Cap.11 De compras

Bill extendió sus brazos ofreciéndole el balón. Las miradas de Kathia y Bill se cruzaron en ese momento y en el rostro del chico automáticamente se dibujo una misteriosa sonrisa.

-¿Cómo te llamas? –Preguntó Bill en inglés. En ningún momento dirigió su mirada a los amigos de Kathia, ellos simplemente no le importaban.
-Kathia –Contestó nerviosa.
-Lindo nombre –Dijo retrocediendo, para al fin reunirse con sus amigos e irse de ahí.
-¡Perdón por el balonazo! –Gritó Kathia. Ashley y Dany soltaron unas risas.
-Con que él es el famoso Bill Kaulitz –Dijo Ashley dirigiéndose a Dany y a Kathia.



















Pasaron 3 semanas, Claudia y Flor ya habían entrado a trabajar mientras que sus dos hijas estudiaban como locas el alemán, al fin lo dominaban, no era tan difícil. Dany, Travis y Ryan se habían convertido en sus mejores amigos, estaban juntos todo el tiempo. Ashley y Ryan a veces salían por su parte, los dos se gustaban y querían intentar se algo mas al igual que Kathia y Travis.
Ashley no ha visto a Tom últimamente, eso la dejaba tranquila, aunque las pesadillas siguen y siguen y las confusiones van en aumento. Kathia si ve a Bill pero no se hablan, hasta parece que el de rastas no hace en su mundo a Kathia. Pero eso no afecta a las dos amigas, porque realmente no les importa.
Dany y Sandra salieron de la ciudad para cuidar a Cecilia, la abuela de Dany y Travis. Volverán cuando sea temporada de escuela.


-¿Por qué me odias?
La miró sorprendido, y por un momento no pareció ser capaz de encontrar las palabras adecuadas. Después dijo:
-No te odio
-Sí me odias –replicó Elena-. Sé que no..., no es de buena educación decirlo, pero no me importa. Sé que debería estarte agradecida por haberme salvado esta noche, pero tampoco me importa. No te pedí que me salvaras. Y, desde luego, no comprendo porqué lo hiciste, teniendo en cuenta lo que sientes respecto a mí.
Él negaba con la cabeza, pero su voz era baja.
-No te odio.



Ashley cerró el libro que llevaba como título “Crónicas Vampíricas: Despertar” y dio un suspiro. Ese fragmento le recordó lo que había sucedido el primer día, en esa ocasión se había sentido Elena Gilbert la protagonista de su libro favorito y Tom era Stefan Salvatore, el hermoso vampiro que estaba enamorado de ella. Sacudió su cabeza ¡Que cosa tan absurda!
-Ashley ¿Ya estas lista?
-Sí, ya voy –Respondió levantándose de la cama. Hoy Flor, Kathia, Claudia y Ashley iban a salir a dar una vuelta por los rincones de Alemania ya que necesitaban demasiadas cosas, un ejemplo: útiles escolares. Mañana sería el primer día de escuela de Ashley y Kathia.

















-Un compañero de trabajo dijo que por aquí se vendían cosas de muy buena calidad –Comenzó a hablar Flor, pero ninguna de las dos amigas le ponían atención. Kathia escribía notas en su celular y Ashley los leía:*Travis se me declaro ayer en la noche –Ashley hizo una expresión de sorpresa y se dibujo una enorme sonrisa en su rostro, ella también saco su celular y escribió en el-: ¿Qué le dijiste? -Kathia dio una tímida sonrisa y escribió: *Que sí. –Ashley abrió la boca sorprendida, quiso gritar de la emoción pero se tapo la boca con sus manos.
-Así que vamos a divertirnos –Finalizó Flor.
-Ah... claro –Dijo Kathia riéndose ya que no había escuchado para nada a su mamá.
Llegaron, podría decirse, al centro de Alemania, había tantos locales de ropa, música, accesorios, zapatos, mini centro comerciales, que no sabían por donde comenzar.
Todo el día se la pasaron de local en local, necesitaban muchas cosas para esta nueva ciudad, principalmente ropa, que era lo que más le encantaba a las dos amigas.
Las 4 levaban como cinco bolsas en cada brazo y todavía faltaba más. Las dos amigas habían comprado un cono de nieve para calmar el calor.
-Al fin tengo los converse que quería –Dijo Ashley emocionada.
-Quiero unos lentes ayúdame a buscar unos.
-Okey –Respondió con una sonrisa.
Mientras veían los locales, Ashley, vio uno que le llamó su atención, definitivamente era su estilo. Ropa, accesorios y música que a ella le encantaba, podría decirse oscura.
-Kathia –Dijo deteniéndose en frente de la tienda- entremos aquí.
-No.
-Sí.
-¡No! A mí no me gusta.
-Pero a mi si, ándale solamente quiero ver la ropa.
-Mmm bueno –Dijo tirando el cono de nieve, Ashley hizo lo mismo.
Abrió la puerta y agarró el brazo de su amiga, las dos entraron pasando una cortina negra. Se comenzó a escuchar música de Rock pesado a todo volumen y mormullo de los clientes que elegían ropa. Al ver a Kathia todos se callaron. Era la única vestida diferente en aquel lugar. Kathia se puso incomoda pero fingió que no le importaba.
-Tranquila, no voy a tardar –Avisó Ashley al ver como miraban a su amiga. Y en verdad no tardó. El conjunto perfecto para ella estaba enfrente de sus narices. Era un blusón negro con un símbolo hippie plateado que cuando daban los rayos del sol brillaba e incluía un pantalón entubado negro con una cadena en lugar de cinto- Lo quiero y será mío –Dijo dando una pequeña risa malvada
-Mmm ¿y cuanto cuesta?
-Ah... –Checando la blusa- no dice.
-Espera, iré hablar con un empleado.
-Okey.
Kathia se dirigió donde estaba la caja registradora, pero no había nadie ahí. Atrás de la caja estaba la bodega y se veía movimiento así que Kathia gritó:
-¡Hola! –Golpeando la mesa- ¡Hola! ¡¿Hay alguien?! –Se quedó un momento callada y nadie le respondió. Bufó y dio media vuelta lista para irse, pero en ese momento, se exaltó al ver a un chico tan cerca de ella.
-¿En qué puedo ayudarla? –Preguntó el chico de aproximadamente de 19 años era alto, su cabello era rubio y tenía mechas color marrón oscuro, sus ojos eran azul/gris.
Era delgado, su piel era blanca y tenía un pirsin en su labio del lado izquierdo. En el rostro de aquel muchacho se había dibujado una extraña sonrisa.
-Ah... mi amiga quiere saber el precio de una blusa –Dijo aturdida por la extraña aparición. Kathia apunto hacia donde estaba Ashley.
-Muy bien, vamos –Contestó el chico aún sonriendo.

Continuara***
A que no me adivinan quien es estenuevo personaje e_e C: