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Tercera novela. (Fandom: Tokio Hotel/ HIATUS)

13 nov 2011

Cap. 61 Contra el tiempo.




— Te vas a morir Tom, juro que te vas a morir. –Garantizó entre dientes sin poder controlar los temblores de su cuerpo ante la furia que la carcomía poco a poco y por más que quería lanzarse sobre aquella pareja y despedazarlos, logró controlar aquél impulso y en silencio, salió de la zona para dejarle aquél trabajo a alguien mejor, Andrew.
— Tom… no podemos irnos aún. –Inquirió Ashley al poner un pie fuera de la celda y al ver que el de trenzas no comprendía el porqué, prosiguió con un nudo en la garganta-: Andrew tiene a tu hermano… y también a Georg y a Gustav. –Terminó por lo bajo y avergonzada se encogió de hombros- ¡los tienen por mi culpa! –El de trenzas bajó anonado su vista hacia el piso y Ashley se pudo percatar de que su respiración se agitaba, se dio cuenta de que comenzaba a preocuparse y de la nada, la vio de golpe.
— ¿Qué hora es? –Esa pregunta fue más para él que para ella. Ashley, atontada, alzó y bajó sus hombros y pudo sentir un nudo en su estómago al ver la expresión en el rostro de Tom ¿qué pasaba?- Aún no amanece… -Pudo confirmar y miró la puerta que los sacaría de aquellos calabozos-… tenemos que correr. –Le avisó alarmado y tomó su mano siendo eso, una mala idea. Ante la rapidez y fuerza de Tom al correr, ocasionó que lastimara cada vez más el débil cuerpo de Ashley ocasionando que se detuviera en seco al estar de la salida de ese frío lugar, sin perder tiempo, el de trenzas la cargó entre sus brazos y le pidió que aguantara la respiración lo más que pudiera. — Tenemos que llegar antes de que salga el sol…
— ¿Y si no es así? –Cuestionó alarmada pero solo obtuvo de respuesta un sepulcral silencio.
— Aguanta la respiración. –Le ordenó nuevamente, Ashley trató de retomar un poco de fuerzas y tomó una gran bocanada de aire para después, no sentir nada de aire a su alrededor, Tom corría con su máxima velocidad.
























































— Andrew, ¡tu maldito plan no funcionó! –Le gritó furiosa y Andrew la vio de reojo totalmente tranquilo- Eres un idiota, ¡un imbécil! –Cruzó sus brazos y entrecerró sus ojos- Al parecer no eres tan listo y fuerte como presumías… –Y ante esa confesión obtuvo un gruñido y una ráfaga de aire hizo que su largo y ondulado cabello cubriera la mitad de su rostro y aun teniendo a Andrew a unos centímetros, no logró intimidarla.
— Yo soy más fuerte de lo que crees. –Le aseguró y las venas de su sien se saltaron al mismo tiempo que sus ojos se volvían completamente negros.
— Entonces, dime, cómo, nuestro amado Tom, ¿¡volvió a recordar?! –Le cuestionó estando segura de que se podía ver el aura de su furia.
— Porque decidí no jugar más con su mente. –Respondió de una manera tan obvia y sencilla y se separó de la chica. Verónica ladeó su cabeza y alzó una ceja.
— ¿Y así nada más?... ¿De la nada dejas su mente en paz? –Preguntó irónica y rió- ¿Acaso no recuerdas, idiota, que necesitas de su sangre para poder gobernar?
El chasquido de Andrew hizo eco por la habitación y una enorme puerta se abrió dejando ver el pequeño y casi muerto Kaulitz.
— Y tú, preciosa, ¿no recuerdas que existen dos Kaulitz a los cuáles les puedo quitar su sangre? –Christian estiró el cabello de Bill dejando ver su rostro casi muerto, todo en él estaba pálido más se podía apreciar que no había fuerza existente… iba a morir fácilmente en cualquier momento. – Mis discípulos se encargaran en distraer a Tom, tú sólo encárgate de que la chica no escape…
— ¿Y qué harás tu?
— Cuando haya terminado con mi amado ‘Billy’… exterminaré al último Kaulitz. –Respondió al fin mirando a su querido hermano.- Y es mejor que te vayas ya, Verónica, Tom y… Aubrey, andan husmeando en mis celdas favoritas.
— Más vale que este plan funcione y que la propuesta de dejarme despedazar a Aubrey siga en pie… -Le recordó comenzando a retroceder.
—… y también agregaré a Tom a tu diversión. –Finalizó esbozando una sonrisa que le fue correspondida.-… alcánzala Christian y diviértete un poco. –Su discípulo asintió y dejó caer el –en ese momento- frágil cuerpo de Bill.- Oh hermano, me alegra saber que tienes la sangre de nuestro padre… -Murmuró acariciando su cabello-… y que en estos momentos no seas igual de fuerte que tu gemelo, gracias, porque por ti, lograré ser invencible. –Y dicho esto, besó su frente.
Tom había arruinado sus planes, no pensó que llegaría a ser más fuerte que él para deshacer el trance pero Bill lo rescató, nuevamente, su plan volvía a funcionar.








































— ¿Estás bien? –Le cuestionó al bajarla, Ashley asintió.
— ¿Qué es este lugar? –Preguntó horrorizada al ver enormes puertas de metal en los extremos y pudo sentir aire fresco chocar contra su rostro, ¿acaso estaban al aire libre?
— Celdas para los traidores. –Respondió tocando una de ellas- Debilitaban a los vampiros que traicionaban o atentaban con la vida del rey, después, cuando estaban los suficiente débiles, los encerraban en estas celdas, los amarraban contra la pared y esperaban a que el sol saliera para matarlos calcinados.
— Hay que apresurarnos. –Logró decir- Al parecer, no tarda en amanecer.
Tom volvió a correr y Ashley trató de seguirle el paso. Había veinte puertas y en ninguna se sentía energía pero el sol daba señales de que saldría en dos minutos.
Primera puerta. Nada. Segunda puerta. Nada… quinta, décima, quinceava… ¿dónde están?
— Tom… -lo llamó alarmada Ashley, el de trenzas se giró y se tensó al ver la enorme bola de fuego asomarse.
— Tranquilos, iré por ustedes. –Se apresuró a decir abriendo otra puerta más, tampoco y el sol ya estaba fuera.- ¡Mierda! –Gritó abriendo una puerta más y se percató de que ya era tarde, el sol cubría todas las celdas.- No, no… -Murmuró anonado-… ¡no! –Gritó dejándose caer. Ashley, entró también y entrecerró sus ojos ante la intensa luz, se dejó caer también a lado de su amado y lo abrazó fuertemente. Habían perdido a sus amigos.
— Ellos no murieron en vano. –Susurró.
— Despedazaré a Andrew, ¡lo haré!
Rechinido, alguien estaba con ellos también. La pareja se puso de pie e inmediatamente Tom se puso delante de Ashley para protegerla, pero eso no iba a ser necesario…
— ¿Realmente eres tú, Tom? –Cuestionó una voz masculina.












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En unos momentos más subiré el 62 :) Lamento no haber subido ayer, pero no me encontraba en mi casa y llegué hasta tarde y demasiado cansada, realmente, extrañaba tener un sábado así aunque sufrí un pequeño dolor de estómago que no se me pasó hasta hoy en la tardeD: akljdalhda me encantaron sus comentarios del capítulo pasado *-* hicieron que esbozara una sonrisa <3, las quiero demasiado y en unos momentos más subiré el capítulo 62.

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