. La acercó a él tomándola de la cintura y acercó su rostro a la de ella y, rozando narices, es como se quedaron un momento mientras se observaban el uno al otro a los ojos.
Toda la tarde se la pasaron platicando. Ashley, al fin se tomó su medicamento y ya estaba mucho mejor. Claudia, le marcó a su celular muy asustada al enterarse de que había salido en esas condiciones, pero al enterarse de que estaba ‘sana’ y salva en la casa, se sintió más tranquila. Tom ya no volvió a la preparatoria, prefirió mil veces estar junto a ella, como siempre lo ha hecho.








[Acompañar los siguientes fragmentos con el video]








-Tom –Musitó- ¿Qué le paso a tu primer amor? –Preguntó tímidamente. Tom, que estaba sentado a un lado de ella, recargó sus brazos en sus piernas, agachó su cabeza y soltó un pesado suspiro.
-Falleció –Respondió con un nudo en la garganta. Ashley se enderezó completamente y se encogió de hombros.
-Lo siento… yo no sabía –Se disculpó en murmullo.
-Está bien –Agregó levantando su cabeza, después volteó a verla- ella está en un lugar mejor ahora.
-Sí, ella ya no tiene ninguna preocupación y estoy muy segura que te está cuidando desde arriba –Le aseguró con una pequeña sonrisa. Tom no le respondió, la chica pudo notar como pasaba saliva con dificultad- Oye y como… -Se quedó callada, no tenía el valor suficiente para preguntar.
-¿Cómo murió? –Completó la pregunta. Ashley asintió. Tom pasó su lengua entre sus labios y cerrando sus ojos pesadamente contestó-: La asesinaron, la asesinaron… -Se levantó del sillón y agachó su cabeza- ¡La asesinaron en frente de mí! –Gritó. Ashley abrió los ojos ante la respuesta- ¡No pude hacer nada, no podía… fui, fui un cobarde! –Lo dijo atropelladamente- ¡Siempre lo he sido!, murió por mi culpa, si yo la hubiera defendido si yo… si yo –Ashley pudo notar como la voz de Tom se quebraba más ante cada palabra. Ella automáticamente se levantó y lo abrazó. Sentía como el chico temblaba y respiraba agitadamente- Fue mi culpa –Al fin rompió en llanto- Ella confío en mí y yo…la traicione. Todas las noches me arrepiento, todas las noches sufro por ella, hubiese querido mil veces que me mataran a mí que a ella. Mataron a la mujer de mi vida Ashley, yo solamente los observé…observé como… como… -Calló cerrando los ojos muy fuerte para impedir que salieran más lágrimas, pero era imposible.
-Shh… tranquilo –Musitó abrazándolo más fuerte. Tom lloraba como un niño pequeño en su hombro- Nada fue tu culpa, nada lo es, creo que sí… si hubieras hecho todo lo posible por salvarla, tú también estuvieras muerto ahora. No te tocaba, todavía no. –Ella no sabía que decirle. Jamás pensó que le contestaría eso, se imaginó que había sido por una enfermedad o por un accidente pero ¿asesinada? Es horrible que te arrebaten a un ser querido de esa forma.
-Tom, Tom mírame –Rogó tomando su rostro entre sus manos- solo recuerda que no estás solo: tienes a tu familia, a tu hermano, tus amigos y… -Hizo una pequeña pausa- me tienes a mí –Terminó de decir limpiándole sus lágrimas- No conozco nada de ti, pero quisiera saber muchas cosas de tu vida, no me alejes Tom, por favor, no me alejes de ti –Suplicó sintiendo sus ojos humedecerse. Hace mucho que no se sentía tan cómoda en compañía de un hombre. Él de una u otra forma le brindaba confianza. Cada vez que lo veía en una esquina, entradas/salidas de la escuela, en el parque, en frente de su casa, sentía que su estómago se revolvía, se alegraba de verlo, se alegraba al ver que él la observaba. Aún sin hablarse, aún sin saber nada del otro, algo de él le llamaba la atención, todavía no descubría qué, pero, tarde o temprano lo sabría.
-Te amo Ashley –Contestó Tom juntando sus frentes. Los dos cerraron los ojos, solamente escuchaban la respiración del otro. Y sin hacer más reproches, juntaron sus labios prometiéndole así a Ashley, nunca dejarla sola.


Continuara***
Espero que les haya gustado, me gustaría saber sus opiniones. Que tengan un buen fin de semana  <3 :)

27 ene 2011

Cap.28 ¿Por qué? ¿Por qué te amo?

-Lástima que no existen –Dijo Ashley desilusionada. Bill, que estaba sentado a un lado de ella, hizo una mueca y cruzó sus brazos.

-¿Cómo lo sabes? –Preguntó confundido.
-Son solamente historias ficticias que fueron cambiando a medida de los años, a aparte si fueran reales, ya sabríamos de su existencia.
-Los vampiros son listos y no quieren que los humanos sepan sobre su presencia, es por eso que no se comprueba que existen –Le contestó seguro.
-¿Y tú como sabes eso? –Preguntó extrañada.
-En casi todos los libros de vampiros viene eso –Respondió con obviedad- Ashley… Crees que todos los vampiros son… ¿asesinos? -Ella rió.
-No. Tienen que matar para comer, esa es su naturaleza y eso no los convierten en asesinos, a parte ‘según esto’ muchos comen animales. Yo siento que… si realmente existieran, para mí, serían personas.
Bill se quedó callado viendo al piso. La mirada alegre y su frente siempre en alto habían desaparecido.
-¿Qué… qué piensa Kathia sobre ellos? –Preguntó con un nudo en la garganta. Ashley se sacó de onda con la pregunta de Bill.
-¿Para qué quieres saber? –Lo miró extrañada. Bill no respondió-: A ella no le gusta nada de eso.
Ella pudo observar la cara de decepción de Bill, pero no le quiso decir nada. De la nada, el pequeño de los Kaulitz se levantó y caminó hacia la puerta.
-¿A dónde vas Bill? –Preguntó Ashley confundida, pero Bill siguió sin responder. De un momento para otro, Ashley se encontraba sola en la habitación. Esa fue una de las pláticas más raras y cortas que ha tenido en su vida.
-¡No me importa! Lárgate ¡No quiero verte ni a ti ni a él! –Se escuchó un portazo. La chica reaccionó y volteó hacia la puerta del director. Vio salir al profesor, a la secretaria y por supuesto, al dueño de la preparatoria.
-¿A dónde fue el muchacho que estaba aquí? –Cuestionó el profesor a Ashley.
-Ah… no lo sé, de repente se fue –Viendo hacia la puerta.
-¡Es un….! –Musitó el profesor retirándose de ahí.
-¿Y usted es? –Preguntó el director.
-Oh… Ashley Triana –Respondió poniéndose de pie y estrechó su mano. El director se puso tenso ante el contacto y apretó un poco la mano de la chica- La secretaría de la Sra. Trümper me envió para dejarle esos documentos –Señalando la pila que estaba en el sillón. El director no prestó atención a ninguna palabra que Ashley dijo, solamente la veía sorprendido.
-¿Tiene hermanas Ashley??
-¿Eh?...No, soy hija única.
-Ah –Exclamó el director- Dafne, lleva esos documentos a mi oficina, cuando regrese los revisare –La pelirroja asintió- Gracias por traerlos Ashley
-De nada –Agarrando su bolso. Al fin se va a largar de ahí.
Caminó lo más rápido que pudo sin detenerse en ningún momento, ya no le importaban las miradas, necesitaba llegar a su casa ya. Empezaba a ver borroso desde que estaba hablando con Bill, sentía que un momento a otro se doblarían sus piernas de lo débil que estaba.
-El portón… -Susurró y dio una débil sonrisa.
-¿Qué rayos estás haciendo aquí? –Preguntó una voz masculina molesta. Ashley no volteó a verlo, solamente se detuvo y le respondió-:
-Vine a entregar unos papeles a dirección. Perdón Tom, me tengo que ir, no me siento muy bien –Respondió tocándose la frente.
-¡Pues claro que no, si estas ardiendo de fiebre! –Le gritó tomándola del brazo. La chica lo vio sorprendida.
-¿Y tú como sabes que tengo fiebre? –Preguntó confundida.
-Porque… -Tom se quedó callado un momento-Porque estas chapeada –Contestó rápidamente- Te acompañare a tu casa –Avisó tomándola delicadamente del brazo.
-No. –Respondió haciendo que la soltara- Estas en la escuela, te puedes meter en problemas.
-No pasará nada. –Le aseguró tomando su rostro para que lo viera. Ashley asintió.
Tom abrió el portón y dejo que ella saliera primero y antes de salir él, volteó hacia las canchas.
















-Ashley, no te vez muy bien –Dijo preocupado sosteniéndola de los hombros.
-No te preocupes, si aguante más de una hora acá, puedo aguantar 15 minutos más para llegar a mi casa –Aseguró con una débil sonrisa. Tom asintió nada convencido, él sabía que no lo lograría ¿Por qué lo hizo? ¿Por qué hizo esa estupidez de salir en ese estado? –Sabes Tom… ayer soñé contigo –Le dijo de golpe. Tom se puso tenso ante el comentario.
-Ah y ¿Qué soñaste? –Preguntó nervioso. Ashley hizo una mueca y volteó a verlo.
-Bueno, realmente no sé si fue un sueño. Yo lo sentí tan real… Tom ¿Ayer estabas en frente de mi casa? –Preguntó extrañada.
-No –Respondió rápidamente- ¿Por qué iba a estar en frente de tu casa? No tendría sentido –Respondió dando una sonrisa nerviosa, ella también río.
-Si ¿Verdad? Entonces si fue un sueño.
Después de ahí, los dos no se dirigieron la palabra. Tom solamente cuidaba de Ashley para que no se fuera a caer ya que debes en cuando se tambaleaba.



