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Tercera novela. (Fandom: Tokio Hotel/ HIATUS)

10 abr 2011

Cap. 66 La felicidad esta en donde tú quieres que este.

Me había terminado de arreglar gracias a una de las sirvientas que trabajaba ahí. Lo recuerdo muy bien, ella no era vampira, era una joven muchacha que quería convertirse en un ser de la noche, también recuerdo perfectamente la plática que tuvimos:

-¿Por qué tomaste esa decisión? –Pregunté mientras me agarraba muy fuerte de un mueble ante el apretamiento del corsé.
-Por qué no quiero morir –Me respondió con una sonrisa- pero tampoco quiero vivir –Terminó ajustando los listones del apretado corsé.
-¿Tú crees que siendo unos de ellos serás feliz? –Pregunté irónica.
-La verdad no estoy segura –Me respondió encogiéndose de hombros- pero sé que ese es un paso para empezar a buscar mi felicidad ¿Sabe? Para encontrar su felicidad, hay que arriesgarse –Eso me dejó pensando.
Caminé hacia el espejo de cuerpo completo para admirarme ante él. El vestido, el maquillaje, el peinado… todo era perfecto.
-Con su permiso –Escuché decir a la muchacha, yo voltee hacia ella y di una débil sonrisa.
Al estar sola, me quede pensando en las palabras que había dicho aquella chica ‘Para encontrar la felicidad, hay que arriesgarse’. Yo me había arriesgado, lo había arriesgado todo solo para ser feliz a lado de Tom, para ser feliz con mi vida… pero aún no lo he logrado. No he logrado ser feliz, no he logrado sonreír con sinceridad y ni siquiera encontrar la paz conmigo misma ¿Será que no me he arriesgado lo suficiente? ¿O será que simplemente yo no merezco ser feliz?
-Que hermosa te ves… vestida de época –Esa voz, su voz, la voz que no he escuchado en mucho tiempo. La voz que hace sentirme viva.
Sentí las yemas de sus dedos en mis hombros desnudos. Su tacto frío que en mi piel automáticamente se vuelve tibio. Sus brazos rodearon mi cintura y recargó su barbilla en mi cabeza. Ante los ojos del espejo, solo me encontraba yo sonriente, ante los ojos de mi corazón, nos encontrábamos los dos enamorados ante el espejo.
-Tom –Musité cerrando mis ojos, disfrutando el momento- No sabes cuánto te extrañe.
-Ya pequeña, no te preocupes que ya estoy contigo –Me giré hacia él para verlo cara a cara.
-Dios, eres hermoso –Confesé acariciando su frío rostro. Él tomó mi mano y entrelazamos nuestros dedos.
-Tú eres una diosa –Me dijo mientras juntábamos nuestras frentes. Estaba tan cerca de mí que no dude en abrazarlo muy fuerte, necesitaba que su cuerpo frío me transmitiera calor como antes- ¿Te hicieron daño?
-No –Mentí.
-¿Te tocaron?
-No –Volví a mentir, pero es que no quería discutir, no quería saber nada ni recordar nada. Solo quería disfrutar el momento con él- Te amo.
-Yo también te amo hermosa. Esta noche, tú y yo volveremos a estar juntos.
-¿Nunca más nos volveremos a separar?
-Nunca.
-¿Me lo prometes?
-Te lo juro –Mi rostro estaba entre sus manos, como disfrutaba su compañía- esta noche seremos libres.
-¿Esta noche seré tuya?
-Siempre has sido mía –Sonreí, me encantó escuchar eso.
Y sin más, rosó sus labios con mi rostro… buscaba con desesperación mis labios y yo los suyos y al juntarlos, me sentí completa de nuevo.
Sus besos, sus labios, sus ojos, él… él era la razón por la que todavía sigo de pie.
No se cuanto duramos abrazados, pero fue mucho, fue como si no existiera límite de tiempo para estar juntos. Ninguno de los dos musitó nada, simplemente disfrutaba la presencia del otro.
Quería preguntarle algo, necesitaba saber su respuesta, su opinión. Pero no me atrevía a hablar, no me atrevía a romper este lindo momento.
Los dos volteamos hacia el pequeño reloj de mesa que estaba enfrente del peinador. Tom sabía exactamente a qué hora pasaría Kiro por mí.
Él besó mi frente y me sonrió.
-No quiero que te vayas –Confesé con miedo. No quería que estuviera lejos de mí otra vez.
-Estaremos pronto juntos, más pronto de lo que te puedas imaginar –Me dijo esbozando una sonrisa.
Mi curiosidad me mataba, necesitaba saber esto ya. Tom abrió la ventana de mi habitación. Por lo visto, nadie sabía ni siquiera se imaginaban que él estuvo conmigo todo ese rato.
Mi pequeño se iba y yo necesitaba saber la respuesta, mi curiosidad me comía & entonces le pregunté qué en donde podía encontrar la felicidad y él me respondió:
-La felicidad esta en donde tú quieres que este.
Y al oír eso… lo comprendí todo.

















-Que hermosa… ¿Lista para bajar? –Me preguntó extendiendo su mano. Yo lo mire pesadamente. Él también se veía hermoso, demasiado elegante y con esa sonrisa picara que lo distingue.
Caminamos con elegancia hasta las escaleras sin decir nada. Jamás, en ningún momento agache mi cabeza.
No tenía miedo, no había porque tenerlo. Tom y todos estaban aquí, ellos nos iban a salvar y si no, íbamos a morir juntos. Era lo que pensaba, mi mente estaba fría.
Al llegar a las enormes escaleras en forma de caracol, vi en el otro extremo que venía llegando mi amiga Kathia: estaba radiante, hermosa y más feliz que nunca. Al parecer ella también tuvo su pequeña visita.
Quería ir a abrazarla, se encontraba bien, mi amiga no iba a morir. No hoy. Pero tenía que aguantarme todas esas ganas, tenía que esperar a bajar.
Nos encontrábamos en extremos contrarios y al vernos esbozamos una sonrisa. No había motivos para no hacerlo, nuestra felicidad se encontraba cerca.
-Espero y disfrutes la gran fiesta que le preparamos – Voltee a verlo confundida.
-Ah… -Giré mi mirada hacia el enorme recibidor.
Lleno. Completamente lleno. Si ustedes no supieran la verdad de esto, creerían que se trataba de otra fiesta de ricos amargados, todos tan elegantes y refinados… pero no. El lugar estaba lleno de estos peligrosos y hermosos seres, esperando a que sus invitadas de honor bajen para comenzar la grandiosa fiesta.
Trataba de buscar a Tom, pero era demasiada gente que hasta termine mareada, aún así no deje de buscarlo. Alguien, muy alejado de la sociedad me miraba a lo lejos, era él. Sonreí al verlo, era completamente diferente a los demás en absolutamente todo. Mientras los demás venían vestidos formales, él no. Él llevaba un pantalón que lo caracterizaba: enorme y con pequeños agujeros en el, camisa y un enorme saco de color negro.
Pude notar que Bill estaba a su lado, ja, él tan elegante. Podría decirse que era el más elegante de todos los invitados: Un conjunto de color azul marino, era bellísimo, su cabello… ahora lo traía corto y ese maquillaje que le daba un toque especial. Los dos estaban guapísimos.
Una suave melodía se dejó sonar haciendo que apartara mi vista de ellos. Voltee a ver a Kathia y ella solo asintió… había llegado la hora.
-¿Estás preparada? –Me preguntó enredando su brazo con el mío.
-Claro –Respondí con una enorme sonrisa- ¿Y tú? –Pregunté alzando una ceja.
-Desde hace siglos.

Continuara***

4 comentarios:

  1. ¡Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhh!

    ¿De que se trata eso? ¡Ya no entendi!!!!


    ¡Mas!


    me dejaste picada!



    ¡Sube mas, pronto!


    Buen capi!


    me encanto su pequeño encuentro...Tan tierno...¡Lo ame!


    Me largo...

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  2. ¡Ya entendi!

    esqe la tonta de yo no habia leido el capitulo pasado! ¡Opz!

    ¿Se van a morir?

    ay no!



    ¡Sube ya!



    Esto esta de nervios!!!!




    ¡Maaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaas!

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  3. ¿Como si "No son Kaulitz"?...¿Kiro, y todos ellos son parientes de los Kaulitz?...¿O como?


    ¿Me lo podrias explicar?...¡No entiendo!


    ¡¡¡¡Esto es traumante!!!!

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  4. No, no son familia, lo único que los une es el hecho de ser vampiros (:

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