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Tercera novela. (Fandom: Tokio Hotel/ HIATUS)

11 mar 2011

Cap.56 Era lo único que quería saber

No era verdad… ¿o sí? Dio media vuelta sobre ella misma. En ese momento supo porque Tom la había traído aquí.

-Kathia… -Susurró sin poder creérsela- Kathia. Estas aquí. Estás bien. Sin ningún rasguño. Estas viva –Decía una palabra sobre otra.
-¡Claro que estoy viva! –Dijo atónita- No es tan fácil deshacerse de mí –Ashley sonrió mientras que sus ojos se volvían a llenar de lágrimas, más no lloro. Y la sonrisa no le duro mucho -¡Ay! ¿Por qué me pegas? –Preguntó agarrando su brazo.
-¡Maldita desgraciada! ¡Me diste un puto susto de mierda! ¿¡Cómo se te ocurrió saltar!? ¡Cuando dije que no estaba tan alto, fue sarcasmo! ¿¡Sabes lo que es sar-cas-mo?!
-Ya, lo sé perdón. En ese momento se me cerró el mundo ¡Bill me seguía! ¿Te diste cuenta?
-Él te salvó, verdad. –Kathia asintió.
-Quiero que veas algo –Tomó la mano de su amiga y la llevó hasta unas mesas que estaban al fondo de la biblioteca. Tomaron asiento y Kathia abrió el álbum, era el que faltaba.
-Somos nosotras –Exclamó asombrada. Kathia le pasó el álbum para que las pudiera ver mejor. Ashley comenzó a hojearlo, pero su amiga la detuvo señalando una foto.
-Jamás pensé que te iba a ver con esos vestidos y… esos peinados y… esos sombreros raros –Dijo en tono de burla, su amiga solamente bufó.
-Créeme que yo ya me he visto –Confesó. Kathia volteó a verla confundida- No me preguntes nada –Habló antes de que ella pudiera hacerlo –Estúpidos sueños ridículos –Murmuró mientras seguía hojeando- Kathia… ¿Dónde estabas mientras que yo… dormía? –Preguntó volteando a verla- ¿Qué te hicieron? ¿Qué te dijeron?
Kathia recargó su cabeza en su mano y soltó un pesado suspiro.
-Bill siguió contándome más…Dijo que cuando nos tenían cautivas, ellos eran los encargados en cuidarnos.
… No nos hablaban, solamente se dedicaban a observarnos desde un punto determinado. Ni siquiera se acercaban a nuestras celdas. Ellos solamente querían una explicación del porque no nos podían lastimar, porqué no nos podían tocar, por qué querían estar más con nosotras…



-Sáquenos de aquí por favor.
-Tengan piedad, por lo que más quieran
Tom y Bill voltearon a verse y en un movimiento ya estaban enfrente de la celda. Aubrey se levantó del rincón donde se encontraba y lentamente caminó hacia el chico de rastas.
-Por favor, sáquenos –Volvió a repetir. Los gemelos volvieron a voltear a verse. Tom volteó hacia la chica y acercó su rostro con la de ella.
-¿Cómo te llamas? –La chica lo vio extrañada y volteó a ver a su hermana.
-Aubrey –Contestó volteando a verlo- Mi nombre es Aubrey.
-¿Y tú? –Preguntó Bill
-Kerstin –Murmuró. El chico de cabello negro alargo su mano, rozaba la piel de la chica.
-¿Qué son? –Volvió a preguntar Bill anonado y retiro su mano.



