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Tercera novela. (Fandom: Tokio Hotel/ HIATUS)

19 feb 2012

<< Capítulo cuatro >>




— Tom –saludó su padrastro, Gordon. Moreno, alto, cabello negro y con barba de candado. Tom lo abrazó y los dos se dieron unas palmadas en la espalda como de costumbre- pensé que no te vería por aquí hoy –dijo volviendo a tomar asiento.

— Llevo dos días de ausencia… tenía que venir, ¿dónde está mamá? –Preguntó mirando a su alrededor.

— La mandé a casa, tu madre necesita descansar ¿sabes? No ha dormido desde casi una semana –Tom suspiró.

— ¿Y Bill? –Hizo una mueca- ¿Cómo está él? –Su padrastro apretó sus labios y con ese simple gesto, le respondió la pregunta- Oh… -Bill seguía igual- ¿Puedo entrar a verlo?

— Si tú quieres, pero antes, Tom… ¿no tienes algo que decirme? –El de rastas se encogió de hombros- Dime, ¿es verdad que conseguiste trabajo en un manicomio?

— Si, ¿hay algo malo en eso?

— No, para nada. Es sólo que…

— ¿Debo trabajar en una empresa multimillonaria? Mira, sé que como están ahorita las cosas, eso es lo mejor, pero tendré un buen sueldo y ese será para seguir pagando el Hospital…

— Tom, ¡escúchame! –Exigió- Todo trabajo es bueno, siempre te lo he dicho y me siento muy orgulloso de que hayas conseguido otro y más porque sé la causa de tu decisión, pero, hijo… ¿no crees que te mereces un poco de tu sueldo? El de la academia de música nos los das a nosotros y ahora este también irá a nuestras manos, ¿no crees que deberías de quedarte con algo de dinero?

— Yo no lo necesito, estoy bien –Gordon suspiró.

— Créeme que tu madre y yo no necesitamos tanto, con mi dinero nos alcanza –Tom negó.

— Todo en este Hospital aumenta cada vez más, es mejor estar preparados -le aclaró volteando hacia la puerta que daba con la habitación de su gemelo- aunque sé que Bill despertará pronto, lo sé.

Gordon pasó saliva con dificultad al lograr distinguir las máquinas que ayudaban a mantener la vida de su hijo Bill y bajó su cabeza en el momento en el que su hijo mayor cerró aquella puerta; Hijos. Si, qué importa que no tengan su propia sangre, ellos eran sus hijos y desde que conoció a Tom , se ha quedado sorprendido por su forma de ser: él creció en el momento que se convirtió en el “jefe de familia”, él no tuvo infancia por proteger a su madre y hermano, él maduró antes de tiempo y Gordon se molesta consigo mismo por no haberlos conocido antes, tal vez, él le hubiera ayudado a recuperar su niñez y a que actuara como el pequeño que en ese tiempo era pero ahora, al ver el hombre que se ha convertido, se siente orgulloso de… su hijo.

— Hey… Bill –Saludó por lo bajo el de rastas y de respuesta tuvo el sonido de esas molestas máquinas- tengo nuevas cosas que contarte… -La puerta se cerró detrás de Tom.



*



— ¿Qué? –Cuestionó y rió- ¿Qué tanto me miras? -Completó la pregunta dándole una mirada rápida.

—Nada… es que… -soltó una pequeña risa-… recordé cuando no le tenías paciencia a los niños –Contestó al fin su compañera de la Academia, Iris: una chica de 18 años, complexión delgada con su cabello corto y flequillo tiene el cabello castaño con luces, es una fanática del rock n’ roll y al igual que su compañero Tom, es maestra de guitarra- ahora, hasta los acompañas a la salida.

— No estoy hecho de piedra, se han ganado mi cariño –contestó sin dejar su trabajo: tratar de afinar su guitarra acústica favorita- pero creo que debería dejar de enseñarles como afinar con mi guitarra –murmuró e Iris se despegó de la pared color crema.

— Oye y… ¿de aquí te irás a tu otro trabajo? –Tom asintió y pegó su vista al reloj de la pared; bajó su guitarra y la apoyó contra la silla.

— Creo que debo irme ya… el hospital queda lejos y no quiero llegar tarde a mi primer día de trabajo –confesó sonriéndole y poniéndose su suéter negro.

— Si quieres yo te llevo –se ofreció sacando las llaves de su pantalón.

— Tu siempre tan servicial… te lo agradecería mucho –dijo tomando de nueva cuenta su guitarra y la colocó en su estuche, por el día de hoy, su instrumento se quedaría en la Academia.

Pequeños golpes se escucharon contra las grandes ventanas ocasionando que volteara a ver qué era lo que causaba aquél sonido: la lluvia. Anonado, bajó de golpe sus brazos y soltó un pesado suspiro.