Flash back
-¿Tom? ¡No te quedes callado, dame una explicación! –Ordenó.
-¡¿Sabes cuál es mi problema?! –Gritó desesperado viendo hacia el cuello de Ashley. Después la vio a los ojos- ¡Tú! ¡Tú eres mi maldito problema! Desde que llegaste no hago otra cosa que pensar en ti, ¡no puedo aguantar ningún día sin verte! Eres una droga para mí –Agarrándola de los hombros- te sigo a todos los malditos lados, no puedo estar tanto tiempo lejos de ti ¿Porqué? ¿Por qué te amo? ¿Porqué tú? ¡¿Por qué?! –Apretándola cada vez más y más- Yo más que nadie se que este sentimiento no puede ser y es lo que más rabia me da –Dijo entre dientes. Ashley comenzaba a quejarse ante el dolor que sentía cuando Tom apretaba sus brazos, era demasiado fuerte y no podía quitárselo de encima.
-¡Suéltame! –Ordenó tratando de zafarse- ¡Tom me lastimas! ¡Suéltame!
Termina Flash Back


Ashley abrió los ojos ante ese recuerdo: ¿Por qué? ¿Por qué te amo?
-Tom –Lo llamó deteniéndose.
-¿Qué pasa? –Preguntó confundido.
-¿Realmente me amas?



Continuara***
Gracias por tomarse su tiempo en leer <3 :3

26 ene 2011

Cap.27 ¿Te gustan los vampiros?

Cansada, extrañada y con un dolor de cabeza, fue así, como llego a la oficina del director. Tenía algo muy en claro, jamás iba a volver a esa preparatoria ¿Por qué? Porque simplemente todos los alumnos de ahí eran raros: los que pasaban o estaban ahí volteaban a verse y a secretearse cosas al verla pasar, otros se detenían a mirarla sin despistarle tan siquiera un poco y juraría que tres chicos que pasaron junto a ella aspiraron su olor.

-Buenos días –Saludó agitada- La secretaria de la Sra. Trümper me envió para dejarle estos documentos al director.
-Okey, déjeme avisarle, si quieres toma asiento –Contestó la secretaría pelirroja mirando el sillón que estaba a un lado del escritorio.
-No, es que… yo ya me tengo que ir –Dijo seriamente- se los dejo a usted para que se los entregue a él.
-Lo siento no puedo hacer eso –Aclaró con el mismo tono de voz que Ashley.
-Pero… ¿Por qué? –Preguntó confundida y molesta.
-Por qué a mí no me corresponde. Le correspondía a Natalie, pero mejor la mando a usted así que usted se los entrega. –Respondió descaradamente- Si gusta tomar asiento, yo voy avisarle al director.
-Pero… pero -Tartamudeaba sin comprender nada. La secretaria la dejo hablando sola y Ashley se quedo todavía un momento de pie sin comprender- ¡Agh! –Se quejó golpeando el piso.
Dejó caer todos los documentos y papeles en el sillón y después ella se sentó a un lado cruzando los brazos. A 10 cm de ahí observó un bebedero, se levantó y se dirigió hasta él.
-“A mí no me corresponde, le correspondía a Natalie –Bufó arremedando a la pelirroja mientras llegaba al bebedero- usted los va entregar blah, blah” Ojala y la despidan –Deseó entre dientes abriendo la pequeña llave del bebedero. Tomó agua y se remojó su rostro-Ah… la necesitaba –Confesó un poco calmada.
-¡Es una pérdida de tiempo! –Rió.
Ashley volteó hacia la entrada y observó al pequeño de los Kaulitz entrar acompañado, tal vez, de un profesor
-Mándame cuantas veces quieras, sabes que no me hará nada –Recordó con superioridad.
-Eres un prepotente –Dijo entre dientes el señor- ¡Estoy harto de ti y de tu hermano! –Gritó.
Ashley observó como la mano del profesor se cerraba en forma de puño y comenzaba a temblar, por lo que ella veía, de coraje.
Ese problema simplemente no era de su incumbencia así que se volvió sentar en el sillón. Aunque le inquietó el saber del porque estaba en dirección y del porque el profesor reaccionó así con él ¿Tan insoportables son?
-Vete a sentar mientras yo hablo con tu… -Calló de golpe. En ese momento Ashley volteó a verlos y notó que ellos hacían lo mismo con ella- Director –Terminó la oración sin dejar de mirarla- Siéntate –Ordenó.
Bill resopló y dio una sonrisa
–Nunca entiendes –Dijo burlándose. Ashley se volteó y agachó su mirada a su celular que tenía en sus piernas. Lo agarró y comenzó a jugar con él. Escuchó como la puerta se abría y cerraba y a Bill acercándose, se sentó en el sillón en frente y ella pudo sentir que la observaba. Ella no aguantaba que se le quedaran viendo así porque empezaba a sentirse incómoda. Ya volteaba para un lado, veía su celular, jugaba con sus manos o hacía ruido con sus pies, todo para evitar miradas con él. Pero era imposible, la mirada de Bill estaba clavada en ella.
-¿Por qué tarda tanto? –Pensaba al darse cuenta que la secretaría llevaba más de 10 minutos en la oficina del director.
Sentía su cuerpo arder y mucho sueño. Ya no aguantaba estar un minuto más ahí y ni mucho menos con alguien observándola de esa forma.
-¿Te gustan los vampiros? –Ashley volteó a verlo ante la pregunta. Bill encarnó una ceja y dio una pequeña sonrisa.
-Sí –Confesó tímidamente- ¿y a ti? –Bill convirtió esa pequeña sonrisa a una enorme enseñando sus perfectos dientes blancos.
-También. Pienso que son unos seres… fascinantes –Respondió entrecerrando sus ojos

Continuara***

25 ene 2011

Cap. 26 Una señora… algo alegre.

Ashley iba sollozando en silencio por los pasillos de la institución. Sentía que había decepcionado a Ryan, y claro ¿Quién no se sentiría así?

Por su cuenta lo iba a decir, pero parecía que su boca tenía vida propia y negaba procesar esas cuatro palabras y a la vez sintió que a él no le correspondía la respuesta. Nunca en su vida le había dicho a un chico un “Te amo” y bueno, él será uno más en la lista ¿Cuándo hallara al indicado? O tal vez si es él, solamente es darle más tiempo a la relación.
Antes de llegar al portón se recargó en la pared y tocó su frente. Volvía a sentirse mal, necesitaba pronto antes tomarse las pastillas. Aspiró aire y caminó hacia la salida.
-¡Espera! –Gritó una voz femenina. Ashley escuchaba los sonidos de unos tacones acercándose hacia ella.
-Hola Natalie –Saludó tocando el portón y volteando a verla.
-Ay, qué bueno que te alcance –Dijo acomodando unos documentos para que no se les cayera del brazo- ¿Me puedes hacer un favor? –Preguntó desesperada.
-Ah… pues –Viendo hacia la calle- yo ya me tengo que ir –Respondió despacio.
-¡Por favor por favor por favor, te lo ruego! –Dijo con más desesperación. Ashley vio a Natalie, si que estaba apurada: Muchos libros y documentos en un brazo, en el otro colgaba un gran bolso y en la mano tenía un café y un pequeño radio.
-Está bien ¿Cuál es? –Preguntó tratando de no sonar grosera. Natalie no le caía nada bien, pero al ver como estaba le dio lástima.
-¡Gracias! –Soltó aliviada- Mira: agarra estos documentos por favor –Ashley asintió e hizo lo que le ordenó.
-Si que pesan –Confesó dando una sonrisa nerviosa. Cuando Ashley ya traía los documentos en sus manos noto que Natalie se sentía más a gusto. -¿Y…? –Hizo una mueca- ¿Adonde los llevo?
-A la preparatoria –Respondió acomodando el gran bolso que traía en el otro brazo.
-¿¡Qué?! –Exclamó sorprendida- Natalie… sabes que no puedo ir ahí, si la directora me ve en ese lugar ¡me expulsa! –Recordó exaltada, con esa reacción hasta se le olvido la fiebre.
-Yo sé muy bien lo que dijo –Le contestó volteando a verla- Escucha, si te descubren o te dicen algo, diles que yo te mande –Dijo poniendo una mano sobre su pecho- y así no te dirán nada.
-Pero… -Musitó mirando los documentos, sabía que si la descubrían estaba muerta.
-¡Natalie! ¡¿Dónde está mi café?! -Gritó Simone como desquiciada por la radio causando que hiciera un ruido horrible en la señal.
-Por favor, por favor –Volvió a suplicar la secretaria rubia.
-Está bien –Accedió nada convencida- ¿A quién se los doy?
-Solamente dile a la secretaria que esos son los documentos que pidió el Sr. Trümper –Ashley asintió- ¡Muchas gracias! –Volvió a agradecer yéndose de ahí.
-Ah… -Se quejó echando su cabeza hacia atrás- ¡Trágame tierra por favor!

















Ashley observó las enormes iniciales doradas de la preparatoria, arriba del gran portón negro, con ese toque la institución se veía muy lujosa. Al entrar a un lado estaba una vitrina llena de trofeos y reconocimientos a la preparatoria y en frente estaban los cuadros de honor.
No estaban los Kaulitz, pero si estaba el rubio de lentes que había visto con Tom hace mucho.
-Primer lugar: Gustav ¿Sch… scheifer? ¿Por qué tienen apellidos tan raros? –bufó.
-¡Señorita! –Gritó una mujer de edad mayor a su espalda. Ashley se exaltó ya que seguía observando, muy entretenida, los cuadros de honor- ¿Qué hace aquí? –Preguntó la anciana de aproximadamente 70 años, de estatura chica, cabello corto platinado, con una blusa de flores rojas con amarillas y una gran falda negra y zapatos con pequeños tacones y con unos lentes de aumento colgando de su blusa.
-La secretaria Natalie me mando para entregarle estos papeles al director –Respondió nerviosa alzando el brazo donde tenía los documentos. La anciana dirigió la mirada hacia ellos y luego hacia la chica. Ashley solamente deseaba que la señora le quitara esos pesados papales para irse a su casa y descansar, pero no sucedió así, al contrario, se le quedó viendo a los documentos como por un par de minutos.
-¡Señora! –Le llamó Ashley un poco desesperada.
-¿Mande? –Viéndola amablemente.
-¡¿Qué hago con esto?! –Acercándole los documentos.
-¡Oh! –Exclamó como si lo hubiese olvidado- vaya a dirección –Respondió como si nada.
-Si sé que tengo que ir ahí pero ¿dónde queda? –Trataba de ser tolerante, pero estar ardiendo de fiebre no ayudaba mucho.
-¿Dónde queda qué? –Preguntó confundida la señora.
-¡La dirección! –Gritó perdiendo los estribos.
-¡Ah! –Exclamó recordándolo- hubiera dicho eso antes, está en ese edificio –Dijo señalando al edificio más retirado de la preparatoria.
-¡Hay no puede ser! –Exclamó desesperada.
-Yo que usted me apuraba. El director saldrá a comer y créame que después de eso no lo veremos por un laaargo tiempo –Habló seriamente. Ashley volteó a verla extrañada por la forma en que lo dijo. La cara de la anciana la había cambiada por una de preocupación y de miedo y esto a Ashley, la extrañó. Las hojas comenzaron a arrastrarse por el suelo o a levantarse por la brisa fresca que se dejo venir, algo raro para un día de calor. La chica se estremeció ante el contacto del frío en su piel
-Que tenga buen día –Se despidió con una sonrisa y se marchó de ahí comenzando a tararear una canción
-Que señora tan más… -Admitió extrañada y no completo la frase.

Continuara***
Este capitulo fue para darle un poco de comedia al asunto xd espero & les haya gustado (': <3

24 ene 2011

Cap.25 “Yo también te amo”, difícil de pronunciar

-Tengo frío –Musitó Ashley tapándose hasta el cuello con la cobija.

-A ver –Dijo su madre tocando sus mejillas y su frente- tienes fiebre –Dijo extrañada- que raro, ayer estabas muy bien.
-No quiero enfermarme –Contestó asustada. Empezó a temblar, ¡bienvenidos escalofríos!
-Nadie quiere enfermarse –Aclaró su madre acurrucándola.- no te levantes, voy por unas pastillas ¿Okey? –Levantándose. Kathia, que escuchaba todo desde la puerta, se acercó a su amiga y se sentó a un lado de ella.
-No te vez nada bien –Confesó al ver a Ashley temblar- procura no levantarte, yo les diré a todos porque no fuiste.
-Te dejare sola ¿Sobreviras sin mi? –Preguntó con una sonrisa egocéntrica. Cerró los ojos y dio un suspiro. Odiaba enfermarse de fiebre.
-Esa es la pregunta ¿Sobreviras sin mi? –Dijo soltando una pequeña risa. Ashley negó con la cabeza- ya lo sabía –Respondió con Ego. Ashley se había acomodado de lado lista para dormir cuando recordó algo importante-:
-¡El trabajo de física! –Gritó alterada.
-No te preocupes yo lo llevare –Contestó Kathia haciendo que su amiga se acostara.
-Gracias Kathia, por eso te quiero –Dijo bromeando.
-Kathia, es mejor que te vayas, luego llegaras tarde –Sugirió Claudia desde la puerta.
-Okey, te veo al rato –Volteando con Ashley- ¡Cuídate! –Levantándose.
-¡No se te olviden los trabajos! –Gritó difícilmente.
-¡No lo haré! –Le contestó desde el pasillo.
-Siéntate para darte la pastilla –Ordenó su madre.
-Ah… odio estar enferma –Contestó quejándose.



















Toda la mañana Ashley se la pasó pensando en que había comido o hecho para enfermarse de ese modo. Tal vez ayer, cuando salió en busca de Tom ¡Ah! Volvemos a lo mismo: nunca salió, todo fue un sueño; aunque no recordaba haberse quedado dormida. No, sí salió, por dios no está loca, nada fue un sueño: Salió corriendo de su casa para aclarar las cosas con él, pero ya se había ido y después de ahí… su mente quedó en blanco.
Trataba de hacer memoria, a ver: salió, Tom ya no estaba, iba a volver a la casa… pero no lo hizo ¿Por qué no lo hizo? Vamos, recuerda…
-Ah, dios –Agarrándose la cabeza- sea lo que sea, me tendré que acordar –Dijo rendida. Más de rato leyó su libro favorito de vampiros para pasar el rato- ¡OH! Si sigo con la fiebre… no podré ir con Kiro –Gritó victoriosa- Ha, algo tiene de bueno estar enferma –Confesó cerrando el libro satisfecha- un peso menos. Y ya sé exactamente lo que voy hacer con Ryan y Tom –Dijo segura.
Ya se sentía mejor el medicamento comenzaba hacer su trabajo. Cuando tuvo fuerzas suficientes se levantó y fue directo a la cocina por un vaso de agua.
–La necesitaba -Murmuró poniendo el vaso en su lugar. Iba rumbo a las escaleras pero se detuvo al ver un legajo color marrón arriba de la mesa
–Si se te olvidó Kathia, date por muerta –Dijo asustada. Abrió el legajo y vio con letras llamativas: “Física IV” y antes de que le diera el infarto vio de quien pertenecía: Kathia Itzel Moreno Salas. Dio un suspiro y cerró el legajo -¿Ahora qué hago? –Preguntó haciendo una mueca. Revoleó los ojos, no había de otra.
Se baño lo más rápido que pudo y se puso la primera ropa que vio. Tomó su pequeña mochila y ahí guardo su celular, obviamente el trabajo y las llaves de su casa.
En el camino se recogió el cabello y caminó lo más rápido posible hasta la escuela
–Solamente espero no desmayarme –Susurró para ella misma.
No le fue difícil entrar. La gran puerta estaba abierta. Caminó por las canchas desiertas hasta llegar al salón –Sana y salva –Musitó con una sonrisa.
-Profesor ¿Me permite a Kathia? –El profesor volteó a ver hacia los alumnos, Kathia no estaba.
-Creo que salió –Respondió el profesor.
-¿Enserio? Si no me dice no me doy cuenta –Pensó sarcásticamente- Bueno –Volteó con sus compañeros y ahí visualizo a Dany- ¿Me permitiría a Danae? –El profesor asintió. Dany salió disparada de su lugar, le agradecía que la hubiera sacado de la aburrida y estresante clase de Historia con el querido profesor Corpus.
- ¿Qué haces aquí? ¡No deberías de salir de la cama! –Dijo alterada.
-Pensé que te alegraría verme –Contestó bromeando.
-Te agradezco que me hayas sacado de la clase de Corpus.
-¿Quién no me agradecería eso? Por dios. –Dijo riéndose. Sacó el legajo de su mochila y se lo entregó a Dany- Por eso vine. A Kathia se le olvidó el trabajo.
-Ah –Agarrándolo- es por eso que andaba preocupada –Soltando una pequeña risa.
-¿A dónde fue?
-A la dirección para marcarle a su mamá.
-Ah, okey. Bueno Dany, tengo que regresar a la cama porque siento que la fiebre no tarda en volver –Acomodándose la mochila- Adiós.
-Espera… -La llamó con la voz quebrada.
-¿Mm?
-¿Es cierto que cortarás a Ryan? –Preguntó un poco triste.
-Te dijo Kathia verdad –Dany asintió.
-Pensé ayer todo el día sobre eso y ya tome mi decisión…
















-Se me pasó la hora de tomarme las pastillas –Murmuró Ashley bajando las escaleras. Se detuvo al ver a Ryan en frente de ella- ¿Qué haces aquí, porque no estás en el salón?
-Corpus me mando a la dirección –Respondió metiendo sus manos en los bolsillos de su pantalón- ¿Y tú qué haces aquí? -Preguntó tocando la frente de Ashley- Sigues teniendo mucha fiebre, no debiste de salir de la cama, te pondrás peor –Le dijo preocupado. Ashley no le respondió, solamente veía la mano de su novio en su frente. ¿Cómo dejarlo? ¿Cómo dejar a alguien que realmente te ama por uno que… solamente te da falsas ilusiones ó que quiere confundirte? Por eso eligió la respuesta más obvia.
Ella no sabe lo que realmente quiere Tom, todo lo de esa noche pareció un sueño, un extraño sueño. Le gusta, eso no lo va a negar. Pero él no le habla, nunca lo ha hecho más que ese día. No cometerá una estupidez, a parte, Ryan la ama muchísimo para no lastimarla, eso es claro, él no será otra decepción en la lista.
-¿Ashley? –Al fin salió de sus pensamientos.
-No te preocupes, ya me voy para mi casa –Ryan sonrió. Acarició su mejilla y asegurándose de que no había ningún profesor cerca, la besó.
-Cuídate por favor –Susurró sobre sus labio, ella asintió- Me tengo que ir, después me va peor con Corpus –Subiendo otros dos escalones.
-Ryan, -Éste se detuvo y volteó a verla- ¿vendrías a mi casa?
-No hay necesidad de que lo pidas, te amo –Contestó con una sonrisa.
-Yo… -¿Por qué no salen las palabras? No es tan difícil- Yo… -Vamos, completa la oración “Yo también”. Ashley comenzó a desesperarse, tenía las palabras tocando puerta para salir, pero su boca no quería pronunciarlas. A Ryan se le borró la sonrisa y en su mirada se pudo observar tristeza.
-Me tengo que ir –Dijo con la voz apagada. Un silencio hubo en ese momento. Solamente se escuchaba el sonido que hacía los zapatos de Ryan.
Los ojos de Ashley se llenaron de lágrimas. Sintió un dolor en el pecho al ver la cara de Ryan, jamás había visto esa expresión en su rostro. Ella quería contestarle, realmente sí. Pero su boca no reaccionó, algo en ella impidió que hablara.
-Yo también te amo –Susurró derramando una que otra lágrima.

Continuara***
Por poco & no subo D: mi mamá anda con sus ataques esquizofrenicos :B Gracias por leer, los quiero demasiado <3 (':

23 ene 2011

Cap.24 Bésame

-Te extrañe amiga –Dijo Andrea respondiendo al abrazo- pueden pasar siglos, pero tú siempre serás la misma.

-No se diga de ti.
-Claro, exclúyanme del abrazo –Habló Georg cruzando los brazos. Yo solamente me reí.
-Ah, ven acá Georgy –Se acercó y los tres nos abrazamos.
-¡Has vuelto! –Dijo él con una sonrisa.
-Nunca me he ido, es solamente de refrescarme la memoria –Bromee- si que se han alimentado bien, el sol no los está lastimando.
-Ashley ¿cuántas veces te los tenemos que decir? Si nos da el sol no nos vamos a quemar porque…
-Mientras Kathia y yo estemos aquí, no hay de qué preocuparse. –Contesté cruzando los brazos.
-¿Qué? ¡No! –Dijo Andrea- Tú sabes que nunca las vamos a lastimar, dios, no nos importa lo que su vida nos da. Ashley sabes que nos alimentamos de animales y mientras estemos alimentados no nos pasara nada…
-Por dos días. Admítanlo ¡Nos necesitan a Kathia y a mí! –Dije cansada.
-Si no lo hicimos antes ¿Qué te hace pensar que lo haremos hoy? –Preguntó Georg molesto.
-Nosotros siempre las protegeremos –Yo lo sé Andrea, pero aún así, se que nos necesitaran tarde o temprano, pensé.
-Ashley ¿Y Kathia? –Me preguntó Andrea extrañada- No la he visto en todo el día –Me dijo preocupada.
-¡Hay pero que preguntas niña! Si aquí no está Kathia es porque esta con…



-Travis se me declaró ayer en la noche…. Le dije que sí…. No sabes cuánto amo a Travis….Travis…



-¿Ashley?
-Ah…



- Travis y Ryan han sido muy buenas con nosotras desde que llegamos aquí…Creo que me gusta Ryan…. ¿Quieres ser mi novia Ashley?.... Te amo Ryan….Ryan….



-¡Andrea! rápido ¡no dejes que regrese!
¿Dónde estoy?... Casas deterioradas… son las casas abandonadas pero…. ¡Andrea y Georg!
-¿Ashley, te sientes bien? –Me preguntó Andrea.
-¡No sé lo que son! –Ya me quiero ir de aquí. Despacio comencé a retroceder, no quiero saber nada de esto-: y no quiero saberlo –Dije asustada.
-Ashley –Susurró Andrea y se encogió de hombros. Siento que mi corazón se va a salir del pecho y siento como nauseas y mis piernas se doblan por si solas- ¿No recuerdas nada?
-¿De qué? –Pregunte confundida- ya me quiero ir… me siento mal… yo... –Comencé a trabarme cuando hablaba, enserio ya no aguanto más, siento que me desmayare…
-¡¿Qué haces?! –Gritó una voz a mis espaldas.
-¡Haciendo que recuerde Tom! Si tu no la quieres tener devuelta nosotros si –Le contestó Georg- ¿No la amas? ¿Acaso no la amas?
-¡Tú no sabes lo que siento por ella! –Gritó furioso. Su expresión comenzó a cambiar, sus ojos se hacían completamente negros…parecía un demonio.
-Tom…-Murmuré.
-Ashley –Volteó a verme, vi como volvía a la normalidad y después de eso me sentí caer. Pero la caída no dolió como lo esperaba. Abrí débilmente los ojos, estaba en sus brazos. Yo recargue mi cabeza en su pecho, no quiero que me suelte.
-Tom, dile –Escuché decir a Georg- Dile que eres…
-¡Cállate! –Rugió. Tom temblaba, pero no sabía por qué. Volteó a verme y acarició mi mejilla- no lo sabrás, te alejaras de mi, por tu bien.
-¡No lo hagas Tom! Georg detenlo –Lloró Andrea ¿Qué iba hacer? Bueno, no me importa, mientras me siga abrazando, no me importa nada.
-Te amo Ashley es por eso que lo estoy haciendo, no quiero que sufras –Me susurró al oído.
-No entiendo nada Tom -Respondí aferrándome a él.
-Y espero que así siga…
-¡No Tom, no Tom! –Gritaban desesperados Andrea y Georg.
-Te amo…
-Bésame –Le rogué, no tardo mucho en hacerlo…














-Ashley, levántate –Ordenó su madre. Ashley pesadamente abrió sus ojos, los sentía tan pesados que los volvió a cerrar.
-¿Qué? –Preguntó cansada.
-Es hora de cenar.
-¿Cenar? –Preguntó confundida. Se levantó rápidamente, eso hizo que se mareara. Cuando se recuperó de ese pequeño mareo se dio cuenta de que estaba en su habitación. –Como… ¿Cómo llegue aquí? –Preguntó en susurro.
-¿Dijiste algo? –Preguntó su madre antes de salir de la habitación.
-No –Volteando a verla. Comenzó a sentirse confundida. Ella estaba afuera: salió a buscar a Tom y después de eso…-: Ah, mi cabeza –Se quejó. No recuerda nada. Ni se dio cuenta en qué momento volvió a entrar a la casa, pero tal vez ni siquiera salió y todo fue un sueño, pero ni si quiera recuerda haberse acostado.
Como pudo, caminó hacia la ventana que daba a la calle. Llovía. Las calles estaban desiertas, no se veía ninguna alma por ahí. Volteó hacia el árbol en donde estaba recargado Tom, pero en ese lugar solamente se veían las hojas caer
–No fue un sueño…

Continuara***
Acabo de subir un oneshot a mi fotolog http://www.fotolog.com/tomkaulitz__th si les interesa leer, es muy lindo & creo que contiene un gran mensaje y... bueno, me gustaría saber sus comentarios(: gracias <3

22 ene 2011

Cap. 23 “Viejos amigos”

Comenzaron a caminar, yo estaba como estúpida en medio de la calle viéndolos ¿Cómo puede pasar esto? No es posible, y si estuviera viva ¡ella ya estuviera vieja!

Solamente hay una explicación para esto: vampiros. Existen, claro que sí, con esto me ha quedado muy claro ¡Existen, existen! ¡Los seres que para mí son los mejores en este mundo existen!
Sentí como se dibujaba una sonrisa en mi rostro, esto es tan genial, se que algunos de ellos son peligrosos pero… ellos no, Andrea y Georg no lo son, estoy segura.
Note que Andrea se detenía y volteaba a verme, tal vez quiere que la siga
–Espero que sea eso Andrea- Dije para mí misma poniéndome en marcha.
No me acerque a ellos, mantuve mi distancia. Ellos se la pasaban riendo, Andrea jugaba con el cabello de Georg y el se lo estiraba jugando. De vez en cuando se detenían y volteaban hacia a mí y al ver que los seguía, volvían a caminar.
Ni yo misma se porque estoy haciendo esto. Seamos realistas, aún sabiendo que existen me hubiera aterrado y me hubiera encerrado en mi habitación, pero bueno, siempre actuó antes de pensar, digo esto porque a mediación del camino me dieron cosquillas en el estómago, esto en mí, es como un presentimiento y casi siempre es para avisarme que algo malo va a pasar.
Llegamos a las casas abandonadas ¡Tin, tin, tin! Respuesta correcta, algo malo va a suceder. Andrea y Georg se detuvieron enfrente de una de las primeras casas, esas eran las menos deterioradas. Ahí si me acerque a ellos y los pude observar mejor ¡Dios! No han envejecido en lo más mínimo. Andrea podría decirse que parecía una chica de mi edad y Georg era realmente guapo.
Los tres no nos dijimos nada y solamente nos veíamos uno al otro. Esto me está desesperando, pero hagas lo que hagas por favor no hables hasta que ellos lo hagan.
-Ho-hola, mi nombre es… -¡Gracias! Ni yo misma me escucho.
-Ashley, lo sabemos –Sonrió Andrea sujetando la mano de Georg. Okey… eso me confundió mucho
-Aamm, claro –Mire hacia el piso ¿de qué más puedo hablar con ellos? –Como digo esto… -Los voltee a ver- Ustedes…no, olvídenlo –Dije soltando una pequeña risa nerviosa.
-¿No se supone que estábamos muertos? –Mire sorprendida a Georg. Eso era exactamente lo que iba a decir.
-Ah… no olvídenlo, es una estupidez
-No lo es. Respondiendo a tu pregunta ¿Tu qué crees? –Preguntó Andrea cruzando los brazos.
-Una pregunta no se responde con otra –Le dije en susurro viendo hacia otro lado.
-Yo sé eso, pero se me hace muy estúpido que preguntes eso sabiendo exactamente la respuesta.
-Yo no lo pregunte –Ah perfecto, estoy actuando sin pensar, otra vez. No es buena idea provocarlos, cualquiera lo sabe- Y mucho menos se la respuesta –Dije tratando de sonar convincente. Andrea se echó a reír, creo que no lo logre.
-Ashley, no has cambiado en nada desde que te conocí –Confesó caminando hacia mi- hace… -Hizo una mueca- unas décadas atrás –Con una sonrisa.
-Eso es lo que le encanta de ti –Dijo Georg poniéndose a un lado de Andrea.
-¿Quién? –Pregunte confundida- ¿De qué hablas? Yo jamás te había visto en mi vida y… -Me quede callada no se que más decir, solamente los veía desesperada buscando una sola respuesta.
-¿Quieres una? –Preguntó Georg. ¡Claro! Leen las mentes, es por eso que supieron lo que quería preguntar.
-Sí –Respondí firme.
-Vamos Ashley tu sabes la respuesta de la primera pregunta, dilo, sin miedo –Dijo Andrea como si nada y la sonrisa nunca se le quitó del rostro, creo que es muy risueña.
-Exacto, eso es lo me encanta de ella –Me contestó Georg volteando a verla y depositándole un beso en la mejilla. Me estoy desesperando, no quiero que me lean la…
-Basta Georg, sabes que a ella nunca le ha gustado que leamos su mente –Lo regañó tomando su mano.
-Ah, es verdad –Volteando a verme.
-Si, no me está gustando esto de que me lean la mente.
-Nunca te ha gustado ¿verdad amor? –Andrea solamente asintió.
-¿Nunca? ¿Cómo que nunca? –Pregunte confundida.
-¡Hey! –Exclamó Andrea- no hay que avanzar mucho en las preguntas, ni siquiera has respondido a la primera –Haciendo un puchero.
No entiendo porque yo tengo que responderla si yo pregunte pero…
-Ustedes no están muertos porque son…- Me quede callada, no sé cómo decirlo.
-Sin miedo, no te vamos a morder –Dijo Georg abrazando a Andrea- o bueno, no por el momento –Andrea también rió. A mí no me dio gracia y lo único que causó fue que me diera un escalofrío por toda la espalda. Se seguían riendo, no, se estaban burlando.
-¡Son vampiros! –Grité furiosa. Los dos se callaron de golpe y voltearon a verme y yo di una enorme sonrisa –Son vampiros, y aunque quieran… no podrán hacerme daño. –Dije victoriosa. Andrea se separó de Georg y caminó hacia mí hasta quedar frente a frente.
-¿Y por qué no? -Preguntó levantando una ceja.
-Por que son mis mejores amigos –Contesté abrazándola.

