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Tercera novela. (Fandom: Tokio Hotel/ HIATUS)

26 nov 2011

Cap. 66 Ella también puede cuidarlos.



Andrew rugió en el acto en el que Tom lo tomó con fuerza y lo aventó lejos pero aquél demonio frenó y tomó impulso con sus pies para lanzarse contra el de trenzas ocasionando que sus cuerpos fueran impactados contra una estructura haciéndola completamente añicos; alrededor de ellos, se desataba una pelea: discípulos vs discípulos, todos tratando de despedazar al otro y al parecer, Georg había tenido razón: anteriormente, sólo les habían dado ventaja, ahora, comenzaba la verdadera batalla.
Ashley, veía estupefacta aquél combate. Era increíblemente aterrador ver como aquellos seres luchaban para destrozarse, todo aquello eran tan sobrenatural que podía pensarse que todo lo que ha vivido desde que Tom entró a su vida ha sido un extraño sueño en el que, por alguna razón, no puede despertar: apenas ayer había logrado recuperar su vida normal a lado de su única familia y hoy, todo por lo que luchó se perdió, pero a cambio, encontró el amor… lo encontró en un ser que se supone no entiende sobre aquél sentimiento, un ser que fue creado para matar, un ser creado con odio, lo encontró en un demonio que se zafó de aquél estereotipo porque sencillamente él nunca fue así, él es un ángel mandado desde la oscuridad para protegerla, para cuidarla, para amarla cuando se supone, debía matar. Pero no, Tom no fue mandado desde la oscuridad, Tom fue mandado por otro ángel… fue mandado por Aubrey, quien realmente eligió a Ashley porque sabía de lo que sería de su destino si no ponía a Tom en su camino: su perdición, Ashley se autodestruiría a no ser porque Aubrey decidió poner a ese hombre a su lado y que al mismo tiempo, aquella chica perdida ayudaría a Tom a volver a amar, a volver a sonreír, a volver a sentirse vivo. Si, ellos estaban destinados a estar juntos.
El estruendo de los pilares que caían poco a poco hizo que Ashley reaccionara y volviera a la zona de guerra y que encontrara con la mirada al cuerpo herido de Bill ¡debía salvarlo, debía hacerlo! ¿Pero cómo? Ella no era lo suficientemente rápida y fuerte para sacarlo a salvo… pero debía hacer algo aunque Tom se lo haya prohibido.
— Si hay peligro… -Ashley volteó a verlo-… quiero huyas y no te detengas por ninguno de nosotros.
— No los dejaré. –Le aseguró negando y Tom la vio de golpe.
— Nuestra prioridad es que tú estés a salvo.
— Y la mía es tratar de ayudarlos… -Tom negó.
— La tuya es sobrevivir porque así… yo viviré también.

Pudo sentir en su garganta como se le fue complicado pasar saliva, no, no iba a dejar a Bill ahí: si ellos se arriesgaron por ella, ella se iba a arriesgar por ellos.
Plan, necesitaba un plan y rápido ¡pero qué va! En esos momentos ni siquiera podía pensar con claridad, sólo podía ver pedazos del techo y paredes caer y a aquellos seres golpeándose, mordiendo y tratando de arrancarse la piel. Corre por Bill. Eso fue lo único que pasó por su mente y fue lo que hizo, corrió y por un maldito instinto cerró sus ojos al sentir ráfagas de viento revolotear su cabello, estaba tan segura que en esos momentos trataban de atacarla pero los chicos los alejaban de ella. Al llegar con el débil cuerpo del pequeño Kaulitz, sin más brillantes ideas, tomó su brazo y lo arrastró tratando de salir de aquella habitación ha como diera lugar aunque pareciera imposible: Bill pesaba y ella era débil, pero no se detuvo.
— ¿¡Qué mierdas haces Ashley?! –Preguntó Georg estupefacto- ¡Huye de aquí maldita sea! –Le ordenó antes de que Pitts se lanzara contra él, pero Ashley no lo escuchó, tenía que sacar a Bill, no lo iba dejar morir.
Kerstin, visualizó la acción que estaba tratando de hacer Ashley y sin pensarlo, corrió hacia ella para ayudarla, rápido, tomó el otro brazo de Bill para poder salir más rápido de ahí.
— Gracias… -Murmuró Ashley a lo que Kerstin asintió.
— Cuídalo mucho… por favor. –Le suplicó al estar fuera de la habitación y aunque no quería, soltó la mano de Bill.
— Lo haré… -Le aseguró sintiendo pavor al ver que Kerstin regresaba a aquella batalla: nadie se va hasta que los enemigos fallezcan.

* — Ahora somos sólo tú y yo hermanito… -Dijo Andrew dando una retorcida sonrisa al tener sometido a Tom y poco a poco lo ahorcaba con ayuda de su brazo.
— Nunca... ¡porque tú no eres mi hermano! –Gritó torciendo su brazo haciendo que su hueso saliera de su lugar a lo que Andrew soltó un alarido de dolor.- Nunca seremos “tú y yo” –Le dejó en claro brindándole un fuerte golpe a su quijada lo que hizo que Andrew cayera al piso y antes de poder despedazar su garganta, se detuvo en seco al no poder percibir la energía de Ashley y asustado, miró a su alrededor pero no la vio, ni a ella ni a su hermano… sólo pudo observar a Kerstin quien entraba nuevamente a la batalla ayudando a Gustav quien peleaba con Christian y Pitts.— ¿Dónde estás? –Se preguntó sintiendo su corazón temblar.
— Nunca…te distraigas… en una batalla –El de trenzas se giró y retrocedió al ver a Andrew de pie, quien, con facilidad, se acomodaba su brazo haciendo que tronara.- Eso te puede costar tu vida. –Le advirtió atacando ferozmente su tórax ocasionándole cortes en diferentes partes. Tom tenía que quitárselo de encima.
*
— Bill… Bill… ¿me escuchas? ¡Bill! –Le llama desesperada Ashley sin dejar de arrastrarlo- Falta poco para salir de aquí Bill… estaremos a salvo ¡pero resiste! –Le imploró jalando su cuerpo con todas sus fuerzas.- Por favor…resiste… por favor…
— Voltea. –Aquella voz... era de Aubrey y sin querer volteó para encontrarse con Verónica. Ashley, lo primero en lo que pensó fue en proteger a Bill así que, por ese momento, fue valiente y se puso frente el cuerpo del pequeño Kaulitz, estaba dispuesta a protegerlo a lo que Verónica rió.
— A mi no me interesa ese idiota… a la que voy a matar, es a ti.
— Quiero que lo intentes. –Se atrevió a decir y aunque su voz tembló, no se mostró débil… no, ya nunca más sería débil.

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Hola c: lkasdjaklh como estáon? Yo... desvelada :B esta semana ha sido tan estresante |: estoy en trabajos finales y el miércoles comienzo los exámenes y es cuando se decide que materias dejo en segunda en la cual estoy demasiada preocupada nuevamente, por mate, soy una estúpida en esa materia -.- akjdhalkgd bueno, no, ni tanto ._. xd pero mi profe me odia lo sé :c no estaré tranquila hasta tener el resultado de esa materia, les juro que me esforzaré para no reprobarla porque sino... me sentiré mal conmigo misma y con todas las personas que me están dando su apoyo en estos momentos D: jadlkadh creo que esto era innecesario xd pero necesitaba desahogarme :c xd en fin, me iré a dormir porque realmente no aguanto el sueño & las veo mañana por aquí... muchas gracias por sus hermosos comentarios que me hacen sonreír y hacen que me ponga rojita :$ jajaja son un amor <3

21 nov 2011


Y así sería Ashley como vampiresa c: desde hace tiempo quería subir una foto así para que se den un idea de como se vería la verdad a mi me encantó (: y espero que a ustedes también n.n 

Cap. 65 Un buen guerrero espera la señal de su líder.




— Estamos contra tiempo, señor. –Le avisó Purdy con temor, ante aquella situación, nadie sabía si hablarle o no era una buena idea, podía atacarlos a ellos por cualquier motivo.
Andrew, no se movió del lugar que había tomado después de saber que Jinxx había muerto: parecía estatua colocado frente a la enorme ventana que se encontraba cubierta por una fina cortina ante el sol que había logrado penetrar al fin toda la zona, oficialmente, era de día. El ‘casi-rey’ no pestañeó en ningún instante, sus manos se encontraban tiesas a sus costados y su mirada penetraba más allá de las cortinas tratando de percibir la energía de su medio hermano, él debía venir.
Purdy, pasó saliva y dudoso, avanzó un paso para mantener una distancia e insistió-: Señor, será mejor que nos apresuremos, mate de una vez a Kaulitz para que atrapar a aquella alimaña sea sencillo… -Le aconsejó en pausas.
— ¡Ni te atrevas! –Rugió Kerstin al otro lado de la sala pero Verónica aprisionó más sus brazos inmovilizándola. Purdy, la miró de reojo para después, volver a mirar a Andrew.
— Señor…
— Él debe estar presente. –Habló por fin sin deshacer su posición.
— ¿Disculpe?
— ¡Él debe estar aquí! Quiero que presencie cuando asesine a su gemelo, a sus patéticos seguidores ¡y a su estúpida novia! –Rugió señalando a los seguidores de Tom pero esta vez, no se encontraban inconscientes o débiles.
— Es mejor que nos mates ya Andrew, porque yo me liberaré de este idiota y cuando lo haga… no dudaré en sacarte los ojos. –Amenazó Gustav tratando de zafarse de los brazos de Pitts que en esos momentos eran como esposas. Andrew rió.
— No pudiste con mi discípulo… -Le recordó señalando a Pitts-… ¿qué te hace pensar que podrás conmigo?
— Oh, aún no lo mato porque no es el momento. –Le aclaró y Andrew carcajeó.
— ¿Y cuándo será ese momento?
— Tranquilo… falta poco para eso. –Respondió esbozando una sonrisa.
— ¡Ya cállate! –Le ordenó Pitts dándole un golpe en su nuca, pero la sonrisa de Gustav no se esfumó.
*
— Faltan horas para que sea el eclipse… -Murmuró Tom mirando el cielo.
— Tom… ¿qué se supone que pasará cuando el famoso eclipse se lleve a cabo? –Preguntó Ashley poniéndose de pie separándose del árbol que le brindaba sombra.
— El ritual comenzara… -Respondió apartando la vista del sol-… cuando la luna este completamente cubierta, será la señal para matarte. –La chica pasó saliva con dificultad, eso no sonaba muy bien.- Vamos, aún falta para llegar al pueblo. –Le avisó comenzando a caminar, pero la chica no lo siguió- ¿Qué sucede?
— ¿Y a Bill? –Cuestionó encogiéndose de hombros- ¿Qué le hará a Bill? –El de trenzas apretó sus labios al sentir como su mandíbula se endurecía… ¿qué le harán a su gemelo?
— Llegaré a tiempo. –Le aseguró con un hilo de voz.
— Tom… tienes que ir por él ya. –Le hizo saber abrazándose a ella misma- Debes salvarlo… -Y después negó ligeramente-… no sabes en qué momento Andrew lo matará ¿y si está a punto de hacerlo?
— ¡No! –Se apresuró a contestar.
— Tienes que ir. –Le insistió.- Tienes que salvar al grupo.
— Pero tú… -La chica rió.
— Yo nunca estaré a salvo, no hasta que esto termine… aunque logres esconderme uno de ellos me encontrará. –Se había resignado por fin.- Hay que ir ¡no hay que perder más tiempo…!
Calló de golpe. Los brazos de Tom la rodearon apretándola un poco, Ashley, sorprendida, le correspondió el abrazo unos segundos después.
— No te quiero arriesgar más. –Confesó en su oído.
— El que lo está haciendo es el destino… no tu. –Le dejó en claro- Procuraré no separarme de ti… -Tom rió.
*
El rugido de Andrew resonó por toda la habitación y furioso, se acercó velozmente con Kerstin quien no dejaba de observar a su amado: quería correr, quería abrazarlo, reanimarlo pero aún no era el momento… aún confiaba en Tom.
De la nada, sus ojos veían a Andrew en lugar a Bill, éste la había volteado bruscamente hacia él y Verónica la soltó al fin.
— Llámalo. –Le ordenó entre dientes pero Kerstin no hizo gesto alguno.- ¡Llá-ma-lo! –Volvió a ordenarle, pero no obtuvo respuesta de la chica- ¡Hazlo ahora! –Gritó brindándole una bofetada que ocasionó que tomara su mejilla; Kerstin se sorprendió, ese golpe realmente le había ardido más no le obedeció. Georg y Gustav gruñeron al ver aquél acto de parte de su enemigo, pero ellos también debían aguantar un poco más… debían recuperar un poco de energía.- Llámalo… -Repitió una vez más.
— No. –Le contestó de la misma forma.
— ¡Maldita impura! –Gritó perdiendo los estribos.
— No lo llamaré. –Le dejó en claro y alzó su cabeza demostrándole valentía.
— Lo harás… o en este mismo momento mataré a tu puto novio. –Amenazó retrocediendo. La respiración de Kerstin se aceleró y miró de reojo a Bill más no respondió- Bien… ¡tú lo decidiste!
— ¡Alto Andrew! –Ordenó una sonora voz que hizo que todos los presentes se giraran hacia él- Aquí estoy, ¿no es eso lo que querías? –Su medio hermano se detuvo en seco.
— Veo que me facilitaste un trabajo. –Le recalcó encajando su mirada en Ashley, sus discípulos rieron y Verónica… ella retrocedió hacia la oscuridad esperando el momento perfecto para atacar.- Me alegra que hayas llegado al fin para ver el comienzo de mí reinado…
— ¡Tú nunca serás el rey! –Le aseguró el de trenzas- Ni siquiera portas la sangre de mi padre –Le recordó entrecerrando sus ojos y Andrew, sonrió, esperaba a que dijera eso.
— No, pero nuestro querido Billy si… -Recalcó levantando al inconsciente Kaulitz, a lo que Kerstin no aguantó más y trató de atacar a Andrew, pero Christian lo detuvo.
— Ahora entiendo todo… -Murmuró Georg-… matará a Bill para tener derecho al trono y a Ashley.
— Y, querido hermano, quiero que veas cómo voy acabando con la vida de tu querido gemelo y me dirás que se siente no poder hacer nada al respecto.
— No-lo-hagas –Amenazó Tom sintiendo como una fuerte ola de electricidad recorría cada rincón de su cuerpo.
Ashley se tensó completamente al ver como el rostro de Andrew cambiaba completamente: los huesos de su rostro se hincharon deformándolo en su totalidad, su piel iba tornándose gris y las venas verdes y moradas resaltaban en toda su cara, sus ojos se alargaron tomando aquél maldito color rojo y todos sus dientes se volvieron puntiagudos resaltando sus fuertes colmillos que atacaron sin piedad la garganta de Bill.
— ¡No! –Gritó Kerstin y al acto, todos se liberaron por fin del agarre de sus enemigos para lanzarse sobre Andrew, aquél, era el dichoso momento que Gustav anhelaba.










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Subí hoy porque tuve asueto en mi país c: kaldalhd xd y por ende este lunes parece domingo .-. y hace mucha calor... cuando debe hacer frío .l. ... el calentamiento global :/ lkadjalgd espero que disfruten este capítulo c: <3

20 nov 2011

Cap. 64 La iglesia no siempre es un refugio.



Su cuerpo cayó haciendo que poca tierra se levantará a su alrededor, adolorida, trató de ponerse de pie pero Jinxx lo impidió: aplastó su espalda para que su rostro diera contra la tierra.
— Ahora no te crees tan valiente, ¿cierto? –Le cuestionó aplastándola un poco más a lo que Ashley gritó de dolor.- Si, ¡grita! –Soltó extasiado-… amó escuchar a escorias como tu gritar… -Le confesó encajando su pie contra su espalda.
— ¡Detente! –Le suplicó entre dientes- ¡Detente, por favor!
— ¿Detenerme? –Cuestionó apartando su pie- Si, será mejor que lo haga… después de todo, cuando mueras jugaré con tu cuerpo. –Ashley, anonada, apretó su mano llevándose con ella un poco de tierra.- ¡Levántate! –Le ordenó jalando su cabello y al estar de pie, se giró bruscamente hacia él y aterrada, le lanzó la tierra al rostro a lo que Jinxx cerró sus ojos para gruñir fastidiado al sentir que Ashley se soltaba de su agarre.- Nunca entienden… nunca entienden… -Murmuró negando al ver a la chica correr bosque adentro, soltó un suspiro contó hasta diez para después, correr tras ella.
Ashley esquivaba ramas, brincaba raíces, se daba impulso con los troncos de los árboles y trataba de no mirar hacia atrás, la verdad no sabía hacia adonde se dirigía pero necesitaba encontrar a Tom como diera lugar.
— ¡Agh! –Se quejó al sentir como su espalda se golpeaba contra un tronco, Jinxx la había sometido nuevamente.
— ¡Buena idea! –Soltó sonriendo- Me divierte jugar al gato y al ratón... aunque me han dicho que no hay que jugar con la comida ya que es maleducado pero ¡qué más da! –Exclamó soltándola a lo que la chica cayó contra el piso.- Corre.
— ¿Qué? –Murmuró con su corazón latiéndole en la garganta.
— Corre, te daré una ventaja de diez minutos… corre. –Ordenó poniéndose de cuclillas a lo que Ashley automáticamente se pegó contra el árbol para mirar al hombre con temor.- ¡¿Qué no me escuchaste?! –Le escupió furioso a lo que la chica gritó y cerró sus ojos.- ¡Quiero que corras por la mierda!
— ¡¿Para qué?! –Se atrevió a preguntar aún con los ojos cerrados.
— Para divertirnos un poco. –Respondió tomándola del brazo ocasionando que cayera- ¡corre! –Volvió a ordenar. Ashley, confundida, se puso de pie y dudosa, retrocedió ¿Y qué pasa si la mata al dar la espalda, y qué pasa si es una trampa…?- Si no corres ya… el juego termina. –Ashley corrió.
Trampa o no, tenía que alejarse de él ya ¿podía perderle el rastro? Esperaba que sí. La chica podía sentir como sus piernas se iban adormilando del cansancio, nunca en su vida había corrido de tal manera, pero no se detuvo, no debía. Su pecho le ardía y un horrible dolor se le hizo presente en el costado de su estómago, ya se encontraba cansada pero aún no se había alejado lo demasiado para detenerse…
— ¿Una iglesia? –Se cuestionó a ella misma al ver una vieja estructura casi destruida frente a su camino, era una iglesia hecha a la antigua con una cruz de madera en el techo de forma triangular. Desesperada, miró a su alrededor… tal vez, esa iglesia podía servir de refugio por unas buenas horas… o tal vez no. Su cuerpo se giró bruscamente al escuchar las hojas bailar después de recibir una fresca brisa y sin darse cuenta, caminaba hacia aquella estructura: debía refugiarse en algún sitio.
Puerta, en aquél lugar no existía más y al entrar se dio cuenta de que tampoco había techo: todo el demacrado lugar estaba iluminado gracias a la luna. Sólo había siete bancas de madera intactas, las demás estaban destruidas, volteadas, debajo de las enormes ventanas o simplemente desacomodadas un poco de su lugar de origen, el altar estaba lleno de polvo y no existía absolutamente nada arriba de aquella vieja mesa que solo la acobija un demacrado mantel blanco, lo único que seguía intacto era el Cristo crucificado sobre el altar –aunque la imagen estaba llena de polvo-.
Ashley, caminó con cuidado y al sentir como el piso rechinaba contra sus pies cambió de dirección tratando de buscar dónde esconderse. Se detuvo al estar frente aquella imagen religiosa y siguió la mirada de aquél Cristo percatándose de que un pequeño manto cubría una pequeña parte de la pared, curiosa, se acercó hasta él y lo quitó dejando ver una mediana puerta la cual abrió: en ella se encontraban dos copas tiradas cubierta de polvo y a lado, vino; se mordió su labio inferior y dispuesta, entró en aquél pequeño sitio en el cual, se encontraba apretada, más era un buen escondite y tal vez, podía permanecer ahí hasta el amanecer.
— Tom… Tom por favor… ven. –Suplicó viendo a través de una rendija el interior de la demacrada iglesia que se encontraba en calma… si, todo estaba tranquilo… demasiado.
— ¡Hora de salir Ashley! –La chica se tapó su boca ante el repentino aparecimiento de Jinxx ¿cómo mierda la encontró tan rápido?- Veo que eres una inútil, ni si quiera porque te di diez minutos de ventaja pudiste huir… ¡sal! –Le ordenó cargando una banca y aventándola lejos. La chica se estremeció ante el estruendo que se escuchó en el momento en que la banca tocó la pared… se volvió completamente añicos.- Mh… ¿con qué ahora quieres jugar a las escondidas, eh? De acuerdo, juguemos… -Las pisadas se escuchaban en toda la habitación ocasionando que el cuerpo de la chica temblara ante la frustración-… ¡estás aquí! –Gritó deshaciendo un bulto de escombros-… vaya, admito que sabes esconderte, mm… veamos… ¡aquí estás! –Exclamó destruyendo la mesa del altar. Jinxx, rugió por lo bajo, ella estaba ahí ¡sentía su maldita energía! ¿Entonces por qué no puede…?- La respuesta está… frente los ojos del “Señor” –Soltó dando una retorcida sonrisa al ver la mirada del Cristo.
Ashley se quitó las manos de su boca al no escuchar absolutamente nada, ¿funcionó? ¿Jinxx se fue?
— ¡Ah! –Gritó fuertemente al escuchar la madera romperse. No, Jinxx no se había ido, todo lo contrario, la había encontrado y se encargaba de destruir la pared.
— ¡Oh! Con que aquí estabas. –Gritó victorioso destruyendo el escondite.
— ¡No me toques! ¡¡No me toques!! –Le ordenó desesperada tratando de apartar sus manos de ella.- ¿Qué…? –Balbuceó al no sentirlo más.
— ¡¿Cómo te atreves a ponerle tus manos encima?!
— ¿Tom? –Lo llamó estupefacta y temblando, salió al fin del pequeño cuarto.- ¡Tom! –Gritó al confirmar su presencia.
Tom luchaba contra Jinxx destruyendo lo poco que quedaba del sagrado altar; Jinxx atacó continuamente el cuello del de trenzas sin existo, Tom logró detenerlo y tomó su quijada con fuerza.
— Por fin cerrarás tu puta boca. –Aseguró destruyendo su mandíbula y sin perder más tiempo, mordió su cuello despedazando gran parte de él.
Ashley, sólo vio el cuerpo de Jinxx caer y se aterró al ver como se volvía cenizas a los pocos segundos, asustada, miró a Tom quien se encontraba lleno de la sangre de aquél demonio y pudo distinguir que sus ojos volvieron a ser rojos.
— ¿Tom?... –Su voz tembló-… Dime que me recuerdas. –Le pidió con un nudo en la garganta, el de trenzas sonrió.
— Te dije que ya no me iría.























— ¡Puto idiota! ¡Imbécil! ¡Maldito hijo de puta! –Todo en el gran salón estaba siendo destruido, Andrew no estaba contento. Furioso, se dirigió hacia el cuerpo inconsciente de su hermano y cruelmente estiró su cabello para levantar su rostro.- Mataste a mi mejor discípulo pero yo mataré a nuestro hermano. –Y dicho esto, azotó el rostro de Bill contra el piso.



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Actualizo rápido(: El sueño me volvió a vencer xd ¡gracias por sus comentarios y por tomarse su tiempo para leer esta humilde historia c':!


19 nov 2011

Cap. 63 Si dejas de correr, te alcanzan.



Kerstin, tomó la mano de Ashley para tratar de alejarla de la celda, Purdy estaba tan ocupado balbuceando que no se iba a dar cuenta de su huída pero no contaban con que Verónica estuviera presente también.
— Queridas amigas, ¿por qué se van tan pronto? –Cuestionó ladeando su cabeza. Su voz hizo que todos los presentes voltearan hacia ellas y que los demás discípulos de Andrew salieran detrás de ella-… pero si la fiesta apenas comienza y tú, Aubrey, eres la invitada de honor.
Automáticamente, Tom, Georg, Gustav y Kerstin rodearon a Ashley ocasionando que ésta se exaltara al ver como sus rostros cambiaban: estaban molestos.
— ¡No serán tan estúpidos como para enfrentarnos! –Exclamó Jinxx irónico- Casi los matamos la última vez… -Georg rió.
— Sólo les dimos ventaja. –Y al pronunciar estas palabras, se lanzó contra Jinxx ocasionando que los discípulos de Andrew se lanzaran contra ellos. Aún así, los chicos no rompieron formación: no debían dejar a Ashley desprotegida.
La chica, retrocedía cada vez que veía como Purdy, Christian y Pitts se lanzaban contra ellos sin piedad y se estremecía al ver como sus amigos los apartaban bruscamente, Ashley comenzaba a desesperarse al sentirse inútil: algo le decía que Tom y los demás no los detendrían por mucho tiempo…
…Verónica, supo aprovechar aquella distracción y sin ser percibida por nadie, se acercó hasta donde se encontraba la chica de cabello negro; al diablo con Andrew, al diablo si es o no esencial para la sobrevivencia de su especie, ella la iba a matar, la iba a matar ya.
— ¡No te acerques! –La logró detener Kerstin antes de que pusiera sus manos encima.- ¡Tom! –Lo llamó acelerada al tratar de alejar a aquella mujer de ellos- ¡Tom, llévate a Ashley! ¡¡Hazlo ahora!! –Le ordenó aventándola contra la alejada pared.
— Pero, ¿qué pasará con ustedes? –Preguntó Ashley completamente asustada.
— ¡Sólo llévatela ya, Tom! –Volvió a ordenar a lo que el de trenzas torpemente reaccionó. Corrió hacia donde Ashley y la tomó de la mano para correr lejos de ahí.
— Tom… no los podemos dejar, ¡Tom! –Lo llamó desesperada tratando de poner resistencia, pero claro era inútil.
— No mires hacia atrás. –Fue lo único que pudo decirle para después, correr.
Jinxx, al ver aquella escena, aventó a Georg con todas sus fuerzas y sin perder más tiempo, trató de alcanzar a la pareja, ellos no iban a salir vivos.
— ¡No te atrevas a tocarlos! –Rugió Georg alcanzándolo para someterlo contra una de las paredes.
— ¿Sabes? Estás comenzando a fastidiarme. –Le advirtió Jinxx y lo que recibió de respuesta fue ser aplastado más contra la pared.
— No te acercarás a ellos.
— Georg… tú jamás podrás conmigo. –Le dejó en claro y en un parpadeó, Jinxx lo sometió.-Ahora, sé bueno y espera aquí… -Le pidió tomando su cabeza para golpearla contra el piso haciendo que éste se trozara un poco.-… ya vendré a matarte luego.-Le avisó sonriendo. Alzó su cabeza y cerró sus ojos para sentir el olor de Ashley, al conseguirlo, rugió por lo bajo y fue tras su rastro. Georg, medio atontado por aquél golpe, se puso de pie y sacudió su cabeza para poder reaccionar: debía detenerlo.
En la celda, era Gustav y Kerstin vs cuatro fuertes demonios y aunque sabían que estaban un poco en desventaja, tenían el deber de ganar más tiempo para que Tom se alejara con Ashley lo más pronto posible.
— Jamás entendí el porqué decidieron morir por los humanos. –Confesó con asco Purdy e inmovilizó a Gustav de los brazos.
— Porque al menos, moriremos tratando de salvar…
— ¿Salvar? ¡Ellos no se merecen ser salvados! –Exclamó Christian brindándole un puñetazo en el estómago.- Ni siquiera merecen existir.
—… se equivocan. –Murmuró el rubio al mismo tiempo que sus ojos se tornaban negros-… cualquier ser con esperanza merece vivir… -Garantizó liberándose del agarre de Purdy para ir directo a la garganta de Christian, deseaba desgarrarla.
— Y pensar que tú eras la otra herramienta. –Dijo Pitts entrecerrando sus ojos.
— Era una humana… -Corrigió Kerstin-… una humana que decidió ser un demonio para empezar a vivir. –Verónica rió.
— Tú nunca tendrás una maldita vida.
— Ya la estoy teniendo. –Aseguró- Y la tengo gracias al hombre que amo, hombre que me han arrebatado y exijo que me lo devuelvan. –Ahora, Verónica y Pitts rieron.
— Lo tendrás devuelta… cuando ya esté muerto. –Kerstin negó.
— Ustedes estarán muertos sino me llevan con él en estos momentos… -Pitts entrecerró sus ojos.
— Quiero que lo intentes. –La retó dando un paso al frente, pero Verónica lo freno.
— Ve por Tom y esa maldita… yo me encargaré de esta perra. –Kerstin entrecerró sus ojos y al ver a Pitts retroceder se lanzó contra él para detenerlo pero lo único que logró fue que Verónica la detuviera a ella.
— ¿Quieres ir con Bill, no? ¡Pues yo te llevaré con él!…





























— ¿A dónde vamos? –Cuestionó Ashley y trató de recuperar el aliento cuando el de trenzas detuvo su marcha.
— Te necesito alejar lo suficiente para que estés a salvo…-Respondió mirando a su alrededor, cerró sus ojos tratando de concentrarse lo suficiente para encontrar un sitio seguro…lo cual, estaba a 20 kilómetros del lugar, un pequeño pueblo que serviría de refugio por al menos dos días.- Ashley… -La llamó tomando nuevamente su mano-… hay un pueblo en el cual quiero que, cuando lleguemos, no salgas para nada.
— ¿Qué?
— Buscaré un hotel para hospedarte y no quiero que salgas de esa habitación hasta que yo llegué por ti.
—Espera… ¿qué harás tú? –Preguntó soltando su mano.
— Tengo que ayudarlos, tengo que rescatar a mi hermano. –Le respondió volteando hacia donde se encontraba la vieja mansión.
— Cuídate mucho… por favor. –Le suplicó con un nudo en la garganta.
— Volveré por ti. –Eso era más que un hecho. Ashley, tomó una enorme bocanada de aire para después, asentir. No quería que Tom se alejara, no quería que luchara… no quería perderlo, no otra vez.
— ¿Qué pasa? –Cuestionó al ver que fruncía su ceño.
— Tenemos que irnos ya… -Respondió tensándose, podía escuchar hojas y ramas quebrándose a lo lejos, los estaban alcanzando. Tom volvió a extender su mano para que Ashley la tomara, pero aquella unión no se pudo llevar a cabo: Jinxx había llegado.
— Ella viene conmigo. –Le informó esbozando una sonrisa y tomó a la chica por la cintura para desaparecer con ella.
— ¡Tom! –Fue lo único que pudo escucharle decir para después, escuchar únicamente sus latidos que resonaban en sus oídos.


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Hola, hola, hola provando 1-2-3 me escuchan (?) dd como están gente? :3 jakldahkl espero que mejor que yo :c este sábado estuvo de lo más aburrido D: hahaha pero pues que más se le puede hacer xd espero que ustedes si se hayan divertido y gracias por sus comentarios(': ehm... ehm... ehm.. qué más? :c oh! Ya estoy empezando a escribir la otra novela de la cual no quiero dar avances pero tendrá mucho momentos de terror e_e lkadkladh las quiero <3

13 nov 2011

Cap. 62 No pierdas la fuerza




— Vaya Bill, veo que te has estado divirtiendo. –Aseguró observando el cuerpo de su hermano que yacía colgado en la pared por dos gruesas esposas y aun no siendo suficiente, su cuello también se encontraba encadenado- Ven hermano, baja de ahí para poder hablar… -Bill alzó débilmente la mirada y Andrew se burló-… oh, cierto, estás débil y no queda ni una reserva de sangre en tu cuerpo.
— A que… ¿a qué viniste? –Preguntó con dificultad al sentir como la cadena aprisionaba sin piedad su garganta.
— A ver al otro hijo consentido de papá. –Respondió acercándose más a él.
— No, viniste a matarme –Le corrigió entre ahogos.
— No se pudieron ocultar mis deseos, ¿cierto? Pero bueno, sabías que este día estaba cerca.
— ¡Aléjate de él! –Amenazó Kerstin, quien a comparación de sus dos amigos y su novio, se veía fuerte y sana- ¡¿Me escuchas?! ¡No te atrevas a tocarlo! –Gritó esforzando sus brazos para quebrar esas malditas cadenas que la tenían pegada a la pared.
Andrew esbozó una maliciosa sonrisa y como un niño desobedeciendo a su madre, se acercó con Bill y alzó sus brazos para tocarlo.
— ¡¡No!! –Rugió Kerstin pero calló de golpe al ver un brazo de Bill caer, después, pudo ver que Andrew liberaba su cuello haciendo que la cabeza de su amado se ladeara con facilidad para luego, liberar su otro brazo ocasionando que cayera bruscamente contra el piso.- No lo toques. –Repitió entre dientes- ¡¡No lo hagas!! –Sus gritos se revolvieron con el sonido de sus cadenas; necesitaba liberarse, necesitaba salvarlo.
— Tranquila, pronto se volverán a ver… –Garantizó tomando el brazo de Bill-… de hecho, todos volverán a verse cuando se estén pudriendo en el infierno –Corrigió extendiendo su mano hacia donde yacían Georg y Gustav.
— Él único que estará agonizando en aquél lugar ¡serás tú! –Aseguró desesperada al ver que se llevaba a Bill arrastrando- ¡¿Me escuchas Andrew?! ¡Tú serás el que irás al infierno!... ¡¡Bill!! –Lo llamó al percatarse que estaban por salir de aquella celda- ¡¡Bill!! –Volvió a llamarlo, tontamente pensó que si lo hacía, Bill iba a recuperar sus fuerzas para soltarse de Andrew y matarlo en ese momento, pero por supuesto, no fue así.- Bill… Bill… -Susurró comenzando a llorar-… no dejes que te lastimen, por favor, lucha… lucha por mí…. ¿chicos? –Los llamó tratando de calmar los sollozos- Chicos… se los suplico, díganme que están bien… ¿chicos? –Pero tampoco obtuvo respuesta de ellos ya que, sorprendentemente, yacían inconscientes al estar colgados al igual como lo estuvo Bill hace unos momentos.- Chicos, ¡despierten! Deben hacerlo… ¡¡chicos!! –Les gritó tratando de liberarse una vez más pero fue en vano… más al menos, obtuvo respuesta.
— ¿Mj? –Un pequeño quejido proveniente de Gustav.
— ¿Gus? ¡Gustav, abre los ojos! ¡¡Ábrelos por favor!! –Suplicó luchando con las cadenas.
— ¿Aún no sale el sol? –Cuestionó difícilmente por el inmenso dolor que tenía en el cuello.
— No, aún no y no estaremos aquí para cuando eso suceda. –Le aseguró dejando de pelear con sus cadenas.
— Kerstin… se acabó, hasta aquí llegó todo. –La chica, sorprendida, volteó a ver a Georg.
— ¿Qué? Nosotros nunca nos rendimos ¡está vez no será la excepción! Saldremos de esta. –No, ellos no podían perder las esperanzas.
— Sólo espero que… Ashley… nos perdone, no pudimos salvarla.
— ¡No digas eso, Georg! –Le rogó- Saldremos de aquí y la rescataremos a ella y a Bill… -Bill, ¡Bill! Debía rescatarlo ya.- Maldita seas. –Se quejó entre dientes enfocando todas sus fuerzas en un solo brazo para poder zafarse.
— ¿Qué le han hecho a Bill? –Cuestionó Gustav por lo bajo.
— Andrew se lo ha llevado… lo matará… ¡tenemos que impedirlo! -Respondió entreabriendo su boca al darse cuenta que la maldita cadena comenzaba a liberarse.
— ¿Cómo? Estamos muriendo, no nos queda energía y… pronto nos quemaremos. –Le recordó Georg y lentamente alzó la vista hacia el cielo que comenzaba a perder el color negro de la noche.
— ¿Qué les pasa chicos? Ustedes no son así ¡ustedes no piensan así! ¿Cuándo perdieron las esperanzas, a dónde se fue su valentía, su fuerza? Nos hemos visto en peores situaciones y hemos salido con vida…
— Mientes. –Interrumpió Gustav y rió- Está es la primera y única situación de muerte.
— ¿Y por eso no harás nada para salvar a Bill y a Ashley… para salvarte a ti, para salir de aquí y volver a ver a Beatriz? –No obtuvo respuesta de él, pero sí de su brazo, al fin había logrado liberarse y así, fue más fácil liberarse completamente.- Porque yo no pienso rendirme.
— Sácanos. –Imploró Georg.- Sácanos para poder destrozar a ese bastardo.
— Esto aún no termina. –Confirmó Gustav.
— Por fin volvieron mis chicos. –Dijo esbozando una sonrisa.



















— ¿Realmente eres tú, Tom? –Cuestionó Georg limpiándose la boca los restos de sangre de varios animales con su brazo. El de trenzas asintió.
— He vuelto, chicos. –Aseguró caminando hacia ellos.
— Me alegra saberlo, así no tendré que patearte el trasero. –Tom rió.
— ¿Enserio crees poder hacerlo?
— Chicos, no quiero interrumpir este momento…-Inquirió Kerstin-… pero oficialmente estamos a un día para el eclipse y cada día Andrew se hace más poderoso y si no lo detenemos ahora… matará a Bill.
— Iré yo sólo. –Les dejó Tom en claro.- Quiero que ustedes se lleven a Ashley y se vayan lejos, ¿entendieron? No pienso arriesgarlos una vez más…
— Y nosotros no pensamos dejarte sólo. –Aseguró Gustav.- ¿Qué no ves? ¡Somos un equipo! –Le recordó.
— ¡Son mis amigos! –Le corrigió- y no pienso exponerlos nunca más, así que, ¡sigan esa orden…!
— No lo haremos. –Lo interrumpió Georg- Nos quedaremos contigo.
— Yo me llevaré a Ashley, Tom… la cuidaré. –Le aseguró Kerstin y Tom asintió.
— Prométeme que volverás… -El de trenzas volteó a verla al sentir su cálida mano rodear la suya-…prométeme que volverás a mí y que ya nada nos separará ¡que por fin vamos a estar a salvo!
— Cuando mate a Andrew, todo volverá a ser como antes, lo prometo. –Le aseguró abrazándola, sintiendo sus latidos, su calor.
— Sólo prométeme que volverás. –Era lo único que le importaba.
— Volveré. –Le susurró en su oído para después, depositar un beso en su mejilla.
— ¡Cuidado Tom! –Gritó Georg y el de trenzas se separó bruscamente al percibir la energía de los discípulos de Andrew a lado de él.
— Tom…. Tom, Tom… -Lo llamó Purdy decepcionado- Deja de prometer cosas que no vas a cumplir.


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Como se dieron cuenta, me regrese en el momento en el que Andrew se encontró con Bill c: espero y disfruten los dos capítulos, ¡buen inicio de semana <3!

Cap. 61 Contra el tiempo.




— Te vas a morir Tom, juro que te vas a morir. –Garantizó entre dientes sin poder controlar los temblores de su cuerpo ante la furia que la carcomía poco a poco y por más que quería lanzarse sobre aquella pareja y despedazarlos, logró controlar aquél impulso y en silencio, salió de la zona para dejarle aquél trabajo a alguien mejor, Andrew.
— Tom… no podemos irnos aún. –Inquirió Ashley al poner un pie fuera de la celda y al ver que el de trenzas no comprendía el porqué, prosiguió con un nudo en la garganta-: Andrew tiene a tu hermano… y también a Georg y a Gustav. –Terminó por lo bajo y avergonzada se encogió de hombros- ¡los tienen por mi culpa! –El de trenzas bajó anonado su vista hacia el piso y Ashley se pudo percatar de que su respiración se agitaba, se dio cuenta de que comenzaba a preocuparse y de la nada, la vio de golpe.
— ¿Qué hora es? –Esa pregunta fue más para él que para ella. Ashley, atontada, alzó y bajó sus hombros y pudo sentir un nudo en su estómago al ver la expresión en el rostro de Tom ¿qué pasaba?- Aún no amanece… -Pudo confirmar y miró la puerta que los sacaría de aquellos calabozos-… tenemos que correr. –Le avisó alarmado y tomó su mano siendo eso, una mala idea. Ante la rapidez y fuerza de Tom al correr, ocasionó que lastimara cada vez más el débil cuerpo de Ashley ocasionando que se detuviera en seco al estar de la salida de ese frío lugar, sin perder tiempo, el de trenzas la cargó entre sus brazos y le pidió que aguantara la respiración lo más que pudiera. — Tenemos que llegar antes de que salga el sol…
— ¿Y si no es así? –Cuestionó alarmada pero solo obtuvo de respuesta un sepulcral silencio.
— Aguanta la respiración. –Le ordenó nuevamente, Ashley trató de retomar un poco de fuerzas y tomó una gran bocanada de aire para después, no sentir nada de aire a su alrededor, Tom corría con su máxima velocidad.
























































— Andrew, ¡tu maldito plan no funcionó! –Le gritó furiosa y Andrew la vio de reojo totalmente tranquilo- Eres un idiota, ¡un imbécil! –Cruzó sus brazos y entrecerró sus ojos- Al parecer no eres tan listo y fuerte como presumías… –Y ante esa confesión obtuvo un gruñido y una ráfaga de aire hizo que su largo y ondulado cabello cubriera la mitad de su rostro y aun teniendo a Andrew a unos centímetros, no logró intimidarla.
— Yo soy más fuerte de lo que crees. –Le aseguró y las venas de su sien se saltaron al mismo tiempo que sus ojos se volvían completamente negros.
— Entonces, dime, cómo, nuestro amado Tom, ¿¡volvió a recordar?! –Le cuestionó estando segura de que se podía ver el aura de su furia.
— Porque decidí no jugar más con su mente. –Respondió de una manera tan obvia y sencilla y se separó de la chica. Verónica ladeó su cabeza y alzó una ceja.
— ¿Y así nada más?... ¿De la nada dejas su mente en paz? –Preguntó irónica y rió- ¿Acaso no recuerdas, idiota, que necesitas de su sangre para poder gobernar?
El chasquido de Andrew hizo eco por la habitación y una enorme puerta se abrió dejando ver el pequeño y casi muerto Kaulitz.
— Y tú, preciosa, ¿no recuerdas que existen dos Kaulitz a los cuáles les puedo quitar su sangre? –Christian estiró el cabello de Bill dejando ver su rostro casi muerto, todo en él estaba pálido más se podía apreciar que no había fuerza existente… iba a morir fácilmente en cualquier momento. – Mis discípulos se encargaran en distraer a Tom, tú sólo encárgate de que la chica no escape…
— ¿Y qué harás tu?
— Cuando haya terminado con mi amado ‘Billy’… exterminaré al último Kaulitz. –Respondió al fin mirando a su querido hermano.- Y es mejor que te vayas ya, Verónica, Tom y… Aubrey, andan husmeando en mis celdas favoritas.
— Más vale que este plan funcione y que la propuesta de dejarme despedazar a Aubrey siga en pie… -Le recordó comenzando a retroceder.
—… y también agregaré a Tom a tu diversión. –Finalizó esbozando una sonrisa que le fue correspondida.-… alcánzala Christian y diviértete un poco. –Su discípulo asintió y dejó caer el –en ese momento- frágil cuerpo de Bill.- Oh hermano, me alegra saber que tienes la sangre de nuestro padre… -Murmuró acariciando su cabello-… y que en estos momentos no seas igual de fuerte que tu gemelo, gracias, porque por ti, lograré ser invencible. –Y dicho esto, besó su frente.
Tom había arruinado sus planes, no pensó que llegaría a ser más fuerte que él para deshacer el trance pero Bill lo rescató, nuevamente, su plan volvía a funcionar.








































— ¿Estás bien? –Le cuestionó al bajarla, Ashley asintió.
— ¿Qué es este lugar? –Preguntó horrorizada al ver enormes puertas de metal en los extremos y pudo sentir aire fresco chocar contra su rostro, ¿acaso estaban al aire libre?
— Celdas para los traidores. –Respondió tocando una de ellas- Debilitaban a los vampiros que traicionaban o atentaban con la vida del rey, después, cuando estaban los suficiente débiles, los encerraban en estas celdas, los amarraban contra la pared y esperaban a que el sol saliera para matarlos calcinados.
— Hay que apresurarnos. –Logró decir- Al parecer, no tarda en amanecer.
Tom volvió a correr y Ashley trató de seguirle el paso. Había veinte puertas y en ninguna se sentía energía pero el sol daba señales de que saldría en dos minutos.
Primera puerta. Nada. Segunda puerta. Nada… quinta, décima, quinceava… ¿dónde están?
— Tom… -lo llamó alarmada Ashley, el de trenzas se giró y se tensó al ver la enorme bola de fuego asomarse.
— Tranquilos, iré por ustedes. –Se apresuró a decir abriendo otra puerta más, tampoco y el sol ya estaba fuera.- ¡Mierda! –Gritó abriendo una puerta más y se percató de que ya era tarde, el sol cubría todas las celdas.- No, no… -Murmuró anonado-… ¡no! –Gritó dejándose caer. Ashley, entró también y entrecerró sus ojos ante la intensa luz, se dejó caer también a lado de su amado y lo abrazó fuertemente. Habían perdido a sus amigos.
— Ellos no murieron en vano. –Susurró.
— Despedazaré a Andrew, ¡lo haré!
Rechinido, alguien estaba con ellos también. La pareja se puso de pie e inmediatamente Tom se puso delante de Ashley para protegerla, pero eso no iba a ser necesario…
— ¿Realmente eres tú, Tom? –Cuestionó una voz masculina.












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En unos momentos más subiré el 62 :) Lamento no haber subido ayer, pero no me encontraba en mi casa y llegué hasta tarde y demasiado cansada, realmente, extrañaba tener un sábado así aunque sufrí un pequeño dolor de estómago que no se me pasó hasta hoy en la tardeD: akljdalhda me encantaron sus comentarios del capítulo pasado *-* hicieron que esbozara una sonrisa <3, las quiero demasiado y en unos momentos más subiré el capítulo 62.

6 nov 2011

Cap. 60 Ámame.

Alzó su vista y bajó sus piernas al verlo detrás de los barrotes, miró a su hermana Kerstin y agradeció que aún pudiera dormir. Despacio, se levantó y sin hacer ningún ruido, caminó hacia la puerta tomando fuertemente los barrotes ante su presencia, ¿qué hacía él ahí? ¿Acaso venía a burlarse de ellas como lo hicieron los otros, venía a insultarlas, a lastimarlas? ¿Y qué hacía ella de pie frente a él? Se supone que debe mantener distancia, se supone que debía tenerle temor… ¿por qué no es así?
— ¿Cuál es tu nombre? –Cuestionó el de rastas y la chica lo vio desconcertada al escuchar su voz temblar ante aquella pregunta.
— Aubrey, mi nombre es Aubrey… ¿y el tuyo?
—… Tom.

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Ashley sollozó al escucharlo preguntar por su nombre, realmente no sabía quién era.
— Ashley... Ashley Owen. –Respondió apretando los barrotes y pasó saliva con dificultad-… ¿no me recuerdas? –El chico bajó su mirada.
— Tu voz me suena familiar… -La vio de golpe y Ashley asintió.
— Es porque tú y yo nos conocemos desde hace tiempo, Tom… ¿por qué no lo recuerdas? –El de trenzas frunció el ceño y retrocedió.
— No mientas. –Le advirtió- Yo jamás he hablado contigo… ¡no debería de estar hablando contigo! –Se corrigió- Eres sólo mi herramienta, no mereces siquiera mirarme.
— Dios… ¿qué te han hecho? –Preguntó destrozada-… ¿qué te he hecho? –Esa era la pregunta correcta.- No, ¡no te vayas! –Le suplicó al escuchar sus pasos y por alguna razón, Tom se detuvo.- Quédate, por favor… quédate. –Rogó recargando su cabeza en los barrotes.
— No te mereces mi compañía, inmunda escoria ‘humana’-Recalcó asqueado más por él mismo que por ella ¿qué pasa? ¿Acaso se sintió mal por lo que le dijo? Pero eso es lo que era, eso era lo que se merecía… ¿o no?- debes estar sola….
— ¡Por dios, escúchate! –Gritó desesperada, aquél no podía ser Tom, Tom no piensa así, Tom no habla así, Tom no la insultaría, Tom… Tom no es in idiota, tenía que recuperarlo, tiene que hacerlo.- ¡¿Qué te ha pasado?! ¡¿Quién mierda te lavó el cerebro qué te volvió un completo imbécil?!
La puerta rechinó y ella retrocedió, Tom iba a entrar… por fin se iban a enfrentar.
— ¿Qué has dicho? –Preguntó entre dientes cerrando la puerta tras él.- ¿¡Qué has dicho maldita basura?! –Cuestionó furioso- ¿¡Cómo te atreves a insultarme!?
— Cómo te atreves tú a convertirte en eso –Lo señaló con asco- Hoy ya no eres ni la sombra de lo que antes eras…
—… ¡¿Y qué que sabes de mí…?!
— ¡Oh! Se lo suficiente. –Le aseguró apretando sus manos- Sé que tu junto con Bill han defendido a los humanos de ellos… -Señaló la puerta-… sé que has dado tu vida por protegerme, sé que me has amado…-Cerró su boca para evitar un sollozo, no podía doblegarse frente él, no ahora-… ¡sé que amaste también a mi hijo y que lo viste como tuyo! Sé que supiste que tu amor era correspondido, que te amo como ha nadie… pero también sé que te decepcioné, que te destrocé… ¡y sé que me merezco tu despreció, tu indiferencia! Pero también sé que yo no fui la que te volvió un monstruo ¡fuiste tú! –Le gritó con todas sus fuerzas sintiendo como su corazón le dolía por cada palabra.- Deja de fingir que no me conoces, deja de fingir que deseas matarme… porque sé que no es cierto Tom…
El de trenzas se quedó congelado, por primera vez, pudo sentir que una historia era cierta e increíblemente, era la de ella pero, ¡es imposible!, él no la ama, él nunca la amó… Sí… él jamás sintió algo por ella…sí… él jamás daría la vida por ella… un millón de veces si es necesario… él no la conoce…
Negó. No, nada podía ser verdad.
— Tus ojos…-susurró anonada y soltó una lágrima, Tom, levemente, la miró-… tus ojos están rojos… me prometiste que jamás lo estarían ¡me lo prometiste, me prometiste nunca hacer daño! –Le recordó rompiendo en llanto al fin.
— Yo jamás… yo nunca te prometí que…
<<—…Mis ojos jamás serán de color rojo.
— ¿Qué pasa si lo son? –Preguntó en murmuro.
— Avisaría, que hay sangre humana en mi sistema y te juro que eso nunca pasará, yo no soy un monstruo. >>

Calló de golpe y bajó su cabeza adolorido, ¿qué demonios fue eso?
— No, yo jamás juraría algo a los humanos, ¡mucho menos a ti que no eres absolutamente nada! –Le aseguró entre dientes. Ashley lo vio con pena.
— Dijiste que nunca me ibas a tratar como una ‘cosa’…
<<—…porque tú eres una persona, no importa lo que ellos digan, tú solo eres una persona…Una persona que estoy dispuesto a proteger.
— Prométeme que ellos me trataran como tal –Le rogó en susurro- prométeme que tú nunca me tratarás como una simple herramienta…
— Ellos jamás lo harán y yo, nunca te trataré de tal modo, siempre serás la mujer que protegeré. >>

— No… ¡¡no!! –Un fuerte dolor lo invadió y ocasionó que cayera rendido al piso. Con desesperación y fuerza, se tomó la cabeza y trataba de aplastarla ante el maldito dolor que reinaba en él.- Yo nunca… yo nunca dije eso. –Palabras falsas, palabras que decía más no sentía.
— Deja de engañarte, ¡deja de hacerlo, por dios! Mírame, ¡recuérdame, Tom! –Le rogó y al igual que él, se dejó caer de rodillas, sus huesos ardieron, pero no le importó, la necesidad de recuperarlo, de volver a tenerlo a su lado era más fuerte.- No sé qué mierda te haya dicho Andrew, pero te juro que todo es mentira… todo… por favor, mírame. –Volvió a suplicar y dudosa, acercó su mano a su mejilla. Tom levantó su vista, tenía que apartar aquella mano, es más, en esos momentos, él ya debía estar nuevamente con Verónica… pero no quería ¿por qué no quería?-… quiero al verdadero Tom devuelta, por favor, tráelo de vuelta… dile que lamento todo lo que le hice y dije, dile que no lo odio, dile que no lo quiero lejos… ¡dile que lo necesito conmigo, que lo amo demasiado! Dile que regrese… -Le suplicó tomando su rostro entre sus dos manos-… dile que es momento de que vuelva a mí. –Tom no habló y Ashley lloró al no tener respuesta pero es porque no sabía que Tom se encontraba recordando cada momento que pasó con ella hasta el final, cada momento que pasó con su hermano y sus compañeros… su vida.
Las palabras de Andrew se fueron y su memoria volvió a ser la misma: nunca más nadie podrá manipularlo, nunca.
¿Ashley? Si, era ella, la tenía en frente y ya no era más una desconocida, un ser odiado: era su mujer, su amada quién había perdido el brillo en su mirada, sus ojos azules ya no tenían vida, parecía que el mar que habitaba en ellos se secó al fin junto con su alma, ya no existía nada en ella, podía verlo reflejada, pero seguía en pie, seguía viva, ¿cómo logró sobrevivir? ¿Acaso aguantó tanto para volver a estar junto a él una vez más? Sí.
El rostro de Ashley se estremeció al sentir las manos heladas de Tom en sus mejillas y sorprendida, alzó su mirada para encontrarse con sus ojos que iban perdiendo aquél color maldito y entonces sonrió, porque aquella señal había sido clara: su Tom había vuelto y la miraba como antes.
— Bésame. –Le rogó aferrándose a su cuello y él, debía de obedecer.
La besó. Y en aquél beso, se dio cuenta que eso era lo que tanto rogaban sus labios: Ashley. Sus manos se movieron por sí solas y envolvieron la cintura de la muchacha y la apretó un poco para sentir el calor que desprendía su cuerpo: si, era el cuerpo de Ashley lo que sus manos anhelaban tocar.
Ashley jadeó sobre los labios de Tom, aquél abrazo le había causado más daño a su cuerpo pero sorprendentemente, aquello le había encantado: el dolor, a su lado, era perfecto. Con cuidado, rodeo el cuerpo de Tom con sus piernas y éste aprovechó y levantó unos centímetros para poder recostarla sobre el suelo, con ella, si sentía aquél placer deseado. El de trenzas, rompió aquél beso porque necesitaba mirarla una vez más, quería acariciarla, quería disfrutarla… iba a amarla.
— ¿Quién te ha hecho esto? –Cuestionó al ver la mejilla lastimada, Ashley, tomó su mano y la apartó de ahí.
— Yo. Por haberte alejado de mí. –Aquella respuesta era cierta: tal vez, si no se hubiera dejado llevar por la furia, por la melancolía, ella en esos momentos estaría en otro lugar, lejos y con Tom. El de trenzas formó una mueca que se desvaneció al acto de tener nuevamente los labios de Ashley sobre los suyos. Ella no quería arruinar el momento, también lo deseaba.
La mano de Tom, se introdujo sin perder más tiempo debajo de la blusa de Ashley y acarició su torso deseando llegar más arriba y de respuesta, recibió un pequeño jadeo departe de su amada el sentir como sus manos masajeaban sutilmente sus senos; el de trenzas, no resistió más y al atacar nuevamente sus labios, le murmuró: voy a hacerte el amor y en consecuencia, comenzó a desabrocharle el botón del molesto pantalón de Ashley y cuando lo logró, besó su estómago como señal de que iba a comenzar. La chica, sólo cerró sus ojos esperando aquél momento tan deseado por ella desde hace tiempo, tiempo que iba a llegar a su fin.
La penetró. Comenzó con movimientos suaves, necesitaba disfrutarla, quería llenarla de placer lentamente al igual que él. Tom besó su mejilla al escuchar los leves gemidos de Ashley que ocasionaba que sus embestidas fueran más fuertes, la chica escondió su rostro en el cuello de Tom y éste podía sentir como su aliento chocaba contra su piel, sensación que hizo que su piel se erizara completamente.
Ashley podía sentir como el placer se hacía más grande, pero no quería que se acabara y como muestra, se aferró más al cuerpo del de trenzas al sentir el miembro de su amado se removía exquisitamente dentro de ella; ella, apegó sus labios en su piel donde podía gemir libremente sin temor de ser escuchados y al sentir una oleada de calor, mordió delicadamente su hombro sintiendo como su cuerpo se comenzaba a acalambrar debido al bendito placer que Tom le causaba.
Las últimas embestidas se hacían presentes, si Tom seguía, iba a terminar atacando su cuello y no quería, no quería lastimarla más pero tampoco quería que esto terminara, pero por el bien de los dos… debía poner un alto.
— Nos vamos de aquí… -Le avisó el de trenzas entre jadeos, Ashley asintió al mismo tiempo que trataba de tomar el control de su respiración, pero no le fue posible, su aire fue nuevamente robado por los labios de Kaulitz.
Aquella escena, aquella maravillosa escena cuyo momento sólo les pertenecía a ellos dos, era descubierto por una mujer despiadada, una mujer que no tenía corazón, una mujer que podía a ser el mismísimo demonio si se lo proponía, una mujer muerta en vida: Verónica.

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Siento que el capítulo me quedo muy largo|: perdón por la tardanza, pero andaba estudiando física que es la muerte ._., me iré a dormir, este domingo estuvo algo pesado xd como que no queda levantarse a las 5 am para correr 5K xd bueno...caminar :B, muchas gracias por leer & por comentar *-* las adoro <3 

5 nov 2011

Cap. 59 ¿Soledad?



— Yo… no soy… Aubrey. –Repitió al limpiarse los labios después de escupir, por última vez, sangre, pero solo recibió una patada más a cambio.
Sus manos, apoyadas contra el piso, y la fuerza casi débil de sus brazos impedían que su cuerpo cayera por completo contra el suelo: sabía muy bien que tenía varios de sus huesos rotos y que sus costillas estaban fracturadas gracias a las frecuentes patadas de Verónica, podía sentir un moretón debajo de su ojo izquierdo y rasguños en todo su cuerpo, la palabra “paliza” quedaba corta ante todo lo que había recibido en menos de una hora.
— ¡Eres una insolente! –Gritó furiosa y la pateó con todas sus fuerzas ocasionando que su cuerpo se levantara un poco, quería escucharla gritar, gusto que Ashley no le podía dar: trató de cerrar fuertemente su boca para no emitir alaridos de dolor que rogaban por salir.
— Basta. Es suficiente, Verónica.
— Nunca es suficiente. –Aseguró alzando su pierna más no tocó el cuerpo de Ashley ya que Andrew había decidido interponerse y con facilidad, detuvo la rodilla de Verónica.
— Dije “basta” –Repitió soltando su pierna, Verónica refunfuñó y Andrew sonrió.- Dejaré que despedaces su cuerpo cuando su propósito se lleve a cabo. –La mujer vio por encima de su hombro como el cuerpo de Ashley se retorcía de dolor y cómo la chica se arrastraba poco a poco para refugiarse en un rincón.
— No será divertido pero… de eso a nada. –Accedió de mala gana dejándolo sólo con Ashley en la celda.
Andrew ladeó su cabeza al escuchar leves jadeos y alaridos así que, curioso, se giró para encontrarse con el moribundo cuerpo de la chica. Ashley, derrotada, se dejó caer sintiendo como el ardor en cada rincón de su sistema se hacía insoportable y aunque la celda estaba oscura, se pudo percatar de que había más golpes en su brazo de lo que se imaginó. Andrew, caminó hacia donde yacía y lentamente su puso en cuclillas a su lado.
— No me toques. –Advirtió Ashley al ver su mano acercarse.
— Admiro tu valentía, Ashley… era algo que Aubrey no tenía. –Confesó apartando un mechón de su rostro. Ashley lo vio atónita y furiosa.
— Lo sabes… ¡tú sabías que yo no era Aubrey! ¡¡Lo supiste todo este tiempo!! –Y eso, fue más una afirmación que una pregunta y juntando la poca energía que le quedaba, logró sentarse y arrastrarse para alejarse de él.
— No fue difícil adivinarlo, sus almas son distintas. –Lo dijo de una forma demasiado obvia que la hizo sentir estúpida.
— Y le mentiste a aquella mujer… ¡estoy pasando todo esto por tu culpa!
— ¡Por la culpa de Aubrey quieres decir! –La corrigió poniéndose de pie- Todo esto es por su cobardía y además, yo sólo le dije a mi querida amiga una mentira piadosa en la cual nadie sale lastimado y todos salen ganando… -Le dejó en claro y mientras caminaba hacia ella, prosiguió-… ella quería venganza y yo se la di, yo quería un buen espectáculo y ella me lo dio y tú querías… uh… -Calló y acercó su rostro a la de ella acto que hizo que Ashley apegara su cabeza contra la fría pared-… creo que tu eres la que no encaja en este tratado. –Se dio cuenta y esbozó una sonrisa.- ¿Pero qué más da? Morirás muy pronto, el dolor y la agonía es solo un proceso obligatorio que implica la verdadera muerte. –Le informó acariciando su mejilla morada ocasionando que Ashley se quejara.
— Yo no moriré. –Garantizó apartando su maldita mano y se estremeció al escuchar la carcajada de Andrew.
— Querida, ¡estás en tu propia tumba! –Se la presentó poniéndose de pie y extendiendo sus brazos a los lados- ¿Sabes? Me encanta que tengas fe, pero es momento de abrir esos putos ojos de una vez por todas: de aquí no sales viva.
— ¡Estás equivocado...!
— ¡Estás sola! –Le escupió satisfecho- Bill, su ‘novia’ y sus estúpidos discípulos no pudieron resguardarte y ahora que están débiles, esperan su muerte al salir el sol, tu mejor amiga no existe más, ¡has perdido a tu hijo! Y tu querido Tom… -Suspiró-… tu querido Tom no te recuerda más, para él, no hubo tal amor.
Explosión. Eso fue lo que sintió Ashley en su interior al escucharlo, pudo sentir como algo explotaba demasiado fuerte en su interior y pudo ver como sus últimas esperanzas se desprendían de su cuerpo para salir como un cobarde por la puerta. Todo lo que dijo Andrew era cierto, excepto en…
— Tom no me ha olvidado. –Se lo pudo afirmar, tenía seguridad.- ¡Él no lo ha hecho… él no ha dejado de amarme! –Y al pronunciar esas palabras se puso de pie con la ayuda de la pared y se agarró el brazo derecho al sentir un fuerte dolor proveniente de él-… y yo no dejaré de amarlo.
— Mi querida Ashley, él te olvidó y ahora está con Verónica.
¿Con esa mujer? No puede ser.
— No… él no siente nada por ella… no. –Negó pasmada ante esa idea.
— Para él ya estás muerta… estás sola. –Le repitió esbozando una victoriosa sonrisa- Ese es el destino de una herramienta: la soledad.
— ¡¡No!! Te equivocas, ese no es mi destino ¡no lo es! –Gritó desesperada al verlo retroceder ante la puerta.- Yo no estaré sola… Tom vendrá a rescatarme y te matará. –Le aseguró con lágrimas en los ojos, Andrew volvió a reír.
— Eso quiero verlo. –La puerta se cerró.
— Tom vendrá por mí. –Le repitió a la nada- Tom vendrá por mí… ¡él lo hará! –Aquellas palabras, por más que las repetía, no las creía.
































Esos besos, no le agradaba el sabor de sus besos pero, ¿por qué si ella le juró que los ha probado antes? La intensidad subía, en aquél beso había deseo pero sólo por parte de la chica, mujer que realmente no le causaba placer aún sabiendo que ha sido su acompañante por décadas; ella no le causaba acariciarla, sentirla… amarla.
Basta. Él ya no quería tocarla y es que sus manos la rechazaban y sus labios sufrían porque esos no eran los labios que él quería besar y sabía muy bien, que aun siendo atractiva, no deseaba ni desnudarla con la mirada ¿Por qué?
— ¿A dónde vas? –Preguntó desconcertado al verlo correr a la puerta- Tom… no te vayas. –Le suplicó alcanzándolo y lo detuvo tomando su hombro.
— Aléjate. –Le ordenó apartando esa fría mano y abrió la puerta.
— Pero, ¿a dónde vas? Yo voy contigo… -El de trenzas la volteó a ver furioso y la chica retrocedió al ver sus ojos rojos.
— ¡Déjame solo, Verónica! –Gritó perdiendo los estribos- No te quiero ver cerca en estos momentos. –Le advirtió saliendo de la habitación y detrás de él cerró la puerta dejando a la mujer con las palabras en la boca.
Necesitaba alejarse de ella, de todo. Miró a su alrededor viendo cada pasillo y cada puerta de la mansión que aún siendo su hogar y aún estando entre los suyos, se sentía perdido, ¿a dónde podía ir? Tal vez debía ir con Andrew, necesitaba hablar con alguien pero aún siendo su hermano no se sentía a gusto a su lado, no le tenía confianza sólo sentía confianza con su gemelo, Bill, pero él le traicionó, él traicionó a todos al quedarse con una de las fuentes de energía, al darle la espalda al pueblo y al matar a Gordon, su rey y su padre; según Andrew, por envidia, ya que Bill anhelaba el trono y Gordon lo ignoró y se lo dio a Tom.
Sus ojos se entrecerraron al sentir un dolor de cabeza: aunque esa historia juraba ser cierta, Tom no la creía por completo. — Debo salir de aquí. –Se dijo al mismo y al alzar su cabeza se sorprendió al ver a un pequeño asomando su cabeza por uno de los pasillos, una sensación de déjà vu le recorrió el cuerpo: él conocía a aquél niño, lo había visto en algún lado, estaba seguro.
— ¿Cómo demonios entraste? –Le cuestionó caminando hacia él y dobló en el pasillo dónde el pequeño estaba.- Respóndeme, ¡¿cómo entraste?! –Él niño sólo volteó hacia atrás y Tom gruñó- maldito mocoso, ¡yo mismo te sacaré de aquí! –El niño retrocedió al ver que Tom extendía su mano, retrocedió, retrocedió y retrocedió hasta que decidió correr al fin.- Eres un pequeño rudo. –Bufó entrecerrando y en menos de una milésima de segundo, inició su persecución. — No sé que seas, pero te voy a alcanzar y cuando lo haga… -Murmuró al percatarse de que él niño era rápido al igual que él y en ocasiones, le llegaba a perder el rastro.
Se detenía al no sentir su energía y volvía a correr el verlo asomar su cabeza entre los tantos pasillos, se detenía, lo volvía a ver, corría, se detenía, lo veía, corría. Así fue la rutina hasta que se detuvo al ver al niño frente la puerta que daba con los famosos calabozos que antes su padre usaba para matar a los traidores y para torturar a los humanos. —Entra ahí y ve con tu muerte. –Deseó al ver que el niño abría la puerta.- Eres un tonto. –Dijo satisfecho al verlo entrar.
Tom, sin prisa alguna, bajó las oscuras escaleras que él podía ver a la perfección gracias a su vista nocturna; sólo se escuchaban sus mismos pasos resonar por las varias celdas vacías pasos que se fueron haciendo eco al detenerse, él niño paró en una celda al fin.- ¿Qué? ¿Ya no piensas correr? –Preguntó con burla al tenerlo acorralado pero su sonrisa se borró al ver algo extraño.- ¡¿Qué mierda!? –Soltó al ver como el niño atravesaba aquella puerta. Él de trenzas, anonado, caminó hacia donde se encontraba aquél pequeño y giró su cabeza de golpe al sentir una extraña energía dentro de esa celda, una energía… que se le hacía conocida. Ashley, sin poder ver en la oscuridad, gateó con cuidado al no poder levantarse, pero al llegar a la puerta, se apoyó con fuerza y soltando quejidos se levantó y se sostuvo de los barrotes para poder mantenerse en pie: no distinguía nada, pero podía percibir que alguien la observaba de una manera que él solía hacerlo, de la misma manera que hacía que se le erizara la piel.
— Viniste, Tom.


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Mañana me levantaré a las cinco de la mañana por un mugroso trote de mierda que es obligatorio porque sino reprobaré cultura física ._. La prepa y sus estupideces ._. xd, pasando en noticias alegres & no importantes (?) Me corté mi cabello :B jajaaj parezco niño ._. y el fleco que me caracterizaba ya no existe D: me lo cortaron demás xd y me la tuve que ingeniar para ponerme un poco de cabello en mi ojo xd  & pasando a noticias tristes pero importantes, ya son pocos los capítulos para que esta novela termine, muchas gracias por leerla desde el principio, por darle su tiempo y por dejarse atrapar por la historia ¡son maravillosas! <3