— Que excelente día para empezar de guardia, ¿no crees? –Se burló Iris recargando su brazo en el hombro de su compañero, Tom sólo la vio de mala gana.



*



— Wow, ¿qué demonios es esto? –Preguntó Iris y se pegó más al vidrio para ver aquél viejo hospital.

— Es mi nuevo trabajo –respondió Tom poniéndose el gorro de su suéter.

— Ese edificio parece sacado de una película de terror… ¿estás seguro que hay personas ahí dentro? –cuestionó volteando a verlo.

— Si, desgraciadamente; muchas gracias por el aventón –dijo al estar ya fuera del Jeep azul marino.

— No hay de qué, mucho cuidado –Tom sonrió.

— Lo tendré –aseguró cerrando la puerta y se despidió con la mano al ver que su amiga le daba en reversa.

Al no ver más el automóvil, se giró contra aquellas rejas negras y pudo apreciar que el hospital, con ese clima, parecía estar completamente abandonado; ahora, comprendía un poco la preocupación de Iris por dejarlo sólo en aquél lugar.

Respiró profundamente y comenzó a caminar cayendo en cuenta que el poco camino de tierra se había convertido completamente en lodo y al estar en concreto contuvo un coraje al ver sus zapatos y pantalones completamente sucios; trató de limpiar un poco la suela de sus zapatos contra el camino de concreto y quedó un poco satisfecho al ver que el poco lodo se había ido y por fin, comenzó a caminar por ese camino que se le había hecho agradable el primer día, pero ahora, todo parecía terrorífico, el jardín no tenía nada de lindo y los girasoles que había visto a lo lejos tan radiantes y hermosos, ahora, parecían no tener color y que se encontraban muriendo poco a poco. Tom hizo una mueca ante ese descubrimiento y prefirió acelerar el paso para llegar lo más pronto a ‘la casa blanca’.

Al entrar, el guardia que lo recibió la primera vez, lo llevó hacia los dormitorios de los trabajadores, ahí se encontraban unos pobres casilleros verde militar que contenían un agradable toque: el nombre de cada guardia.

— “Oscar R.” -Leyó Tom, sin darse cuenta, en voz alta.

— Sólo nos faltó cambiar el letrero, tranquilo muchacho, ¡te hemos lavado el uniforme! –informó dándole una palmada en su hombro y Tom, nervioso, se rió por lo bajo y en pausas.

En el momento que el guardia lo dejó sólo, Tom decidió abrir el casillero y sacar aquél uniforme blanco que estaba seguro, iba causar que pareciera un enfermero.

— Espero que lo que dijo ese viejo… sea cierto –imploró tomando la ropa entre sus manos- y que hayas sido un hombre limpio, Oscar.

El casillero se cerró.



*



— Te tocó un trabajo fácil por el día de hoy, muchacho –inquirió el viejo guardia abriendo la puerta del Hospital.

— ¿A sí? ¿Por qué? –Preguntó moviendo sus hombros, la playera le había quedado un poco apretada.

— Esta noche no estarás sólo –La frágil puerta se abrió dejando ver al chico llamado Georg a otro hombre de estatura baja, rubio y un poco robusto.

— ¡Hey! Tom, ¿cierto? –Preguntó Georg poniéndose de pie de los sillones que eran de los pacientes.

— Sí –respondió saludándolo.

— Me alegra saber que conseguiste el trabajo ¡oh! Él será tu otro compañero… -señaló al rubio.

— Gustav –se presentó.

— Veo que se están llevando bien –señaló el viejo guardia- supongo que los puedo dejar solos, diviértanse señoritas –se despidió cerrando la puerta y el silencio que se produjo hizo que el sonido de la lluvia sonara más fuerte.

— Y… ¿qué vamos a hacer? –Preguntó Tom inocentemente.

— No mucho, sólo… entrar al cuarto de seguridad y vigilar las cámaras –respondió Gustav- ¿tú eres el guardia de Kimberly? –Tom asintió- … interesante –murmuró.

—Tendrás una noche tranquila –habló Georg- Kimberly se ha dormido ya –el de rastas los miró confundidos.

— ¿Acaso causa mucho problemas? –Georg y Gustav se dieron una mirada rápida.

— No, sólo es… un poco inestable –respondió el rubio a lo que Tom ladeó su cabeza.

¿Qué tan inestable podía ser?
 
 
*
Aquí está el capítulo cuatro c': espero & sea de su agrado :D! También espero que tengan un buen inicio de semana c: y que no se estresen tanto como yo lo hago :| klhsdlkadalg xd las quiero lectoras c': <3

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