 
Continuara***
Comenteen :B quisiera saber su opinión e.e gracias por leer <3 (:

21 ene 2011

Cap.22 Ver para creer

-Ryan se pasó, el oso que te regaló está muy lindo –Admitió Kathia abrazándolo.

-Si, está realmente bonito –Contestó Ashley, que estaba sentada abrazando sus rodillas viendo hacia la ventana.
-Ashley ¿Qué tienes? Desde la mañana estas así –Dejando el oso en su lugar y caminando hacia donde estaba su amiga.
-Es que he estado pensando.
-¿En qué? –Sentándose enfrente de su amiga.
-En si cortare a Ryan o no. –Contestó secamente.
-¿Qué? –Se exaltó- ¿Cómo porque? –Preguntó sin entender nada.
-Siento que… todo lo nuestro fue muy rápido.
-¡Claro que no!
-¡Claro que sí! Kathia… estoy muy confundida.
-¿Qué paso? -Preguntó extrañada. En la habitación se escuchó un leve sonido. Ashley sacó el celular de su bolsa y leyó la pantalla “Kiro”.
-Ay dios no –Echando su cabeza hacia atrás- ya no sé que es peor. –Caminando hacia la puerta- ¿Bueno? –Contestó dando un portazo.
-Pues ¿Quién era? –Preguntó para ella misma. Se encogió de hombros e hizo lo que estaba haciendo su amiga hace un momento: ver por la ventana.
Algo que extrañó a Kathia es que en el árbol de enfrente estaban los dos gemelos, los dos estaban recargados en el gran árbol: Bill con sus manos en la cintura y Tom con los brazos cruzados. Estaban viendo directamente hacia la habitación de Ashley
-¿Pero que hacen? –Preguntó molesta poniéndose. Salió de la habitación y bajó rápidamente las escaleras- Nos están espiando –Dijo abriendo la puerta. Cruzó la calle y cuando llegó ya no había nadie- ¿Qué es lo que quieren? –Murmuró viendo al solitario árbol.




















-Okey te veo el domingo, adiós –Colgó y apagó el celular- Dios ¿Ahora qué hago? –Mordiendo la uña de su dedo pulgar y recargándose en la pared.
-¿Quién era? –Preguntó una voz a su espalda.
-¡Ah! –Gritó Ashley asustada- ¡Última vez que me haces esto Kathia! –Dijo recuperando el aliento.
-Ay, perdón –Revoleando los ojos- bueno, me vas a decir quién era ¿sí o no?
-Kiro, era Kiro ¿feliz? –Kathia abrió los ojos sorprendida.
-¡¿Dejaras a Ryan por Kiro?!
-¡No! ¿Cómo se te ocurre pensar eso? –Preguntó exaltada.
-Ah… lo siento, pero ¿Kiro? ¿Cuándo le pasaste tu número o qué? –Preguntó confundida.
-Hoy, y no sé cómo pasó pero… saldré con él el domingo.
-Ashley, eso si te digo, si se te ocurre dejar a Ryan por Kiro eres una completa estúpida.
-¡Entiende que no es por Kiro! Ni si quiera quiero salir con el –Respondió desesperada.
-Entonces ¿Por qué no se lo dices?
-¡No se! Son tantas cosas en mi cabeza que ya no sé cómo reaccionar –Confesó con un nudo en la garganta y dicho esto se marcho a su habitación.
-¡Kathia! –Travis la buscaba. Kathia se quedó quieta viendo la puerta de su amiga y ante el segundo llamado de su novio, salió.
Ashley observaba desde la ventana a su amiga marcharse. Dio un suspiro empañando un pedazo de cristal, con su manga lo limpió y recargándose observó la tranquila colonia



Ashley
No quiero, no quiero salir con Kiro. Tomé mi celular y decidida marque su número: tres timbres, cinco timbres, ¡Hola buzón de voz! ¿Justamente se te acaba de terminar la batería?

Flash Back
-Suéltame Kiro, me lastimas –Tratando de zafarme.
-¿Te duele? –Preguntó fríamente. Me quede tiesa, le había cambiado la voz por una que conozco, es una de mi pesadillas.
Termina Flash Back

Sacudí mi cabeza. Caminé hacia el espejo de cuerpo completo que tenía a lado de mi puerta y subí mi manga hasta mi hombro. Solamente tenía moretones, grandes moretones, pero esos no los había causado Tom, los había causado Kiro. Tal vez Dany tiene razón, en esa tienda pasa algo extraño y tiene que ver con los empleados.
Trague saliva, saldré con uno de ellos el domingo. Creo que es mejor ir, capaz que cancelo todo y me manda a golpear. -¿Te duele?- Un escalofrío recorrió mi cuerpo erizando los cabellos de mi nuca al recordar esa voz, no era la de Kiro más, sin embargo, provenía de él. Esa voz, es la misma en donde mis sueños me quiere matar, quiere verme sufrir ¿será que mis sueños son advertencias y quiere que me aleje de él? No lo sé.
Bajé mis mangas y volví a caminar hacia la ventana. Ahí va un problema, faltan dos: Tom y Ryan. No es justo lo que estoy haciendo con Ryan, siento que solamente estoy jugando con él y… conmigo. Yo misma me engaño, quiero hacerme la idea de que lo quiero como él a mí, cuando realmente lo que siento por él es amistad y nada más. Tampoco puedo decir que lo voy a dejar por Tom, porque con él, no he convivido ni nada, ¡me confunde! Un día me trata como basura y al otro me dice cosas tan… lindas. Es muy extraño al igual que su hermano. Aunque Kathia no diga nada se que le está pasando exactamente lo mismo con Bill. Cuando no puedo dormir salgo a la terraza y veo que Bill observa, desde el árbol de enfrente, la ventana de Kathia. Él ya sabe que lo he visto mas no me dice nada y yo tampoco a él, no le he dicho nada de esto a Kathia porque siento que… no es mi asunto.
Yo también me siento observada, pero cuando me asomo por la ventana, no hay nada, creo que me estoy volviendo más loca de lo que estaba. Siempre pienso que es Tom. Una vez se me vino una idea estúpida a mi cabeza: que los gemelos eran vampiros. Creo que ya me está afectando leer estos libros. Creo que estos seres son fabulosos, me encanta leer acerca de ellos, pero aún siendo fanática, realmente no creo que existan. Pero con ellos lo he dudado, actúan como estos seres, son realmente misteriosos.
Algo también extraño fue cuando Tom me besó: Sentí que esos labios ya los había probado antes y necesitaba una gran necesidad de seguir besándolos. Cuando me abrazó no quería que me soltara. Quería que todo ese momento fuera eterno. Jamás me había sentido tan a gusto a lado de un chico, me encantó esa sensación, sentí que era otra persona y que estábamos en otro lugar, solamente los dos y que nadie más existía en ese momento. Pero cuando él se fue, todo volvió a la normalidad: era la misma de siempre, el parque ya no tenía nada de especial y volvía a sentir la soledad que me ha acompañado toda mi vida. Fue extraño sentir todo eso con él y no con Ryan.
Voltee hacia el árbol de enfrente y me enderece completamente al verlo.
Sí, ahí estaba, recargado como la vez que le hable cuando Kathia se había desmayado.
¡Está viendo hacia acá! ¿Qué hago?: ¿Le sonrío estúpidamente o le digo “Hola” con la mano? Sigue viendo....
¡Un momento! ¿El qué hace ahí? Me está espiando ¿si, no? O tal vez me vio asomada y por eso está aquí, si, es lo más seguro.
Cuando me di cuenta, hacia las dos cosas: Le sonreía y le decía hola. El no hizo ningún gesto en lo más mínimo. Pero… ¿Porqué? No lo entiendo. Se está yendo ¡Espera! Tengo una gran ansiedad de gritarle: ¡estoy aquí, mírame!
Como estúpida me pegue contra el vidrio siguiéndolo con la mirada. Ashley Triana: si quieres arreglar lo sucedido anoche, este es el momento.
Rápidamente corrí hacia la puerta y torpemente la abrí. Bajé corriendo las escaleras brincando el primer escalón, como siempre. Abrí la puerta principal y ni siquiera tuve tiempo de cerrarla. Me detuve en medio de la calle, demasiado tarde, no estaba ¡rayos!
Puse mis manos en la cadera tratando de recuperar el aliento. Ahora de aquí a que lo vuelva a ver.
Eche un último vistazo. No había rastro de Tom, solamente estaba una pareja que me observaba. Creo que los asuste por mi forma de salir de la casa.
Los salude solamente para que vean que no me pasa nada malo. Ellos sonrieron yo les respondí igual. Que linda pareja, me gusta el cabello de la chica: negro y largo… yo ya la había visto ¿pero en donde? Ashley acuérdate…

Flash Back
-Disculpe ¿Quiénes son las dos chicas de la foto? –Apuntando.
-Ella es mi abuela, su nombre era Cecilia –Apuntando a la chica de la izquierda.
-¿Y quién es la otra muchacha?
-Ella es Andrea, era la mejor amiga de mi abuela.
Termina Flash Back

¡Kathia decía la verdad! Y el chico de ahí es:
-¡Georg!

20 ene 2011

Cap.21 Las apariencias engañan

-Dany ¿Qué te pasa? –Preguntó Ashley asustada. Dany no le respondió, seguía con esa extraña expresión en su rostro: los ojos bien abiertos y la boca entre abierta. Daba miedo, realmente -¿Dany? –Agarrando su brazo. Eso hizo que su amiga dejara de tocar la puerta. La chica de cabello ondulado sacudió la cabeza volviendo en sí.

-¿Qué pasa? –Preguntó tratando de reincorporarse.
-Es lo mismo que me pregunto ¿Te sientes bien, qué te pasó, porque… porque te quedaste ida?
-Muchas preguntas –Dijo con una sonrisa nerviosa. Giró para ponerse frente a frente con Ashley y se abrazó a sí misma- ¿Me siento bien? Sí, eso creo. ¿Qué me pasó? No lo sé exactamente –Volteando a ver la puerta, después volvió a ver a su amiga- ¿Porqué me quede ida? Por todo lo que vi.
-¿Viste algo? –Preguntó sorprendida. Dany asintió- ¡Genial! ¿Qué se siente: feo, sientes algo en el estomago?
-No se siente feo, pero tampoco es lo más genial del mundo, es una sensación… horrible.
-Y no se siente feo eh –Respondió con sarcasmo. Dany se molestó y le respondió-:
-¡Tú no sabes lo que es tener este estúpido don!
-Bueno, ya perdón ¿y qué fue lo que viste?
-Vi… discusiones, escuche a una mujer gritando pidiendo ayuda, también escuche risas, extrañas risas, me dieron muchos escalofríos, eran diabólicas. Parece que en este lugar hay mucha maldad, el ambiente está muy pesado.
-Creo que estas exagerando, los empleados son muy amables –Defendió asustada por lo que le estaba diciendo su amiga.
-Ashley –Viéndola a los ojos- también vi muerte ¿Cómo explicas que estos empleados son muy amables si habido muertes aquí? –Preguntó en susurro ya que un chico iba pasando por donde estaban las dos amigas.
-No lo sé, tú eres la médium, tú dime –Cruzando los brazos mientras se ponía nerviosa.
Dany se encogió de hombros y se agarró la cara con desesperación y cerrando los ojos dio un suspiro
-Perdón si te asuste Ashley, no debí de habértelo dicho.
-Ah Dany, no te preocupes –Abrazándola- pero ¿segura que es en este lugar?
-No lo sé, a veces las imágenes me engañan pero esta vez te puedo jurar que todo es verdad –Con lágrimas en los ojos.
-Ya, ya no llores –Si es verdad todo lo que dice, entonces aquí queda el dicho de “las apariencias engañan”.









-Busco a Kiro –Avisó Ashley con firmeza. Después de lo que le dijo Dany, no puede confiar en nadie de ahí.
-Tú debes de ser Ashley verdad –Dijo otro chico rubio, delgado, su cara parecía de un niño pequeño. Ella se quedó sorprendida ¿Acaso todos los chicos de esa tienda estaban súper guapos?, pensó- Espera aquí voy a buscarlo –Con una sonrisa pícara.
-Okey gracias –Con una sonrisa.
Dany, que después de todo la esperaba afuera, tocó el vidrio haciendo que Ashley volteara. Le hizo señas con las manos de “¿Qué pasaba?”. Ella artículo con los labios: “Nada” y con la mano hizo una seña de que se esperara.
Ashley vio un lápiz a lado de la caja registradora. Lo agarró y empezó a jugar con él. Claro, siempre se entretenía con cualquier cosa: daba vueltas o lo aventaba.
-Por supuesto que sí –Dijo Kiro saliendo de la bodega y riéndose. Ashley rápidamente soltó el lápiz y lo dejó en su lugar- ¡Ashley, me alegra verte! –Con una sonrisa.
-Kiro –Contestó nerviosa.
-¿Y bien? –Recargándose en el mostrador. Ella no contestó, se quedó observando cada facción de la cara del chico, era tan perfecta, al igual que Bill parecía un muñeco.- ¿Ashley? ¡Hola! ¿Hay alguien ahí? –Rió
-Ah… perdón –Reaccionando
-No hay problema –Con una amable sonrisa, la chica no pudo evitar sonreír. Tal vez Dany estaba exagerando ¿Cómo puede ser alguien malvado si es una ternura?
-Aquí traigo el dinero –Abriendo la mochila y sacándolo- muchas gracias por el favor que me hiciste –Entregándoselo.
-De nada –Agarrándolo. Kiro tomó la mano de Ashley. En ese momento la chica se sintió extraña, la mano del joven estaba fría, como la de Tom en la noche anterior. Kiro soltó su mano y guardó el dinero en la caja registradora.
-Bueno, me tengo que ir –Viéndolo extrañada.
-¡Espera! –Apresuró a decir Kiro poniéndose enfrente de ella.
-A… ¿Qué pasa? –Preguntó confundida.
-Quería saber si… querías salir conmigo el domingo.
-Ah… Kiro, yo tengo novio y pues no se me hace correcto esto –Ella ahorita no podía decir que era correcto o no ¿Lo que hizo ayer con Tom fue correcto? No, no lo fue. Lo peor de todo es que no siente ninguna culpa, pero aún así sabe que está mal. Ryan le dio la mano desde el primer día que llego a Alemania y así le paga. Bueno, no iba a cometer el error dos veces.
-Tranquila, será una salida de amigos.
-Si pero… -No quiero, pensó. Kiro era una buena persona, pero Ashley no se sentía cómoda con él- Lo siento, no puedo salir contigo –Dijo de golpe aferrando sus uñas al tirante de la mochila y listo esto estaba lista para marcharse. Por el momento no quería saber nada de chicos, primero tiene que arreglar el problema que hubo con Tom y después de ahí, a ver qué pasa.
-No –Habló secamente Kiro deteniéndola del antebrazo. La giró bruscamente hacia él haciendo que ésta se quejara, ya que la estaba apretando justamente donde Tom la lastimo ayer.
-Suéltame Kiro, me lastimas –Tratando de zafarse.
-¿Te duele? –Preguntó fríamente. Ashley se quedó tiesa, al chico le había cambiado la voz por una que ella conoce perfectamente. Esa voz, era una de tantas que causaba el miedo en todas sus pesadillas














-Abuela ¿Por qué te quedas callada? –Preguntó Samuel.
-Si abuelita, quiero saber que le hace el malvado de Kiro –Dijo Arely ansiosa.
-Es que… estoy tratando de averiguar cómo decirles lo que sigue sin… confundirlos –Viendo el suelo.
-¿Porqué abuela? –Preguntó secamente Máyela- jamás te había pasado esto.
-Yo… -Y eso fue lo único que supo decir la señora.







-Pásame tu celular para hablarte al rato y ya decirte la hora –Ashley solamente asintió- nos vemos el domingo, adiós –Con una sonrisa.
-Ah… si. –Ella salió de ahí sin comprender nada. Parecía que el mundo se había brincado una parte del tiempo. Lo único que sabía era que el domingo iba a salir con Kiro, es lo único que traía en su cabeza en ese momento.
-¿Ashley?
-¿Tom? –Reaccionando por completo.
-¿Qué haces aquí? –Preguntaron los dos al mismo tiempo exaltados.
-Yo vine a pagar una ropa –Señalando la tienda- ¿y tú?
-Yo… vine a comprarle unas camisas a Bill… ya sabes ese es su estilo –Respondió nervioso.
-Ah... Okey. Tom –Lo llamó en susurro- Necesito hablar contigo sobre lo que paso ayer.
-¿Has hablado con uno de los empleados? –Preguntó de golpe.
-Ah… si –Contestó extrañada- ahora, Tom sobre lo de ayer…
-¿Con quién? –Preguntó un poco molesto.
-Con Kiro –Respondió desesperada ya que Tom no la escuchaba- Tom por favor necesito hablar contigo. –Siguió sin escuchar. Tom entró a la tiendo dejando a Ashley con las palabras en la boca- Creo que nunca te entenderé –Confesó decepcionada.
-¡Ashley! –Gritó Kathia desde el otro lado de la calle. Ashley dio un suspiro y camino hacia donde estaban sus amigos.

Continuara***
Gracias por leer <3

19 ene 2011

Cap.20 Prohibición

Hola:

Tom Kaulitz me dijiste todo, pero aun así no entiendo nada, todavía no logro captar tu actitud, eres tan misterioso y... raro. En el mismo momento en que me viste fue el mismo momento en donde me querías alejar de ti Me amas ¿no? Entonces ¿por qué quieres que me aleje de ti?
Tal vez... no me ama lo suficiente. Para que haga todo eso yo creo que ni si quiera me ama ¡la verdad no se qué pensar! Pero yo no amo a Tom, amo a Ryan... ¿O no? Cuando bese a Tom me sentí tan bien... aunque algo raro, sentí que esos besos ya los había probado antes, cosa extraña, fue como un Deja vü, reconozco esa sensación ya que conmigo es muy frecuente... ¿será que eso ya lo había soñado? Con eso de que últimamente he soñado tantas cosas, es lo más probable. Y otra cosa, no sé como veré mañana a Ryan, lo que hice de un modo u otro está mal ¿Lo mejor será decirle?
Tantas cosas en un día que todavía no me las puedo creer. Alemania es un país raro, ya me di cuenta.
Recordatorio (por poco y se me olvidaba): Ir el sábado a terminar de pagar la ropa.



-Ashley ¿te sucede algo? –Preguntó Kathia al ver la cara de su amiga.
-No, ¿por qué? –Le respondió con otra pregunta frunciendo el ceño confundida.
-Estas callada y eso no es normal en ti.
-Tengo sueño... eso es todo –Contestó volviéndose a hundir en sus pensamientos. Toda la noche no había dormido por pensar en que le diría a Ryan o si acaso se lo comentaría.
Todo el camino hacia el colegio fue en silencio. Al llegar a la institución, Ashley pudo observar a Tom en la esquina con Bill y dos amigos más: el rubio de la vez pasada y otro chico o ¿tal vez chica? Estaba de espaldas, tenía su cabello largo y de color castaño, lo más probable era hombre ya que se le notaba de espalda ancha y tosca.
Tom volteó a verla y en ese momento Ashley se tensó al ver también que Ryan se acercaba a ella junto con Travis y Dany. Lo único que pudo hacer la chica fue bajar la cabeza y evadir la mirada de Tom, lo cual era imposible, todo el tiempo que estuvieron a fuera sintió los ojos del chico de trenzas sobre ella.
-¿Ashley te encuentras bien? –Ahora preguntó Ryan.
-Si ¿Porqué? –Preguntó con una pequeña sonrisa forzada.
-Te noto extraña
-¿Verdad que sí? -Preguntó Kathia- es que Ashley, que tu estés callada no es normal –Todos rieron ante el comentario.
-Es que tengo sueño, eso es todo.
Después de eso entraron a la escuela ¡al fin! Toco el timbre y todos los alumnos entraron a sus respectivas aulas. Cuando Ashley y Kathia iban a entrar a su salón, la secretaria de la directora las manda a llamar.
-¿Qué sucede? –Preguntó Kathia extrañada.
-La directora quiere verlas –Respondió en tono serio.
En silencio las dos chicas siguieron a la secretaria, se voltearon a ver confundidas ¿Qué habían hecho? No habían roto ninguna regla o eso creían ellas.
-Gracias Natalie –Dijo Simone e hizo una seña con la cabeza para que se retirara- siéntense señoritas. –Las dos chicas asintieron y tomaron asiento- se han de preguntar por qué las llame –Agregó ella, también sentándose- bien, quiero que me digan que pasó ayer y así les respondo a su pregunta.
-Ah... –Las dos chicas voltearon a verse y Ashley extrañada contestó:
-Fuimos a la tienda y... –Se quedó pensando, era mejor no decir que Kathia se había desmayado- nos quedamos platicando con dos amigos –Si así se les puede llamar, pensó-, se nos hizo tarde y ellos –más bien uno de ellos, dijo para ella misma- nos hicieron el favor de hablar con el señor que siempre se pone en la puerta para que nos dejara entrar.
-Díganme los nombres de sus “amigos” –Ordenó, aunque hablaba tranquila se le notaba molesta.
-Bill y Tom –Contestó Kathia extrañada. Simone en ese momento golpeó la mesa e hizo que las dos chicas se exaltaran- ¿pasa algo?
-Ustedes saben que tienen prohibido hablar con los alumnos de preparatoria –Recordó molesta y después se levantó.
-Nosotras no sabíamos que estudiaban ahí –Contestó Ashley, eso era verdad.
-¡No importa! –Levantó la voz- No quiero que vuelvan hablar con esos dos muchachos ¡¿Entendieron?!
-Directora... es que ¿Qué tiene de malo? –Preguntó la chica de cabello negro levantándose.
-¡Mucho! Escúchenme con atención –acercándose a ellas- si vuelvo a ver que están hablando con ellos o con cualquier otra persona de esa institución ¡ó! que entraron a la preparatoria ¡Las expulso! ¡Las expulso! –Gritó esta última vez.
-Pero... –Kathia tomó el brazo de su amiga y negó con la cabeza para que se detuviera. Ashley solamente se encogió de hombros.
-Retírense de mi vista, no las quiero ver.
Las dos chicas asintieron asustadas y salieron de dirección. Natalie se les quedo viendo y las dos chicas solamente bajaron su mirada.
-¿Para que las quería la directora? –Preguntó Dany mordiendo una manzana.
-Para nada importante –Respondió Kathia sentándose a un lado de Travis. Les había asustado la actitud de la directora, parecía que las quería matar en ese mismo momento, pero la petición era fácil, simplemente no hablar con los alumnos de preparatoria.
-Ryan... –Él volteó a verla. Mejor no decía nada, ya no iba hablar con Tom y de seguro se iba a olvidar lo sucedido a noche- nada, olvídalo.
-Okey, oye Ashley quería preguntarte sino querías ir al centro saliendo de la escuela.
-¿Al centro? –Genial, podía ir y pagar lo que le faltaba de el conjunto de ropa- claro –Con una sonrisa.
-También irán Travis, Dany y pues si tu vas creo que también Kathia.
-Ah, okey, pero primero pasemos a mi casa para ir por dinero.
-Como quiera tenemos que ir, para que pidan permiso ¿no?
-... Claro –Musitó dando una pequeña risa.
Ashley estuvo completamente ida después de eso, no podía olvidar lo que había sucedido la noche anterior y es que ¿Cómo olvidar ese beso? Todavía sentía los labios de Tom en los suyos, solamente recordar ese momento hacia que sonriera automáticamente.


















-¿Adonde quieren ir chicas? –Preguntó Travis abrazando a Kathia.
-Yo quiero comprar unos lentes.
-¿Para qué? Si ocultando tu cara no se te va a quitar lo fea –Bromeó Ryan
-¡Hey! Cálmate con mi novia –Dijo Travis dándole un golpe en su hombro. –Todos comenzaron a reír. Ashley notó que la tienda estaba solamente a tres locales de ahí.
-Ashley ¿ahorita vengo sí? No me acordaba que tenía que hacer algo. –Dijo Ryan dándole un beso en la mejilla.
-¿A dónde vas? –Cuestionó.
-No te preocupes que no tardo –Ryan se fue de ahí corriendo. Dany se acercó hasta ella y jugando le dijo-:
-Se fue con la otra.
-Ja-ja que graciosa –Respondió revoleando los ojos- ¿oigan me acompañan a una tienda?
-Ah...
-No –Respondió Kathia antes de que Travis pudiera hablar.
-¿No? ¿Por qué no? –Preguntó Ashley extrañada.
-Yo ya te dije el porqué cuando fuimos a esa tienda –Contestó. Travis y Dany solamente las veía confundidas.
-Ay Kathi... por favor.
-No Ashley, ellos me dan miedo, ve tú, tú eres la que les debe, yo no –Dijo agarrando a Travis y yéndose de ahí.
-¿Me acompañas tu Dany? –Preguntó encogiéndose de hombros.
-Aamm ¿tengo opción? –Ashley negó con la cabeza y después dio una sonrisa- bueno –bufó. Al llegar a la tienda Dany se le quedo viendo a la fachada con expresión de espanto.
-¿Pasa algo? –Preguntó la chica de cabello negro.
-No, nada –Reaccionando- Ya entremos.
-Okey.
Dany apenas toco la puerta cuando Ashley, pudo notar que las pupilas de su amiga se dilataron por completo.

Continuara***
Estoy muy muy feliz <3 comenten, sabeen que su opinion me importa mucho <3

18 ene 2011

Cap.19 Un beso que cambia el ritmo de las cosas

Conversación telefónica

-¿Bueno? –Contestó una voz al otro lado del teléfono.
-¿Abuelita? Soy Ashley –Dijo ésta alegre- ¿Cómo has estado?
-¡Hija! Muy bien ¿y tú? ¿Cómo va todo por allá? ¿Alemania es linda? ¿Y tu mamá donde esta?
-Son muchas preguntas... Estoy bien, ya entre a la escuela, los compañeros son muy buenos, nos tratan muy bien a Kathia y a mí. Los profesores bueno... ¡sean en donde sean son unos malditos! –Ashley rió- Alemania es muy linda, me gusta mi fraccionamiento, es tranquilo, espero que mi mamá te pueda comprar un boleto para que vengas a conocerlo...
-Que bueno que todo va bien, si quisiera ir pero ya sabes que no puedo ¿Cómo está tu mamá?
-Ella... bueno... ésta trabajando. –Hubo un silencio.
-¿Sigue igual?
-Si...
-Hija... lo único que te pido es que le tengas paciencia.
-Lo sé, ella nunca va a cambiar ¡pero no se cuanta paciencia más pueda tener! Abuelita... te extraño mucho, a veces he pensado en regresarme a Monterrey, pero no quiero dejar a Kathi sola.
-Ashley, piénsalo de este modo: tal vez en Alemania puedas superarte un poco más que en Monterrey, tu sueño siempre ha sido conocer Alemania, ya lo tienes, no lo destruyas solamente por tu madre. –Solo se escuchó un pesado suspiro.
- Abuelita te tengo que dejar, dile a mi abuelito que lo extraño mucho, los quiero adiós.
-Adiós hija cuídate mucho y háblame cada vez que puedas.
-Okey bye.
Fin de la Conversación telefónica



