-

-
Tercera novela. (Fandom: Tokio Hotel/ HIATUS)

14 abr 2011

Cap. 69 Eclipse lunar

Gordon y Simone se pusieron de pie y nos ofrecieron una sonrisa de oreja a oreja.

-¡Bienvenidas a esta su casa! –Nos saludó Gordon emocionado.
Kathia volteó a verme. Sabía exactamente que sentía el mismo temor que yo ante Yü.
-Acérquense… -Nos ordenó Simone con una voz angelical-… para poder abrazarlas –Y esbozó una hermosa sonrisa al terminar de hablar.
Pasé saliva, mis pies se habían convertido en unos pesados blocks en esos momentos, así que tuve que juntar todas mis fuerzas para poder moverlos. Kathia y yo avanzamos hacia Simone como pudimos, ella extendió sus brazos para darnos frío abrazo que para ella era uno cálido.
-Eso es, no tengan miedo –Nos susurró tranquila- cada vez que las veo se ponen más hermosas… -Y ya no la escuché más. Me concentré con Yü y es que no comprendía como alguien que se veía tranquilo fuese un asesino a sangre fría.
Él se encontraba observando a los invitados bailar, era como un niño disfrutando de un show infantil.
Me congelé de inmediato al ver que los ojos de Yü giraban hacia mí. Solo logré exaltarme ¿Gritar? No pude, mi garganta se había cerrado impidiéndome hacerlo. Ya no logré verlo más, Gordon se había puesto enfrente de mí.
-Si, son hermosas –Creó que había apoyado el comentario de su esposa. Gracias a él, volví a la realidad.
-¿Y cómo se la han estado pasando? –Nos preguntó la Sra. Kaulitz soltándonos- ¿Disfrutan la fiesta?
-S-si –Tartamudeó Kathia- ¿Cierto Ashley?
-Claro –Me apresuré a contestar- Todo está perfecto.
-Me da gusto –Confesó Gordon y volteó a ver a la enorme ventana que reflejaba la gran y hermosa luna. Kathia y yo también la observamos. Un eclipse estaba a punto de iniciar- Kathia, ven conmigo –Ordenó de una forma amable. Mi amiga volteó a ver asustada a Simone. Algo no estaba bien.
-Ve –Le susurró la mujer feliz. Después volteó a verme a mí y con mi mirada le mostré desesperación, la verdad, no podía mostrarle seguridad en esos momentos.
Temerosa, caminó hasta donde Gordon y tomó su mano al mismo tiempo que Simone me jalaba a un lado de ella y apretaba mi mano.
La música había parado y en ese instante mi cuerpo se tensó y mis ojos se desorbitaron. Ya era el momento.
-¡Al fin compañeros míos! Al fin, esta noche sentiremos lo que es el verdadero poder recorrer nuestras venas –Gordon, había comenzado el discurso-Esta noche, nos convertiremos en los seres más poderosos ¡Seremos indestructibles!
Toda la sala lo observaba con admiración, Strify, Shin y Romeo con ansias y Kiro… Kiro no demostraba emoción alguna.
-Nuestros enemigos temerán, disfrutaremos ver como la sangre de esos imbéciles se derrama en nuestra boca, los despedazaremos con más agilidad y les causaremos más sufrimiento con facilidad porque hoy… ¡Hoy beberemos verdadera sangre, verdadera energía, verdadero dolor!
Procuraba no escucharlo, quería hacerme la de oídos sordos. Solo buscaba a Tom, pero no lo veía en ninguna parte, ni a Bill ¡Ni a nadie! Kathia y yo estábamos solas.
Mire a mi amiga, Gordon la tenía presa entre sus brazos, iba a destrozarle la garganta.
-¡No! –Grité tratando de correr hacia ella, pero Simone me había detenido ante el primer movimiento brusco que hice- ¡Suéltala! ¡Suelta a mí amiga! ¡Nosotras no somos una herramienta! –Grité lo más fuerte que pude. Sentía que mis pulmones se acabarían en ese momento.
Risas. Eso fue lo que escuché, se burlaban de nuestro sufrimiento.
-¡Calma, calma! –Les rogó Gordon- Ustedes no son, ni serán personas –Me recordó con burla en sus ojos. Volvió a tomar a mi amiga bruscamente, Kathia se quejó.
-¡Agh! ¡Suéltame imbécil! –Gritaba con dolor- ¡Suéltame! –Chilló.
-¡Kathia! –La llamé asustada- ¡Agh! –Me quejé ante el apretón que me había dado Simone en mis brazos.
Buscaba a Tom desesperada. Estaba asustada, ellos estaban a punto de matarnos Y Tom y Bill no aparecía.
-Habíamos esperado años por este gran momento… creo que esto es lo más justo –Vi que Gordon se giraba hacia Yü, él, seguía con su imagen de despreocupado- Haznos el honor –Le imploró con una sonrisa.
Yü dio un cansado suspiro y se puso de pie. Automáticamente mi piel se puso de gallina al verlo caminar. Mis ojos se llenaron de lágrimas, temblaba, pues él estaba a un lado mío, no soportaba tenerlo cerca. Logré ver a mi amiga de lejos, ella lloraba a más no poder, yo ya no aguante más y rompí en llanto.
-Shh, tranquila –Me susurró Simone a mi oído- Te prometo matarte rápido para que no sufras –Depositó un beso en mi cuello haciendo que se me erizaran los vellos de mi nuca.
¿Matar? ¿Morir? No, no quería, no estaba lista ¿Miedo? Sí, le tenía miedo a la muerte.
Las frías manos de Simone estaban recorriendo mi cabeza. Un brazo rodeó mi cuello, casi ahorcándome y el otro rodeaba mi frente. Se preparaba.
Vi que Yü se quedó inmóvil viendo el enorme ventanal que reflejaba el eclipse de la luna, estaba roja. Yo también quise observar y vi que casi estaba en su totalidad, la luz que me ofrecía la luna estaba apagándose hasta que por fin, nos ofreció oscuridad.
-No –Susurré anonada. Rápidamente me volví a mi tarea de buscar a Tom pero solo veía a Verónica, quien esperaba con ansias el momento de mi muerte.
¡Tom! Al fin lo había encontrado, pero algo no estaba bien, no se movía ¡No hacía nada! Solo era un espectador más.
-Tom… -Murmuré dolida. Yü bajó con elegancia los cuatro escalones, sus súbditos se abrieron para que el pudiera pasar.
Dio seis pasos, seis pasos que resonaron por toda la habitación, seis pasos llenos de tensión, seis pasos de miedo, seis pasos que para mí, fueron eternos.
Nos daba la espalda, jamás volteó a vernos. Yo volví a mirar a Tom, me preguntaba por qué demonios no hacía nada. Mis latidos retumbaban en mis oídos, sentía mi sangre arder, en mi silencio gritaba “Ayuda”, pero claro, nadie me escuchaba.
Tom me miró a los ojos, los ojos que de seguro ya no tenían nada de maquillaje ¿Qué fue lo que hizo después de eso? Darme la espalda. Vi como se alejaba de ese lugar dejándome sola y desprotegida.
Cerré mis ojos como acto siguiente, una ola de dolor invadió mi cuerpo. Todos me lo habían advertido y yo no quise escuchar, ahora, pagaba las consecuencias de mis actos: Amar a un vil vampiro.
Los latidos de mi corazón lograron detenerse para así, volver a escuchar.
-Mátenlas –Había la orden al fin.



Continuara***
Disfrutenlo(:

1 comentario: