-

-
Tercera novela. (Fandom: Tokio Hotel/ HIATUS)

13 ago 2011

Cap. 29 Altar

Pestañeó 5 veces: tres para despertarse y dos para reincorporarse. Su cuerpo ya no le pesaba, su cabeza no dolía más, se sentía tranquila ¿Por qué? Porque pudo dormir, está vez, sin interrupción alguna, al fin pudo descansar. Se estiró un poco disfrutando la fría mañana, dio un pequeño bostezo y volvió a retomar su lugar en la cama, aún no quería levantarse porque después de todo era domingo y ella… ¿Domingo? Mierda ¡Ella trabaja los domingos!

— ¿Dónde está mi celular? –Preguntó alarmada para ella misma y comenzó a buscarlo entre las sabanas. Cuando lo encontró miró la hora: 12: 35 pm- ¡Perfecto! –Bufó de mala gana, ya era demasiado tarde para ir a la cafetería. Ladeó su cabeza al ver el pequeño icono de mensaje en la pantalla y extrañada, lo abrió.
“Ruth.
Qué bien que decidiste tomar el día libre, tranquila, yo hablo con James.”

Ashley dio un suspiro de alivio, recordó que James –Su jefe- le había dicho que podía tomarse un día de descanso por el accidente del día anterior.
Se volvió a acostar retomando nuevamente la tranquilidad, dio un largo respiro y cerró sus ojos estirando un poco su cuerpo, tenía que disfrutar aquél momento.
— Peter –Musitó sentándose de golpe. Saltó de la cama y se dirigió hacia la habitación de su pequeño, abrió lentamente la puerta y asomó su cabeza- ¿Peter? –Al no tener respuesta, entró.
Ashley frunció su ceño al ver que el niño aún seguía dormido, era extraño, él siempre se despertaba, a más tardar, a las nueve de la mañana. Caminó hacia él y acarició su mejilla, Peter estaba en un profundo sueño- Supongo que despertarse tarde una vez al año, no hace daño –Susurró y salió de la habitación.
Lentamente bajó las escaleras y tomó asiento en su enorme sofá, hace ya mucho tiempo que Ashley no disfrutaba de un domingo.
— Agh. –Se quejó al escuchar que tocaban la puerta- ¿Quién puede ser a estas horas? –Preguntó levantándose de mala gana- ¿Si?... Tom –Soltó sorprendida al verlo en la entrada.
— Hola –Saludó por lo bajo y no pudo evitar ver a Ashley de arriba abajo- Supongo que te acabas de levantar.
— ¡Oh!... Eh, si, algo así –Contestó tratando de arreglar su horrible cabello, que vergüenza- ¿Qué haces aquí? –Preguntó tratando de evitar el tema de su aspecto.
— Pase a la cafetería a ver como seguiste, pero no estabas así que decidí venir aquí y bueno… ¿estás mejor? –Ashley se encogió de hombros, si que había preocupado a muchos.
— Si, gracias… ¿gustas pasar? –Preguntó sin más, Tom negó.
— De hecho, tengo que irme ya… ¿de casualidad sabes qué día es hoy? –Ashley meditó un momento.
— Veintisiete –Contestó al fin y Tom asintió.
— Nos vemos mañana –Ashley se encogió de hombros.
— Adiós –Susurró y cerró la puerta. Aún no se podía acostumbrar a los repentinos cambios de humor de Tom.
El de trenzas subió a su auto y arrancó nuevamente hacia la cabaña. Falta poco para que el mes de Enero termine, ya pronto sería Marzo, prácticamente, tenía el tiempo encima y aún no podía confesarle la verdad a Ashley. Para empezar ¿Cómo hacerlo? Como le había dicho a Bill: No era algo que se podía decir de un día para otro, no era cualquier tema, no era cualquier cosa.
Al llegar, bufó al ver que Gustav se encontraba esperándolo en la entrada, con él, sentía más presión aún y de una forma, le complicaba las cosas.
— ¿Qué pasó? –Preguntó el rubio con sus brazos cruzados.
— Nada, no pasó nada –Contestó Tom dando un portazo.
— ¡¿Por qué?! –Preguntó atónito- Si ella ya lo supiera, se nos haría más fácil cuidarla –Le hizo saber.
— ¡Ya lo sé! –Gritó entre dientes- Pero… ¡Mierda! No-es-fácil –Trataba de calmarse- Ella ni siquiera sabe sobre los vampiros, ni siquiera sospecha que está en peligro ¡No sabe nada!
— No me importa –Tom cerró su boca anonado- Se lo tendrás que decir, no me importa que sea inesperado, no me importa que se lo digas de golpe ¡No me importa! Solo hazlo ya para poder alejarla de aquí, de Andrew.
— No puedo decírselo de esa forma –Insistió controlando su respiración.
— ¿Qué no me escuchas? –Preguntó desesperado- ¡No me…!
— ¡Tiene un hijo! –Le escupió al fin. Gustav se tensó.
— ¿Qué…? ¿Qué dijiste? –Comenzó a balbucear. Sus pestañeos eran constantes, trataba de asimilar la noticia.
— Ella tiene un hijo –Repitió lentamente- No puedo alejarla del niño, y no puedo alejarlo a él de su madre –Explicó- No soy un monstruo como para hacer eso –Murmuró. El rubio bajó su mirada, por fin comprendía porque Tom dudaba al hablar sobre la verdad con Ashley, esto complicaba mucho las cosas, pero aún así…
— No podemos detenernos, Andrew no lo hará, nosotros tampoco –Dejó en claro- Las cosas siguen igual, se lo dirás mañana a más tardar. –Tom apretó sus labios y asintió.
— Yo no lo diré nada –Aclaró cuando estaba cara a cara con Gustav- Al menos, no hoy, pero si tanto insistes… hazlo tú –Y dicho esto, lo empujó con su hombro y entró a la cabaña.
Gustav se tomó su cabello con desesperación y se sentó sobre uno de los escalones tratando de analizar la noticia ¿Un hijo? ¡Era lo único que faltaba!
— ¿Beatriz? –Cuestionó para el mismo al verla salir del bosque- ¿Dónde has estado? –Le preguntó al tenerla enfrente.
— Caminando –Respondió por lo bajo.
— ¿Estás bien? –Cuestionó tomando su mano, estaba preocupado por ella- Algo te inquieta, lo veo en tus ojos.
— No-no es nada –Contestó torpemente- Estoy bien –Le aseguró entrelazando sus dedos. Gustav asintió no muy convencido.
Beatriz volteó a ver a los árboles un poco nerviosa. Solo esperaba que se estuviera equivocando porque si Verónica estaba viva, iba a complicar las cosas aún más.

















— ¿Tom? –Llamó su gemelo entrando a la habitación.
— ¿Qué ocurre? –Respondió guardando la carta de Aubrey en su pantalón.
— Ven, necesito que veas algo –Tom lo vio extrañado y siguió a su gemelo.
— ¿A dónde vamos? –Cuestionó al darse cuenta que iban al lugar donde había intentado matarse. Bill no respondió, solo se puso a lado de Georg- ¿Qué está pasando? –Andrea y Kerstin se hicieron a un lado dejando ver una pequeña cruz hecha con ramas sostenida de fuertes piedras, a su alrededor había unas siete flores y enfrente de la cruz, una pequeña foto.
— Nos pareció buena idea, hacerle un pequeño altar a Aubrey –Respondió Kerstin al fin. Tom entreabrió su boca y los vio impactados a todos. Sin decir una palabra, caminó hacia ese pequeño ‘altar’ y se dejó caer- Esa foto yo se la tomé en su última vida –Inquirió la prometida de Bill al ver que el de trenzas miraba con admiración aquel trozo.
— Gracias –Fue lo único que pudo decir. Sus compañeros solo asintieron y sin necesidad de pedirlo, lo dejaron solo- No sabes cuánto te extraño –Confesó a la vieja imagen de la chica que amó.

-
Disfruten la lectura, los quiero <3

2 comentarios:

  1. :O!!!!!

    no lo puedo creer, todo se pone peligroso con un niño de por medio...

    Buen capi!

    Besos!



    S.K

    ResponderBorrar
  2. Cuando leí altar pense que alguien se iba a casar ._. x) y me gusta de que Ashley al fin se haya mandado un día libre lo necesitaba y Tom debería de decirle ya... pero con Peter entremedio...bueno que se lo deje a Georg&Andrea <3 seguro ellos quieren cuidalo (A) ajajaj xD tkkkkkkkkkm amigoshaaaa *-* esta muy buena tu fic ohu si *w* Adiós

    ResponderBorrar