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Tercera novela. (Fandom: Tokio Hotel/ HIATUS)

18 ene 2011

Cap.19 Un beso que cambia el ritmo de las cosas

Conversación telefónica

-¿Bueno? –Contestó una voz al otro lado del teléfono.
-¿Abuelita? Soy Ashley –Dijo ésta alegre- ¿Cómo has estado?
-¡Hija! Muy bien ¿y tú? ¿Cómo va todo por allá? ¿Alemania es linda? ¿Y tu mamá donde esta?
-Son muchas preguntas... Estoy bien, ya entre a la escuela, los compañeros son muy buenos, nos tratan muy bien a Kathia y a mí. Los profesores bueno... ¡sean en donde sean son unos malditos! –Ashley rió- Alemania es muy linda, me gusta mi fraccionamiento, es tranquilo, espero que mi mamá te pueda comprar un boleto para que vengas a conocerlo...
-Que bueno que todo va bien, si quisiera ir pero ya sabes que no puedo ¿Cómo está tu mamá?
-Ella... bueno... ésta trabajando. –Hubo un silencio.
-¿Sigue igual?
-Si...
-Hija... lo único que te pido es que le tengas paciencia.
-Lo sé, ella nunca va a cambiar ¡pero no se cuanta paciencia más pueda tener! Abuelita... te extraño mucho, a veces he pensado en regresarme a Monterrey, pero no quiero dejar a Kathi sola.
-Ashley, piénsalo de este modo: tal vez en Alemania puedas superarte un poco más que en Monterrey, tu sueño siempre ha sido conocer Alemania, ya lo tienes, no lo destruyas solamente por tu madre. –Solo se escuchó un pesado suspiro.
- Abuelita te tengo que dejar, dile a mi abuelito que lo extraño mucho, los quiero adiós.
-Adiós hija cuídate mucho y háblame cada vez que puedas.
-Okey bye.
Fin de la Conversación telefónica



Dio un suspiro tratando de no romper en llanto, su vida no era la mejor, eso lo sabía: su madre por un lado y su padre por el otro. Ella no ha recibido atención por medio de los dos y sabe que eso nunca pasara, se sentía sola.
Al darse cuenta las lágrimas comenzaron a salir ¿Por qué entraba en depresiones tan inútiles si sabe que la única que sale perdiendo ahí era ella? Con llorar no va hacer cambiar a su madre, ni mucho menos que su padre cambie su forma de ser. Eran tantas emociones juntas que ya no aguantaba más, necesitaba gritar, gritar para sentirse más tranquila, gritar para sentir o imaginarse que las cosas iban a estar mejor, pero necesitaba hacerlo ya, así que decidió salirse de la casa.
Bajó las escaleras con cuidado y escuchó a Flor decirle algo a Kathia, seguían en la sala así que no podría salir por la puerta, la detendrían y la iban a cuestionar acerca de que le pasaba. Subió en silencio las escaleras y fue directo a la terraza. Colocó sus manos en el barandal y lo apretaba con todas sus fuerzas mientras lloraba desconsoladamente.
Miró hacia abajo y vio que se podía escalar por la puerta de la cochera y en ese momento se le vino una idea loca en su cabeza. Nunca había hecho lo que estaba a punto de hacer, nunca en su vida había escalado algo y mucho menos algo en esa altura, pero era tanta la necesidad que, cuando dejo de pensar, se dio cuenta que ya estaba a punto de terminar de escalar.
Cuando sus pies tocaron el piso, inmediatamente se fue corriendo a la dirección del parque. Llegó ahí y recargó su frente en el tronco de un árbol y así comenzó a gritar. Gritó, pataleó y golpeó el árbol hasta que no pudo más. Lentamente, se dio media vuelta y se recargó, con cuidado fue bajando hasta que se sentó ocultando su cara en sus rodillas.
-Odio mi vida –Confesó en susurro, mientras trataba de tranquilizarse. Levantó su rostro y comenzó a secarse las lágrimas. Recargó su cabeza en el tronco del árbol y observó el parque... tan tranquilo ¿Porqué no puede ser así la vida?
-¿Qué haces aquí? –Ashley se sobresaltó al escuchar que alguien de repente le hablaba, pero con indiferencia, volteó a verlo. Ella no estaba de humor y en ese momento no le tenía miedo... no le tenía miedo a nada.
-Nada –Respondió volteando hacia el frente con la voz apagada.
-¿Nada? ¿Sabes que está prohibido salir a estas horas de la noche? –Volvió a preguntar Tom comenzando a enojarse- ¡Es muy peligroso! –Ashley volvió a voltear hacia él.
-¿Entonces qué haces tú aquí? –Tom se puso rígido y no contestó- Aparte... ¿Qué hay de peligroso en este lugar? Es tan silencioso y tranquilo –Contestó tocando el césped. Tom se le quedo viendo, sabía que había llorado, se le escuchaba en su voz. Caminó hacia ella, pero aún así, mantuvo su distancia.
-¿Por qué llorabas? –Preguntó preocupado. Ashley se levantó y se sacudió el pantalón. Giró en dirección con Tom y caminó hasta él.
-¿Por qué finges que te importa? –Preguntó furiosa- Se que te caigo mal, lo demostraste desde el primer día en el que te vi. Siempre tan cortante y frío conmigo y ahora resulta que te importa lo que me suceda ¿qué es lo que quieres Tom? –Él se quedó callado y bajo su mirada- ¡Respóndeme! ¿A qué quieres jugar con migo? –De repente, Tom volteó a verla y secamente dijo:
-Nada... no quiero nada de ti –Respondió con asco.
-¡¿Vez a lo que me refiero?! Tom, tu traes un problema conmigo de lo cual yo no estoy muy bien enterada, uno no odia a la gente solamente por verla sino por una razón y quiero que me digas cual es ¿Cuál es la razón de tu odio? –Preguntó desesperada. Comenzaba a refrescar y en una ráfaga de viento logró que el cabello de Ashley se alborotara dejando su cuello al descubierto. La chica se abrazó a si misma al sentir el frío del aire, miró a Tom y observó cómo se ponía tenso y volvía a respirar raro
-¿Tom? ¡No te quedes callado, dame una explicación! –Ordenó.
-¡¿Sabes cuál es mi problema?! –Gritó desesperado viendo hacia el cuello de Ashley. Después la vio a los ojos- ¡Tú! ¡Tú eres mi maldito problema! Desde que llegaste no hago otra cosa que pensar en ti, ¡no puedo aguantar ningún día sin verte! Eres una droga para mí –Agarrándola de los hombros- te sigo a todos los malditos lados, no puedo estar tanto tiempo lejos de ti ¿Porqué? ¿Por qué te amo? ¿Porqué tú? ¡¿Por qué?! –Apretándola cada vez más y más- Yo más que nadie se que este sentimiento no puede ser y es lo que más rabia me da –Dijo entre dientes. Ashley comenzaba a quejarse ante el dolor que sentía cuando Tom apretaba sus brazos, era demasiado fuerte y no podía quitárselo de encima.
