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Tercera novela. (Fandom: Tokio Hotel/ HIATUS)

11 feb 2012

<< Capítulo dos >>



¿Manicomio? –Mi madre preguntó atónita al otro lado del teléfono.

— Si, no es mucho pero…

No es casi nada –susurró y yo me encogí de hombros.

— Pero nos ayudará, lo juro…

Nos ayudaría si consiguieses un trabajo de verdad, dios Tom, si al menos hubieras sido tan listo como tu hermano ahorita serías empresario… -apreté el teléfono.

— Maldita tu suerte, ¿verdad? –Pregunté irónico- que mal que no tuvieras dos hijos genio.

¿Qué más puedo esperar? Si eres igual a tu padre –mi mandíbula se endureció.

— Tengo que irme… se me hace tarde.

Tom, aún no terminamos esta conv… — Adiós madre, yo también te quiero.

Colgué el teléfono, tomé mi mochila y salí de mi departamento, mi reloj marcaba las seis con treinta minutos y justamente, hacia una hora de camino.
<<…Eres igual a tu padre>> — No. Yo si cuido de mi familia, mamá — Y al aclarárselo a la nada, cerré con llave la puerta.


*

— Vaya, sí que es puntual y ya no lleva esa cosa –señaló mi labio y volvió a poner sus manos detrás de su espalda. Yo sonreí, me había quitado la perforación cuando iba en el autobús.

— Le dije, las apariencias engañan –el doctor asintió.

— Bien, prosigamos con el recorrido –avisó comenzando a caminar y yo, como un idiota, iba detrás de él.

A lado de la escalera que me llevaba a su oficina, había una puerta parecida a los del restaurante que te llevaban hacia el chef, con la diferencia, que ésta te llevaba, digamos, a una recepción. El doctor me hizo un ademán con la mano para que prosiguiera mi camino, al lado del escritorio, se encontraba una puerta normal de madera y al abrirla, nos dirigía a un largo pasillo —Aquí nuestros pacientes reciben sus visitas –me explicó- por allá… –señaló las tres puertas que se encontraban a nuestro lado derecho-… son las salas donde pueden platicar “a gusto” y por allá… -señaló la escalera al fondo de nuestro lado izquierdo-… se encuentran los vestidores, baños y dormitorios de nuestros empleados.
— ¿Dormitorios?

— A veces se quedan tiempo extra y necesitan un poco de descanso, ahora, ¿listo para ver el hospital? — Asentí.
El edificio se encontraba apartado de la “casa blanca” —así decidí llamarle- ¿cómo no pude haberlo visto antes? Era enorme, viejo y el color crema estaba ya opaco; lo que te conectaba a él, era otro camino de concreto y para no aburrirte, podías admirar la vista del hermoso jardín, era como un paseo familiar. Antes de abrir una de las dos puertas de vidrio, el doctor se quedó admirándolo un poco y citó: — Esto es un orgullo familiar, mi tatarabuelo lo fundó –me confesó y al voltearme a ver lo único que hice fue dar una rápida sonrisa. Por fin abrió la puerta e inmediatamente entrado, estaba la “sala de estar”, era enorme que me quedé estático ya que era la primera vez que veía a un lunático. Todos vestían una camisa y pants gris, podía decirse que ese era su uniforme, algunos estaban sentados frente un televisor, otros intentando jugar ajedrez, unos más estaban tirados en el piso haciendo no sé qué mierda, o caminando de un lado a otro con desesperación o riéndose como… como maniáticos pero, también, noté que muchos todavía no perdían la cordura ya que mantenían una conversación normal entre ellos mismos y las enfermeras, simplemente, eran personas comunes y corrientes –a simple vista-
— ¿Y bien, qué le parece? –Cuestionó el doctor Baecker y yo, muy apenas pude despegar la vista de los pacientes.

— Eh… -fruncí el ceño buscando una buena respuesta, nada- son más normales de lo que creí –confesé y el doctor rió.

— ¡Claro que son normales! Son personas –me recordó- sólo que, necesitan más atención que nosotros –recalcó volteando a verme.

— De eso estoy consciente.

— Bien, a seguir mientras les hablo de nuestros adorados pacientes, ¿le parece? –Asentí siguiéndolo.


— ¡Hey, chico! –Me detuve al escuchar una voz femenina- si, el de las rastas –me giré para encontrarme con una mujer de treinta y tantos años, cabello rojo y ondulado, con ojos grandes de color café oscuro, piel a perlada y complexión delgada.

— ¿Si?

— ¿Tienes un cigarrillo? –Me preguntó entrecerrando los ojos, ¿les permiten fumar?

— Eh… no, señora…

— Señorita –me corrigió con tono pesado.

— No tengo, señorita –recalqué la palabra, la “señorita” me vio de arriba abajo y llevó su dedo índice a su mejilla.

— ¿Por qué no te había visto antes por aquí, lindo? –Una sonrisa incómoda apareció en mi rostro y volteé hacia atrás para buscar al doctor, pero al parecer, se había ido y sin mí. Mierda.

— Soy nuevo –alzó sus cejas sorprendida.

— ¿Trabajarás aquí? –Llevé mis manos a las bolsas delanteras de mi pantalón.

— Eso espero… señorita –La mujer rió.

— Más le vale quedarse –advirtió caminando hacia mí- me gustaría que fuera mi guardia, lo trataría bien –aclaró llevando una mano a mi pecho y yo, me separé de ella tratando de fingir que estaba tranquilo, ¡lo cual no lo estaba! ¿Dónde mierda se había metido ese señor?

— Eh… sería un placer –Mentí, ¿qué se supone que debo decirle?

— ¡Mari! –Una voz masculina se escuchó detrás- ¿qué haces? ¿Acaso ya me cambiaste?

— Claro que no, querido, tú eres mi favorito –giré mi vista para encontrarme con un hombre, cabello café y al parecer, recogido y también, se notaba que hacía ejercicio, pero claro, no se comparaba conmigo- y por eso, sé que me brindarás un cigarrillo –aseguró con una sonrisa coqueta, el hombre sonrió.

— Sabes que estás castigada y que no te daré nada, lo siento Mari.

— ¡Imbécil! –Explotó- ¡¡Todos son unos hijos de puta!! ¡¡Todos!! Sólo quiero un puto cigarro, ¡¡sólo eso!! –Nos gritó eufórica y se sentó en una mesa con otras dos chicas y aún nos seguía maldiciendo.

— ¿Pero qué…? –Balbucee.

— Tranquilo, es bipolar –contestó el hombre sin darle importancia- ¿Y tú qué haces aquí, amigo?

— Digamos que… soy un nuevo trabajador, vengo por el turno de noche –respondí- me llamo Tom, Tom Kaulitz.

— Oh, ya veo –al parecer, me creía un nuevo paciente- Mi nombre es Georg Listing y “digamos” que seré uno de tus compañeros –me informó extendiendo su mano y se la estreché pocos segundos después.

— Señor Kaulitz, ¿viene o no? –Me giré al escuchar la voz del doctor.

— ¡Sí! Me tengo que ir, espero verte después –me despedí.

— ¡Suerte, Tom!

*

— Comedor, dormitorios, baños, duchas, psicólogos... todo lo que te puedes imaginar, este hospital, lo tiene –dijo orgulloso- también tenemos una sala especial de electroshocks.

— ¿Electroshocks? –Pregunté deteniéndome.

— Es una gran ayuda para nuestros pacientes… para los más… delicados.

— ¿”delicados”? —Soltó un suspiro.

— Es momento de que conozca a su verdadero trabajo.

Lo miré extrañado al no entender a que se refería con su “verdadero” trabajo. El doctor me hizo un ademán con la mano para que entrara al ascensor que se encontraba al final de pasillo y el cual estaba protegido para que los pacientes no puedan entrar en él, aquél medio sólo era del personal. Al entrar di una sonrisa rápida a Baecker y me recargué en la fría pared hecha de metal y curioso, pude percatarme que presionaba el botón del último piso y fruncí mi ceño… ¿Qué habrá en ese piso? — Usted no ha visto a todos los pacientes –despegué la vista de los botones y lo miré al escucharlo hablar y por alguna extraña razón yo no le contesté y ninguno de los dos hablamos ni hicimos movimiento alguno hasta que el sonido de una campanilla se escuchó advirtiéndonos que ya habíamos llegado al piso indicado; las puertas se deslizaron y el doctor salió y yo lo seguí , a nuestro lado, pasó una enfermera acompañada de otro hombre vestido al igual que ese tal Georg y saludaron a Baecker para después entrar al ascensor. Me detuve al percatarme de que el doctor también lo hacía e incómodamente, comencé a mirar a mí alrededor esperando a que me diera una instrucción o algo pero no habló hasta que escuchó las puertas del ascensor cerrarse.
— Señor Kaulitz –alcé mi vista despistada- Usted… ¿ha visto películas acerca de locos? –Miré hacia los lados como un tonto buscando a alguien que me diera la respuesta a esa simple e insignificante pregunta, pero estábamos solos.

— Si –respondí pensando en mi interior que esa respuesta era errónea y que de ello, dependía este trabajo.

— ¿Cómo son los locos de esas películas?

— Uh… pues –hice una mueca al pensar-… inestables –idiota, que gran respuesta- Quiero decir… -agregué al ver que trataba de guardarme paciencia-… gritan mucho y llegan a lastimarse a ellos mismos y a los demás –concluí más seguro al recordarlo.

— Te diste cuenta que, los que están allá abajo, son tranquilos, ¿cierto? –Yo asentí- Bueno, es momento de ver aquellos locos que lamentablemente, no son de película. –avisó caminando por el ancho pasillo en donde lo único que se escuchó, fueron sus pasos. Vi como sacaba unas llaves de su bolsillo y la metía en la ranura haciendo que una alarma de un segundo sonase, después, algo más tronó y el doctor me hizo una seña para que me acercara, lo que había tronado, era una enorme puerta de acero con dos ventanillas, las cuales, estaban protegidas por una fuerte malla que impedían escuchar los lamentos del otro lado, eran horribles que hicieron que me quedara ileso.


— ¿Qué es eso? –Pregunté atónito.

— Eso, es el sonido de almas perdidas –respondió y yo lo miré asustado.

— En total, tenemos 25 pacientes a los cuales, no dejamos salir a ninguno por la seguridad de todos y si salen, es acompañado de dos guardias y una enfermera a sus respectivas consultas, se le da el alimento en su habitación y su baño es en un horario donde no se cruce con la de los demás pacientes, los tenemos aislados ¿entiende? –Difícilmente, asentí- Este trabajo, además de ser guardia de todo el hospital, es para ser el cuidador de una paciente en especifico –abrió completamente la puerta- lo llevaré con ella.
Mis ojos se perdieron en ese pasillo que parecía el camino hacia el infierno, tantos lamentos, tantas risas perdidas, gritos… esto no era vida pero…

<< El recuerdo de un choque automovilístico hizo eco en la cabeza de Tom y acto siguiente, vio la imagen de los paramédicos que llevaban a la inconsciente victima por el pasillo del hospital>>
… no me echaré para atrás, hago esto por ti Bill.

Traté de hacerme el de oídos sordos, no había nada ni nadie a mí alrededor así que no tenía porque voltear. No voltees. No voltees. No mires, no los escuches, sólo ve al Doctor, sólo enfócate en él, sólo… — No les tenga miedo, son locos, pero no tontos… si sabe que les temes, ellos se aprovecharán—al parecer, Baecker se percató de mi frustración y agradecido, tomé aquél consejo y traté de calmarme. Era el final del pasillo y a nuestra derecha había otro camino, pero al parecer, no había necesidad de seguir, mi trabajo se encontraba en esta puerta que marcaba el número 1014. Baecker volvió a sacar su juego de llaves y abrió esa puerta de metal con una ventanilla rectangular en medio de ella y del tamaño de mi cara: lo primero que vieron mis ojos fueron dibujos, el cuarto se encontraba tapizado por dibujos de rostros y/o esqueletos enteros de personas, todos en blanco y negro.

*
Es estresante tener que actualizar en Internet Explorer y todo porque google chrome me borra las malditas entradas -.- pero aquí está el nuevo capítulo c:! Muchas gracias por leerme :3 & bueno, ya saben que los primeros capítulos son aburridos, apenas inicia la historia, pero se pondrá más interesante c:
Hoy no tuve un buen día :c estoy tan estresada por problemas familiares -.- les juro que ya quiero trabajar juntar dinero e irme a un departamento, pero con mi familia ya no quiero vivir, no soporto que se peleen & que se desquiten conmigo, ME CAGA & claro, no les puedo contestar porque salgo perdiendo -.- pero bueno, tengo que soportar un poco más... espero que ustedes si hayan tenido un buen sábado & que no estén pasando por corajes o cosas por el estilo :c & acerca del fotolog, sip, cambió y bueno... a mi si me gustó xd pero el problema es que borraron los comentarios en la actualización o algo así leí, yo aún no le entiendo muy bien D: pero se ve bonito xd
Los quiero lectores <3

3 comentarios:

  1. la paciente es kimberlyyy...??
    si de segurooo
    siguelaa esta super interesanteee
    subeee pronto:)
    bye cuidate y alza esos animos

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  2. es kim????!!!!!!!!

    AH!!!!!

    Muy bueno! sube pronto! aunque creo que mi Bill casi no va a salir por lo que veo :(

    Pero bueno, aun así, muy buena!!

    Besos!

    S.K

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  3. Meee encanto, me muero por leer cuando se encuentren Tom y Kim, jaja ya me estoy adelantando! Amé el capitulo, espero ansiosa como siemrpe el siguiente!

    Buena semana Arly y arriba esos animos, mas alla de las peleas, discusiones y situaciones feas, ellos te aman ! todos tenemos nuestros dias asi y sobre todo con la familia, la cuestion es mirar todo positivo y tratar de estar bien con ellos que son tu principal compañia.

    Te quiero linda y a tu fic mas jaja.
    Me encantó como quedo el blog, muy acorde a la fic!!

    Andrea .

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