Dio un suspiro tratando de no romper en llanto, su vida no era la mejor, eso lo sabía: su madre por un lado y su padre por el otro. Ella no ha recibido atención por medio de los dos y sabe que eso nunca pasara, se sentía sola.
Al darse cuenta las lágrimas comenzaron a salir ¿Por qué entraba en depresiones tan inútiles si sabe que la única que sale perdiendo ahí era ella? Con llorar no va hacer cambiar a su madre, ni mucho menos que su padre cambie su forma de ser. Eran tantas emociones juntas que ya no aguantaba más, necesitaba gritar, gritar para sentirse más tranquila, gritar para sentir o imaginarse que las cosas iban a estar mejor, pero necesitaba hacerlo ya, así que decidió salirse de la casa.
Bajó las escaleras con cuidado y escuchó a Flor decirle algo a Kathia, seguían en la sala así que no podría salir por la puerta, la detendrían y la iban a cuestionar acerca de que le pasaba. Subió en silencio las escaleras y fue directo a la terraza. Colocó sus manos en el barandal y lo apretaba con todas sus fuerzas mientras lloraba desconsoladamente.
Miró hacia abajo y vio que se podía escalar por la puerta de la cochera y en ese momento se le vino una idea loca en su cabeza. Nunca había hecho lo que estaba a punto de hacer, nunca en su vida había escalado algo y mucho menos algo en esa altura, pero era tanta la necesidad que, cuando dejo de pensar, se dio cuenta que ya estaba a punto de terminar de escalar.
Cuando sus pies tocaron el piso, inmediatamente se fue corriendo a la dirección del parque. Llegó ahí y recargó su frente en el tronco de un árbol y así comenzó a gritar. Gritó, pataleó y golpeó el árbol hasta que no pudo más. Lentamente, se dio media vuelta y se recargó, con cuidado fue bajando hasta que se sentó ocultando su cara en sus rodillas.
-Odio mi vida –Confesó en susurro, mientras trataba de tranquilizarse. Levantó su rostro y comenzó a secarse las lágrimas. Recargó su cabeza en el tronco del árbol y observó el parque... tan tranquilo ¿Porqué no puede ser así la vida?
-¿Qué haces aquí? –Ashley se sobresaltó al escuchar que alguien de repente le hablaba, pero con indiferencia, volteó a verlo. Ella no estaba de humor y en ese momento no le tenía miedo... no le tenía miedo a nada.
-Nada –Respondió volteando hacia el frente con la voz apagada.
-¿Nada? ¿Sabes que está prohibido salir a estas horas de la noche? –Volvió a preguntar Tom comenzando a enojarse- ¡Es muy peligroso! –Ashley volvió a voltear hacia él.
-¿Entonces qué haces tú aquí? –Tom se puso rígido y no contestó- Aparte... ¿Qué hay de peligroso en este lugar? Es tan silencioso y tranquilo –Contestó tocando el césped. Tom se le quedo viendo, sabía que había llorado, se le escuchaba en su voz. Caminó hacia ella, pero aún así, mantuvo su distancia.
-¿Por qué llorabas? –Preguntó preocupado. Ashley se levantó y se sacudió el pantalón. Giró en dirección con Tom y caminó hasta él.
-¿Por qué finges que te importa? –Preguntó furiosa- Se que te caigo mal, lo demostraste desde el primer día en el que te vi. Siempre tan cortante y frío conmigo y ahora resulta que te importa lo que me suceda ¿qué es lo que quieres Tom? –Él se quedó callado y bajo su mirada- ¡Respóndeme! ¿A qué quieres jugar con migo? –De repente, Tom volteó a verla y secamente dijo:
-Nada... no quiero nada de ti –Respondió con asco.
-¡¿Vez a lo que me refiero?! Tom, tu traes un problema conmigo de lo cual yo no estoy muy bien enterada, uno no odia a la gente solamente por verla sino por una razón y quiero que me digas cual es ¿Cuál es la razón de tu odio? –Preguntó desesperada. Comenzaba a refrescar y en una ráfaga de viento logró que el cabello de Ashley se alborotara dejando su cuello al descubierto. La chica se abrazó a si misma al sentir el frío del aire, miró a Tom y observó cómo se ponía tenso y volvía a respirar raro
-¿Tom? ¡No te quedes callado, dame una explicación! –Ordenó.
-¡¿Sabes cuál es mi problema?! –Gritó desesperado viendo hacia el cuello de Ashley. Después la vio a los ojos- ¡Tú! ¡Tú eres mi maldito problema! Desde que llegaste no hago otra cosa que pensar en ti, ¡no puedo aguantar ningún día sin verte! Eres una droga para mí –Agarrándola de los hombros- te sigo a todos los malditos lados, no puedo estar tanto tiempo lejos de ti ¿Porqué? ¿Por qué te amo? ¿Porqué tú? ¡¿Por qué?! –Apretándola cada vez más y más- Yo más que nadie se que este sentimiento no puede ser y es lo que más rabia me da –Dijo entre dientes. Ashley comenzaba a quejarse ante el dolor que sentía cuando Tom apretaba sus brazos, era demasiado fuerte y no podía quitárselo de encima.
-¡Suéltame! –Ordenó tratando de zafarse- ¡Tom me lastimas! ¡Suéltame!
-Pero no puedo... por más que lo he intentado no puedo...no puedo –Soltándola. Ashley rápidamente retrocedió y el ardor en sus brazos se dejó sentir. La chica vio a Tom, éste se agarraba la cabeza con desesperación, volteó a verla y ella recordó esa mirada de tristeza... era la misma que tenía cuando lo vio en el bosque.
-¿Tu nos seguiste verdad? En el bosque... Eras tú, no Ryan y Travis, sino tú.
-Tenía que saber... –Caminando hacia ella, pero se detuvo al ver que retrocedía- quien eras.
-No entiendo –Contestó confundida- ¿entonces porque me tratas así?
-Porque... quería alejarte de mí.
-¿Porqué? –Preguntó aun más confundida. Tom cerró los ojos y dio un suspiro.
-Ya dije demasiado... es mejor que te vayas y que olvides todo esto por tu bien –Viéndola- por favor vete.
Ashley supo en ese momento que Tom se sentía igual que ella: solo. Él tenía más problemas que ella, lo supo muy bien en ese instante y de alguna forma sintió pena por el pero ternura al a vez: la quería, él la quería, aunque con eso se le vinieron muchas dudas.
-Tom Kaulitz ¿Qué más me estas ocultando? –Preguntó acercándose hacia él sin miedo alguno.
-Ashley... no puedo decirte nada más –Respondió caminando hacia ella. Los dos quedaron demasiado cerca. La chica se sintió extraña, sintió que eso ya lo había vivido.
-¿Por qué no? –Preguntó en voz baja viéndolo a los ojos. No se había dado cuenta pero eran muy lindos que hasta se perdió en ellos. Tom la tomó de la cintura acercándola más a él. Después, delicadamente agarró su cuello haciendo que Ashley levantara su rostro. Tom se inclinó hacia sus labios y delicadamente los rozó con los suyos.
-Es mejor así –Respondió en susurro para después, depositar sus labios en los de ella. Todos sus sentidos se apagaron y los dos se olvidaron de todo el mundo en ese momento. Tom cada vez la acercaba más a él, mientras que Ashley se aferraba a él abrazándolo por el cuello. El beso subía cada vez de nivel pero aún así no era de deseo era de amor. Amor... su primer amor aquí en Alemania fue ¡Ryan! Ashley se había olvidado por completo de él. Ella no le podía hacer eso a Ryan, lo quería demasiado. Lo que estaba haciendo con Tom no estaba bien, pero aún así se sentía cómoda y no sentía ninguna culpa. No quería separarse de los labios de ese chico, era como si los hubiese esperado desde hace mucho tiempo con ansias, pero tampoco no quería hacerle daño a su novio.
-Tom –Musitó separándose- Tom yo... no puedo, lo siento –Separándose de él.
-Es por ese chico skater ¿verdad? –Preguntó un poco molesto.
-El es mi novio y yo... lo amo –Respondió dudosa ante esto último- no puedo hacerle esto –Tom acarició su mejilla y Ashley cerró los ojos disfrutando el tacto del chico.
-Tienes razón... es mejor así –Ella abrió los ojos ¿Cómo puede decir eso?
-Ah... –La chica no pudo comenzar la frase ya que escuchó el aleteo de un pájaro cerca de ella. Volteó y vio a un pájaro enorme con su plumaje negro y hermoso arriba del tubo de un columpio- ¿Eso es un cuervo? –Preguntó viéndolo mejor.
-Me tengo que ir –Dijo secamente. Cuando Ashley giró hacia donde estaba Tom, se dio cuenta de que estaba sola.
-¿Tom? –Buscándolo con la mirada. Se volteó hacia donde estaba el cuervo, el pájaro hizo un ruido horrible que causó que Ashley se tapara los oídos y vio aterrada como elevaba el vuelo.
Regresó a su casa en silencio un poco confundida, tantas cosas en una noche. ¿Realmente quería a Ryan? Con lo que acababa de suceder no lo sabía con exactitud ¿Dejaría a Ryan por Tom? Eso mucho menos lo sabía, ¿con que cara vería a su novio mañana? Se podría decir que lo había engañado esa noche, pero aún así no sentía culpa ni preocupación alguna, pero tampoco sentía que había hecho lo correcto.
-Genial –Viendo la puerta de la cochera- ¿Ahora como subo? –Preguntó asustada para sí misma.

Continuara
En lo personal, este fue uno de mis capitulos favoritos <3,(: