Noche.

Estoy sentada aquí, en mi sala, cuando el sol ya no da señales de vida en la ciudad y la oscuridad comienza a gobernar, la tranquilidad de mi colonia se hace emergente y es ahí cuando se me da el momento de reflexionar. Siempre he querido caminar por las calles oscuras de esta ciudad dejando a un lado el peligro que recorren en ellas, siento que de una u otra forma la oscuridad y el sonido de la noche me ayudará a reflexionar y pensar en las cosas que he dejado de hacer, he hecho y lo que me falta por hacer y porque no he hecho algunas cosas. Me gustaría en estos momentos salir a la calle y caminar con rumbo desconocido, parar en una esquina y sentarme en la banqueta enfrente de cualquier casa, cochera o jardín y mirar las estrellas, cerrar mis ojos y dejarme llevar por el momento de la mágica ‘velada’ que el cielo nocturno nos ofrece, después, sentir la fresca brisa en mi rostro para posteriormente abrir mis ojos nuevamente y de esta forma, darme cuenta que la paz en mi interior todavía existe, sólo que está dormida en algún lado y casi nunca la dejo despertar.
Algún día lo haré. Algún día saldré de esta casa con un pantalón, mis converse y mi suéter favorito hacia la oscuridad de esta ciudad y pararé un momento para mirar el cielo oscuro lleno de puntos brillantes que contienen la respuesta que siempre he querido escuchar y que solo él me la podrá dar: Si ríes, sabes disfrutar de tu existencia, si lloras, sabes disfrutar de la vida y si sonríes, sabes disfrutar de ti mismo.

ArlyGzz