…Era lo único que querían saber.
-Kathia, no los escuches ¡Ellos nos mataron!
-¡No! –Habló rápidamente- Bueno… -Se agarró la frente con desesperación- No sé cómo explicártelo Ashley… Ellos… Ellos no nos tocaban, al menos que nosotras se lo ordenáramos ¿entiendes? Si, Tom y Bill nos mataron, pero fue porque nosotras se lo pedimos.
-¿Qué? –Susurró.
-Nosotras sabíamos que no podíamos cambiar lo que éramos. Sencillamente íbamos a morir tarde o temprano, pero era mejor morir en sus brazos que en el de alguien más. Ashley, ellos iban a morir sin nosotros no lo hacíamos –Kathia se quedó callada y volteó a ver las venas de su muñeca- Entiéndelo, solo somos alimento –Murmuró. Ashley soltó un sollozo y cerró ese enorme álbum de golpe mientras soltaba más y más gemidos.
-No. No. –Decía entre lágrimas- Solo somos dos chicas, solo somos eso… solo eso –Kathia no dijo nada ¿Qué palabras de aliento podía darle si ella se encontraba igual? Solamente dedico a abrazarla procurando no llorar
- Ayer éramos Ashley y Kathia, unas típicas adolescentes y ahora… no somos nada.
Kathia solamente escuchaba a su amiga, iba a dejar que se desahogara. Sabía que tarde o temprana iba a asimilar lo que era y en qué peligro se encontraba.
Los dos Kaulitz las observaban desde la parte más oscura de la biblioteca, compartían su dolor. Tal vez, el dolor de ellos era más grande que el de las dos muchachas…mucho más.
















Mi hermana comenzó a llorar. Samuel y yo volteamos a vernos entre sí.
-Ya regreso niños –Avisó mi abuela levantándose de su cómoda silla. Solamente espere a que ella saliera de la habitación y…
-Listo, ayúdame Samuel –Ordené levantándome, él me vio anonado.
-¿Qué es lo que quieres probar? –Me preguntó siguiéndome.
-No lo sé, pero hay algo en esta historia que no me cuadra –Admití abriendo un cajón.
-Es solo una historia ¡No seas paranoica! –Cerré el cajón con fuerza y voltee a verlo. Detesto que sea así.
-Tú también sospechas que pasa algo, te conozco.
-Pero…
-Admítelo, nuestra abuela nos oculta algo y tiene que ver con algo de esta historia. Simplemente por como la cuenta: es como si regresara al pasado o no sé. –Termine abriendo otro cajón.
-Bueno ¿Y qué es lo que buscamos exactamente?
-Pruebas.
-¿De qué? ¿De qué mi abuela es una de las dos chicas de la historia? ¡Por favor! –Voltee a verlo sorprendida.
-Exacto –Le respondí dando una sonrisa y caminando hacia el ropero.
-¿Sabías que fue sarcasmo? ¿Lo sabías, verdad?
-Si, si –Contesté siguiéndole el juego- Ayúdame a buscar, ya debe de venir en camino. Arely ya no está llorando.
Cajones, ropero, puertas, debajo de su cama. No había nada, realmente no sabía que estaba buscando. Entre los libros… tampoco ¿Dónde puede estar?
Camine hasta el otro mueble y –Sonó hueco ¿Por qué?– Volví a pasar por ahí… ¡Claro!
-Samuel ayúdame a levantar esto –Entre mi hermano y yo levantamos esa parte del piso de madera. Mi abuela, siempre ha sido tan astuta.
-Okey, te creo –Voltee a verlo de reojo. Ahí había una caja negra y alrededor fotos, accesorios, pequeños peluches.
Saqué la caja negra y la abrí. Adentro se encontraba una libreta con la pasta de un extraño personaje de calavera…
‘Ashley dejó de escribir en su libreta con la pasta de su personaje oscuro favorito: El extraño mundo de Jack’
Abrí la libreta y leí un fragmento: ‘Tal vez... no me ama lo suficiente. Para que haga todo eso yo creo que ni si quiera me ama ¡la verdad no se qué pensar! Pero yo no amo a Tom, amo a Ryan... ¿O no? Cuando bese a Tom me sentí tan bien... aunque algo raro, sentí que esos besos ya los había probado antes, cosa extraña, fue como un Deja vü, reconozco esa sensación ya que conmigo es muy frecuente... ¿será que eso ya lo había soñado?’
-¿Qué? ¿Qué pasa? –Lo sabía… sabía que mi abuela tenía algo que ver- ¡Respóndeme Máyela! -Hojee la libreta un poco más y salió un pequeño papel, lo recogí –Y no era un papel, era una foto- ¡Máyela! ¿Qué es eso? ¡Dime!
-Abuela… -Susurré anonada.

Continuara***
Disfrutenlo(:

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