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Tercera novela. (Fandom: Tokio Hotel/ HIATUS)

18 feb 2012

<< Capítulo tres >>

{Narrador omnisciente}




La puerta era pesada, el Dr. Baecker la empujó usando el peso de su cuerpo para poder abrirla completamente, al lograrlo, sacó las llaves de la cerradura y las metió en la bolsa de su bata. Tom lo miró y después, miró el interior de la habitación impresionado, atónito por la decoración de ésta y además, porque admitía que esos dibujos eran asombrosos ¿acaso los había hecho el “inquilino”? ¿Alguien tan inestable podía hacerlo, era eso posible?

Los dos, como un reflejo, voltearon al escuchar el ruido de una puerta que se abría, Tom frunció el ceño, era tan distraído que no se dio cuenta de la frágil puerta que se encontraba dentro y a la derecha del cuarto, escondida y también, que a un lado de la simple e –podía imaginar- incómoda cama, había un escritorio simple y viejo de madera lleno de hojas de máquina y uno que otro lápiz regado por ahí.

— ¡Con que ahí estás! –Ante aquella exclamación, Tom volteó teniendo la idea de que veía al paciente, corrección, “la” paciente: Una chica, que portaba el mismo uniforme que los demás inquilinos, delgada, ojos del mismo color de su liso y largo cabello: café, los rasgos de su rostro eran esquicitos, su boca, pequeña, pero linda de una forma te decía que esa chica era tímida pero a la vez, amigable y lo a perlado de su piel casi no se notaba ya.

— Director Baecker –lo nombró sorprendida y esbozó una sonrisa- no pensé verlo por aquí hoy –confesó tomando la liga negra de su muñeca derecha y mientras recogía su cabello, miró un poco confundida al chico de rastas castañas al no saber quién era y porque estaba con el Director.

— Pero heme aquí y tu muy bien sabes que mis visitas traen noticias –la chica asintió.

— ¿Son buenas? –Preguntó mirando a Tom de reojo, éste metió las manos en los bolsillos a delanteros y se movió en su mismo lugar ya que, al parecer, se encontraba nervioso.

— Al menos así yo lo veo –El de rastas lo miró de golpe ante esa respuesta- Él, Kim, es Tom… y será el nuevo guardia para esta celda —Kimberly abrió sus ojos sorprendida y volteó a ver a Tom, éste alzó sus cejas y bajó su mirada ya que por su reacción entendió que aquella noticia no le había parecido nada buena.

— Ah… y… ¿y qué pasó con Oscar? –Preguntó entre balbuceos- ¿qué no estaba de vacaciones? –Preguntó recordándole a Baecker lo que le había dicho hace casi dos semanas.

— Oscar tuvo que renunciar por motivos personales Kim.

— ¿Cuándo lo hizo? ... ¿Y por qué no me lo dijo Director? –Preguntó desesperada.

— Lo siento Kim… sé que era tu amigo pero no logré convencerlo para que se quedara –contestó aunque esa no era respuesta para las preguntas planteadas- pero vamos, darle una oportunidad a Tom… él también es un buen chico –y ante el codazo, Tom reaccionó torpemente y extendió su mano.

— Tom Kaulitz –soltó de golpe y Kim se quedó boquiabierta al escuchar su nombre pero sacudió ligeramente su cabeza al confirmar que había sido obvia ante esa reacción.

— Kimberly Höhner –se presentó al fin y estrechó su mano. Cuando la apartó, la cerró fuertemente y se la llevó a su pecho y acto siguiente, bajó su mirada atónita… se había quedado sin palabras.

— ¿Pasa algo? –Preguntó Baecker y Tom los miró a los dos. Kim negó.

— Nada –susurró sin despegar su vista. El Director, aprovechó eso y le hizo un ademán con la cabeza a Tom, él tenía que hablar para que ella pudiera conocerlo un poco. El de rastas, nervioso, con la mente en blanco y sin tener la más mínima idea de cómo empezar una conversación comenzó a balbucear hasta poder articular las palabras perfectamente y así, decir: —Estos dibujos… ¿los hiciste tú? –Kim apartó su vista del piso para encajarla en el chico, asintió- son geniales —Le felicitó esbozando una sonrisa.

— ¿Lo crees? -Tom pudo sentir como sus músculos se soltaban después de estar tenso durante todos esos minutos y todo gracias a que la chica accedió a seguir la conversación.

— Si… lo son.

— Gracias –sonrió pero aquél gesto no le duró y la expresión en su rostro cambió a “alerta” al ver a Baecker husmear en su escritorio y su piel se tornó pálida al ver que alzaba esa maldita hoja, ¿por qué de tantas que había regadas, ¡tomó esa!?

— Uhm… -comenzó a girar la hoja por todos los lados posibles y entrecerró sus ojos tratando de encontrarle la forma a aquél garabato- me imagino que apenas lo estás empezando ¿cierto? –Preguntó rendido.

— S-si –respondió casi corriendo hacia él y tratando de no ser grosera, le quitó el dibujo de las manos- lo siento, no me gusta que los vean si no están terminados –informó más para Tom que para el Director y escondió el garabato entre el papeleó.

— Y... ¿Quiénes son todas esas personas? –Preguntó Tom curioso y el cuerpo de Kim comenzó a temblar.

— Personas –susurró apoyando cada vez más las manos sobre la mesa-… sólo son personas –el director vio a Tom y le negó, el chico, captó aquella idea y no habló más.

— Entonces Kim… ¿le das la oportunidad a Tom? –Preguntó el director volviendo al tema inicial.

Kimberly no se movió

<< — Por favor— >> Cerró fuertemente sus ojos al escucharlo en su oído <<— Por favor… hazlo—>>

— Si –contestó con un hilo de voz y despegó sus manos del mueble para mirarlos al fin-Si, lo haré.

Tom miró al director esperando a que dijera algo, pero no lo hizo sólo le devolvió la sonrisa.

*

— Debiste darle las gracias.

— ¿Disculpe?

— Te aceptó, debiste agradecerlo –el tono parecía de regaño a lo que Tom no comprendió el porqué de su enojo.

— Pensé que iba a decir algo más –confesó entrando al elevador-… ¿por qué debía hacerlo?

— Porque gracias a su decisión, consiguió el trabajo –las puertas del elevador cerraron y el marcador de pisos comenzó a descender.

— Es… ¿es enserio? –Preguntó estupefacto- pero… ¿y qué hay de estar a prueba?

— Ya lo hiciste, felicidades, pasaste… ya tienes el trabajo –repitió a lo que Tom se sintió estúpido. Al parecer, Kimberly era la única que podía decidir si se quedaba o se iba, ja, la prueba no fue un reto como él creyó que sería- Nos vemos hoy a las 7 de la noche.

*

<<—Gracias->>

Kimberly tomó asiento en su escritorio y buscó aquella hoja que con anterioridad había escondido y tomó uno de los tantos lápices que se encontraban vagando por el mueble.

— No lo agradezcas aún… no estoy segura si puedo hacer algo por ti –le advirtió en murmuro y sus hombros se encogieron.

La punta del lápiz tocó el papel para seguir con el trabajo que había empezado a medias: el retrato de su nuevo inquilino.



*
Mi desaparición por toda una semana se debió a mis primeros exámenes de mi último semestre de preparatoria :| literalmente fue una semana estresante y pasaron cosas que sinceramente no debieron de haber pasado :/ pero ya no hay que hablar de eso, ya quedó en el pasado; sólo espero que ustedes si hayan tenido una excelente semana (: & tardísimo, aquí está el tercer capítulo de esta historia que espero y lo disfruten y para ser sincera y no desilucionar los días en que la novela será 100% segura en subirse serán los fienes de semana en los cuales no me siento tan presionada :) así que tendrán capítulos los sábados & domingos no son muchos días D: pero al menos son los días asegurados :)
Gracias por leerme, las quiero <3

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