-¡Suéltame! –Ordenó tratando de zafarse- ¡Tom me lastimas! ¡Suéltame!
-Pero no puedo... por más que lo he intentado no puedo...no puedo –Soltándola. Ashley rápidamente retrocedió y el ardor en sus brazos se dejó sentir. La chica vio a Tom, éste se agarraba la cabeza con desesperación, volteó a verla y ella recordó esa mirada de tristeza... era la misma que tenía cuando lo vio en el bosque.
-¿Tu nos seguiste verdad? En el bosque... Eras tú, no Ryan y Travis, sino tú.
-Tenía que saber... –Caminando hacia ella, pero se detuvo al ver que retrocedía- quien eras.
-No entiendo –Contestó confundida- ¿entonces porque me tratas así?
-Porque... quería alejarte de mí.
-¿Porqué? –Preguntó aun más confundida. Tom cerró los ojos y dio un suspiro.
-Ya dije demasiado... es mejor que te vayas y que olvides todo esto por tu bien –Viéndola- por favor vete.
Ashley supo en ese momento que Tom se sentía igual que ella: solo. Él tenía más problemas que ella, lo supo muy bien en ese instante y de alguna forma sintió pena por el pero ternura al a vez: la quería, él la quería, aunque con eso se le vinieron muchas dudas.
-Tom Kaulitz ¿Qué más me estas ocultando? –Preguntó acercándose hacia él sin miedo alguno.
-Ashley... no puedo decirte nada más –Respondió caminando hacia ella. Los dos quedaron demasiado cerca. La chica se sintió extraña, sintió que eso ya lo había vivido.
-¿Por qué no? –Preguntó en voz baja viéndolo a los ojos. No se había dado cuenta pero eran muy lindos que hasta se perdió en ellos. Tom la tomó de la cintura acercándola más a él. Después, delicadamente agarró su cuello haciendo que Ashley levantara su rostro. Tom se inclinó hacia sus labios y delicadamente los rozó con los suyos.
-Es mejor así –Respondió en susurro para después, depositar sus labios en los de ella. Todos sus sentidos se apagaron y los dos se olvidaron de todo el mundo en ese momento. Tom cada vez la acercaba más a él, mientras que Ashley se aferraba a él abrazándolo por el cuello. El beso subía cada vez de nivel pero aún así no era de deseo era de amor. Amor... su primer amor aquí en Alemania fue ¡Ryan! Ashley se había olvidado por completo de él. Ella no le podía hacer eso a Ryan, lo quería demasiado. Lo que estaba haciendo con Tom no estaba bien, pero aún así se sentía cómoda y no sentía ninguna culpa. No quería separarse de los labios de ese chico, era como si los hubiese esperado desde hace mucho tiempo con ansias, pero tampoco no quería hacerle daño a su novio.
-Tom –Musitó separándose- Tom yo... no puedo, lo siento –Separándose de él.
-Es por ese chico skater ¿verdad? –Preguntó un poco molesto.
-El es mi novio y yo... lo amo –Respondió dudosa ante esto último- no puedo hacerle esto –Tom acarició su mejilla y Ashley cerró los ojos disfrutando el tacto del chico.
-Tienes razón... es mejor así –Ella abrió los ojos ¿Cómo puede decir eso?
-Ah... –La chica no pudo comenzar la frase ya que escuchó el aleteo de un pájaro cerca de ella. Volteó y vio a un pájaro enorme con su plumaje negro y hermoso arriba del tubo de un columpio- ¿Eso es un cuervo? –Preguntó viéndolo mejor.
-Me tengo que ir –Dijo secamente. Cuando Ashley giró hacia donde estaba Tom, se dio cuenta de que estaba sola.
-¿Tom? –Buscándolo con la mirada. Se volteó hacia donde estaba el cuervo, el pájaro hizo un ruido horrible que causó que Ashley se tapara los oídos y vio aterrada como elevaba el vuelo.
Regresó a su casa en silencio un poco confundida, tantas cosas en una noche. ¿Realmente quería a Ryan? Con lo que acababa de suceder no lo sabía con exactitud ¿Dejaría a Ryan por Tom? Eso mucho menos lo sabía, ¿con que cara vería a su novio mañana? Se podría decir que lo había engañado esa noche, pero aún así no sentía culpa ni preocupación alguna, pero tampoco sentía que había hecho lo correcto.
-Genial –Viendo la puerta de la cochera- ¿Ahora como subo? –Preguntó asustada para sí misma.

Continuara
En lo personal, este fue uno de mis capitulos favoritos <3,(:

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